Victor, el tipo de la katana era... ¿sobrino de la baronesa? ¿Era el hijo de la desaparecida Mavra?
Estuve anonado en la puerta, pensando en lo que habían dicho allí dentro. ¿Era verdad? ¿O era un tío que sólo quería poder? ¿O era esquizofrénico con aires de superioridad? No sabía en qué pensar. ¿Era hijo de Mavra o no?
La gente pasaba por delante de mí, pero nadie me prestaba atención... pues quizás no fuéramos tan famosos. Suspiré. Además, ahora, con la preparación de la guerra... Nos quedábamos sin trabajo.
Justo después de acabar el ensayo, el líder de la banda nos reunió a todos (y no sé por qué no lo hizo antes).
- Un descanso -dijo el líder de la banda.- que coincidirá con la guerra, nada más.
- ¿Han cancelado todos los conciertos?
- Sí.
- ¿Todos?
- Todos. Chicos, nos hemos quedado sin trabajo.
- Bueno, entonces es mejor mirarlo como unas vacaciones, sí –dijo otro, optimista.
- Ahora cada uno tendrá que buscar trabajo por su cuenta (para mantenerse vivo, básicamente), y cuando termine la guerra, ya nos pondremos en contacto –dicho esto, nos despedimos todos, hasta que acabara la guerra.
Ellos eran mis compañeros, y como si fueran mis hermanos... Mi única familia.
Se abrió la puerta y salió Victor.
- Vámonos -dijo sin mirarme a la cara y con una cara algo... ¿cabreada?
- Vale... -y le seguí por los pasillos. Estuve pensando mucho rato, así que no reaccionaba muy bien. Finalmente, pude decir algo.- Oye, Victor...
- .... - no decía nada- Dime.
- Esto... ¿conoces algún trabajo para mí? Es que nos han cancelado todos los conciertos y nos hemos quedado sin trabajo hasta después de la guerra.
- ¿Tengo pinta de buffet informativo? -será borde... - Si quieres.. quédate conmigo, no pienso pagarte, pero sobreviviremos... -se giró hacia mí y, sonriendo algo amenazante, dijo- puedes estar seguro.
Aún no había analizado lo de quedarme sin trabajo ni nada, pero... ¡"Sobreviviremos"! ¿Debajo de un puente y comiendo ratas?
- Bueno, si al menos puedo seguir vivo...-susurré para mí mismo- Gracias. Nunca hubiera pensado que encontrar "trabajo" fuera tan fácil.
- ¿Sabes defenderte? - preguntó de golpe- Porque no pienso estar pendiente de la nenita cada dos por tres, tienes que estar atento... media casa Harkonnen irá tras nuestro
- Bueno... defenderme... esto... un poco -contesté, sonriendo nerviosamente. La verdad es que nunca había pegado a nadie, ni siquiera me lo había planteado ... bueno, planteármelo en serio, siempre lo había pensado en broma.
- Pero... ¿media casa Harkonnen? ... ¿¡Media!?
- Hmm... tienes razón... será prácticamente en su totalidad.
Un escalofrío recorrió mi espalda, y miré a Victor con los ojos muy abiertos, pero sin decir nada.
- ¿Asustado? No te preocupes, cuando mueras recordaré que lo hiciste para ayudarme a ser barón y pondré un pequeño altar en alguna habitación del castillo.
- Me consuela oír eso –pero no soporto que hables de mi muerte.
- Muy bien, chico-semuta, bienvenido a nuestro mundo - ah, genial.. delante nuestro se veía la gran y colorida Harko.-. Inspeccionemos la ciudad, quizás consigamos alguna información que pueda sernos de utilidad.
- ¿De utilidad para qué? ¿Para destronar a tu tía? –lo último lo dije en coña pero yo ya sabía que...
- Me vas entendiendo. Necesito saber cómo está la situación ahí adentro y tener constancia de los opositores a Ilysse. Por cierto... -se giró hacia mí, ahora para que me diga que su padre es Adonis Corrino- en el fondo me va bien tenerte aquí al lado, nunca está de más ayuda... ahora vamos, tenemos una ciudad que inspeccionar.
- Vamos... algún día entrenaremos, ¿no? Siempre va bien prepararse un poco para luchar... -le propuse al chaval, esperando que no descubriera mi "secreto"... Pero...¿Porqué no me callé? Al segundo de decir esto, tenía la katana rozando mi cuello.
- Cuando quieras.
- Bueno, tampoco ahora mismo... tengo que pensar en todo lo que me ha pasado hoy, no estoy en condiciones mentales para entrenar - aparté suavemente la katana de mi cuello.
- Como quieras. Necesitamos comprar algunas cosas... ¿Qué armas utilizas? Debemos estar preparados antes de nada.
... ¿¡Armas!?
- Pues... pequeñitas, como cuchillos o espadas cortas, y si llevan veneno, mejor que mejor -la verdad es que esas parecían más fáciles de utilizar que cualquier otra, y si llevaban veneno... supongo que no sería tan difícil que el rival cayera.
- Está bien... Vayamos a comprar unas cuantas dagas y frascos de veneno, no nos irán del todo mal, luego empezaremos a investigar por la ciudad
- De acuerdo, jefe -y le seguí hacia la tienda.
Nunca había entrado en una tienda de armas. Espadas por aquí y por allí, grandes, pequeñas, medianas, anchas, delgadas, ... Mientras el niñato hablaba, me hice un pequeño resumen de lo que pasó durante el día.
Llegamos a Giedi Prime, nos dijeron que no teníamos trabajo, conocí a Victor, le acompañé a ver a su tía, me dijo que fuera con él y me metí en un lío que me amargaría durante el resto de mis días. Estaba acompañando (y ayudando) a un tío que le iba casi toda la casa Harkonnen detrás y yo no tenía ni idea de autodefensa .
Me pregunto si duraré muchos días vivo si sigo junto a él. Además, su cara siempre tenía una expresión extraña y nunca sabía cual era su humor. Pero al menos no era hijo de Adonis Corrino...
//OUT// Una vez más DKD, pero es que mañana hará la semana ._. Thx to Victorcin ;D//OUT//
Hiro volvió al desierto a las 8:48 p. m.
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