domingo, agosto 24

Me había olvidado completamente de él... mi inesperado y desaparecido sobrino...
Después aquella interesante conversación en la que había dado a conocer sus intenciones, no había sabido nada más de él. Eso significaba un descanso para mi. Demasiadas cosas en las que pensar...

Caminé por los oscuros pasillos del palacio, hasta el dormitorio de Johann; si, dormimos en habitaciones separadas, exceptuando esas noches...
Abrí la puerta sin tocar, y entré sigilosamente. Me senté al otro lado de la cama, y le miré en silencio.

-¿Johann?- susurré.
Continuaba dormido y aparentaba no oírme. Su rostro estaba girado levemente hacia el lado en el que yo me encontraba y por su apariencia, había caído rendido nada más sentarse puesto que no se había cambiado ni siquiera de ropa.
Pensé en dejarle durmiendo, pero finalmente decidí despertarle, el tema del que venía a hablarle era muy importante.

-Johann.- murmuré sin alzar demasiado la voz mientras le zarandeaba con delicadeza.
-Ilysse.-susurró, luego se sentó.- ¿Qué te trae por aquí...?
-Necesitaba saber qué pensabas hacer en cuanto a la fiesta imperial que se celebra en pocos días.- comenté mirándole fijamente.
Johann siempre me había parecido muy atractivo, pero cuando acaba de despertar, es inevitable mirarle con atención. Su expresión, y hasta su voz eran distintos.
-hm...-cerró los ojos un poco, luego se encogió de hombros y volvió a mirarme.- Posiblemente... no pueda ir. Tengo cosas que hacer y ese, sin duda, no es mi ambiente.
-No me gustaría ir sola... debes acompañarme.- me recosté levemente a su lado.
Si no fuera porque le amo con esta intensidad que me atormenta cada día, creo que serías el dueño de mis pensamientos...
Estuvo en silencio durante algunos minutos y, cuando le miré, estaba cerrando lentamente los ojos. Su respiración era suave y creo que hasta unos momentos se durmió, sin embargo, justo cuando iba a despertarlo susurró:
-Estos años anteriores has ido sin mi.-
-No importan los años anteriores, quiero que este sea distinto, y que mi marido me acompañe.- dije haciendo cierto hincapié en la palabra "marido".
-hm...-susurró, aún con los ojos cerrados.- Está bien, tu marido te acompañará...
Sonreí... aunque no por mucho tiempo, Johann estaba distante, estaba... extraño.
-¿Te ocurre algo?-
-...-abrió un ojo y me miró fijamente.- nada en especial.
Su respuesta me ofendió. Parecía como si no confiase en mi, como si estuviera ocultándome algo. ¿Desde cuando figuraba fuera de los asuntos relacionados con mi marido?
-Dime la verdad.- espeté elevando el tono de mi voz.
-Simplemente hace días que no salgo del laboratorio.-respondió, luego volvió a cerrar los ojos. No solía verlo así a menudo.- Por lo que estoy cansado.
-Desisto.- enfurecí. -Definitivamente no puedo confiar ya ni siquiera en ti.- clavé mis ojos en él.
-No puedo inventarme una respuesta que te agrade.-respondió, sin ni siquiera levantarse.- Estoy cansado, no hay más.
No contesté. Intenté mantenerme impasible. Me incorporé, me puse en pie y caminé hacia a la puerta. La abrí, y recordé de repente la silueta del esperpento.
-¡Ah! Por cierto... tenemos un nuevo motivo de guerra, esta vez interno. Mi querido sobrino ha venido a advertirme que hará lo que sea para recuperar su trono.- mascullé furiosa cerrando la puerta tras de mi con un fuerte golpe.
Mi impasibilidad no duró demasiado.

Comencé a andar por el pasillo, pero de pronto la puerta se abrió bruscamente. Miré de reojo y Johann me observaba fijamente, había una expresión misteriosa en su rostro.
-¿Has dicho sobrino?-preguntó, cuando supo que tenía mi atención.
-Exacto, nuestro sobrino.- dije mientras continuaba mi camino, ignorando la posible reacción de Johann.
De pronto noté que una mano me tomaba del brazo y me hacía girar. Johann estaba sonriendo.
-¿Mavra tuvo...?-preguntó, luego me soltó y sonrió un poco más.
-Si, eso parece, aunque me cuesta creerlo.- dije pensativa. -Pero sea verdad o no, ese estúpido no nos dejará tranquilos hasta que consiga lo que quiera o en su defecto hasta que le paremos los pies... y sólo conozco una forma de hacerlo.- comenté mirando la extraña sonrisa que Johann reflejaba.
-¿Puedo conocer el motivo de tu alegría?- ironicé molesta.
-Me resulta curioso que ella haya tenido un hijo.-comentó, mientras se encogía de hombros.- sea como sea, creo que ese joven no sabe lo que supone declararnos la guerra.-
Me llevé una mano a la cabeza, que comenzaba a dolerme.
-Era lo único que me faltaba.- susurré recordando todos mis problemas.

Azim, ajeno a su propia vida.
Johann, ¿ocultándome cosas?
Clement, desobediente y cabezota.
La continua e incesante guerra contra los fremen y las demás casas.
Y ahora él, Victor Harkonnen.


-No te preocupes por ese muchacho.-comentó Johann, ladeando la cabeza.- Te ayudaré si realmente lleva a cabo su amenaza.
-Es tranquilizador escucharlo de tus labios.- suspiré un poco más aliviada. -Voy a descansar un poco, necesito despejar la mente.-
-Hazlo. Se te ve un poco más pálida de lo normal.-comentó, mientras andaba hacia su cuarto. Luego bostezó.
Entrecerré los ojos, y me dirigí a mis aposentos, realmente necesitaba olvidarme, aunque fuera solo momentáneamente, de todo...

*OUT* Un post más de la baronesa, gracias maridito! xD *OUT*




 ~ Protagonistas ~















~ Contacto/Participar ~

¡Envía un
email!


~ Créditos ~

- dafont.com
- celestial-star.net
- design-sensation 

-
Y a todos los que probaron, recomendaron, aconsejaron, observaron o tuvieron que enviar sus fichas más de una vez por culpa de la webmisstress...Es decir, a la totalidad de los participantes de este rpg,
¡Gracias!


~ Protagonistas ~


















~ Tag Board ~






~ ¡Visita también...! ~

-
.rpg//encuentro (el foro!)

- Mundo RPG (información sobre los RPGs)