martes, agosto 12

En lo más profundo de mi laboratorio un holograma gigante apareció. Era aquel doctor. El que se encargaba de los cuidados de mi hermana. Estaba agitado, parecía preocupado y temía hablar.
Levanté ligeramente la cabeza, viéndole a través de mis gafas. Él continuaba con sus ojos fijos en mi, esperaba alguna respuesta. Me quité las gafas y le saludé:
-Es un placer, Doctor.
-Señor Harkonnen… su hermana.-Musitó, temió ir demasiado al grano por lo que de pronto se silenció.
-¿Qué le ocurre a mi hermana, Doctor?-pregunté, amistosamente.

Durante unos segundos no me respondió e incluso pensé que la comunicación se había roto. Pero respiró profundamente y agachó la cabeza mientras me susurraba:
-¿Podría venir de inmediato?
-¿Tan urgente es?
-… Le esperamos.

La comunicación desapareció entonces.
Aunque Dune, el planeta desierto, era un lugar incómodo para vivir. Giedi Prime podría casi competir en incomodidad, sobre todo desde hace algún tiempo. Planeta venenoso donde los haya, donde sólo la sed de sangre es el deseo común.

Todo estaba a oscuras. Unos pasos decididos, pero algo cansados, recorrían de lado a lado aquel salón. Era una mansión propia de la nobleza, pero en realidad no lo era. Cuando aquella persona estuvo apunto de salir, la luz se encendió, cegándole sólo un poco. Se giró bruscamente y me miró. Su cabello blanco y sus ojos rojos no habían cambiado nada.
-Saludos… Padre.-le saludé.

En aquella ocasión decidí ir sólo a Giedi Prime, piloté yo mismo la nave.
Los pasillos de aquel sanatorio estaban completamente a oscuras, ya era de noche y los enfermos debían descansar.
-Señor Harkonnen…-musitó el doctor cuando llegué a la habitación de Rose.

Una ventana rota, las cortinas eran mecidas bruscamente por el viento y no muy lejos de ella, Rose estaba recostaba con el cuerpo completamente vendado.
-Poco después de que usted se marchase…-musitó él.- Comenzó a desvariar.
-¿Y es eso algo extraño?
-Ella hace mucho tiempo que no desvariaba. Esta vez era como si realmente estuviese allí. Chillaba, una y otra vez “padre, por favor… duele. Ya no quiero más. Deténgase… ¡Se lo ruego!”

El doctor esperaba que yo reaccionase de ninguna manera. Pero simplemente giré mi rostro hacia ella y me aproximé unos pasos. Ella lloraba, aún en sueños, las lágrimas fluían de sus ojos torpemente.
-¿Sabe qué pudo haber “visto”?-Preguntó el hombre, poco después.
-Por su pregunta puedo deducir que cree que era un recuerdo.-Él intentó interrumpirme, no se lo permití.- Sean o no datos de su pasado, desconozco su relación con mis padres. Desgraciadamente, no tengo recuerdos de Rose ya que cuando yo era muy pequeño ella fue internada aquí.
-Lamento si le he ofendido…
-¿Podría permitirme estar a solas con ella?
-Eso no es… algo normal aquí. Los pacientes suelen ser tan peligrosos que no pueden estar con sus familiares a solas.-Se tomó un descanso.- Pero… Usted es Psiquiatra. Puedo dejarle aquí.

Se marchó lentamente y le seguí con la mirada hasta que cerró la puerta.
Luego mis ojos regresaron a mi hermana y me acerqué lentamente. Había saltado por la ventana y a pesar de ello no se había hecho mucho daño. Se sujetó apenas de un árbol, sus manos estaban completamente destrozadas y sus piernas no se habían roto de milagro. También se había herido en la cabeza.
Coloqué mi mano en su frente, tenía algo de fiebre pero posiblemente ya estaba siendo tratada para eso.


-¿Qué haces aquí, Johann?-Preguntó Frederick Harkonnen, mi padre. Se quedó helado.
-Hacía mucho que no nos encontrábamos, padre.-Respondí, me levanté poco a poco del sofá bebí un poco del licor que había en la copa que sujetaba con mi mano derecha.
-¿Te han dado permiso?
-Soy ya… Un doctor.
-¡¿Y… Ya?!
-Cuando hay talento el tiempo no importa.


Rose abrió suavemente sus ojos y me miró. Por un momento creo que no me reconoció, sin embargo, luego sonrió levemente.
-Eres… Johann…-musitó.
-Exacto.-Asentí.
-La última vez que te ví eras un niño…-Dijo, luego sonrió.

Así que… veías las cosas tal y como estaban el día que entraste. Entrecerré los ojos y aparté el cabello de sus ojos, con un dedo. A ella eso no le parecía nada extraño. Pero durante tanto tiempo vivió en la más absoluta oscuridad… Posiblemente el golpe tuvo que ver con este cambio.
-Rose… -Me agaché y me quedé a su altura.- ¿Por qué caíste?
-No lo… recuerdo…-musitó.- Sólo, de pronto, me vi en el aire… y… y…

Me miró y poco a poco sus ojos comenzaron aponerse húmedos. Comenzó a llorar. Llevé mi mano a su rostro, quité sus lágrimas y musité:
-No llores. Te ayudaré.
-Pero… tú…
-Soy médico, no te preocupes por eso.



Horas más tarde ella se había desmayado. Mediante la manipulación de algunos puntos de dolor me aseguré de que no volviese a su imagen pasada. Pero… No pude adivinar por aquel momento lo que mi padre había hecho con ella. Lo que le había hecho a su cerebro, a sus nervios… a ella completamente. Me llevé parte de su historial.


-¡Porque hayas estado unos pocos años bajo su tutela no quiere decir que la Escuela te haya enseñado todo lo que sabe!-Gritó, exaltado.

Sonreí levemente y tomé otro sorbo de la copa, luego clavé mis ojos en él.
-Frederick Harkonnen…-musité.- Genio entre los genios, el mejor entre los científicos… El miembro más joven en terminar sus estudios. Hasta ahora. Durante toda tu vida buscaste algo… algo que decidiste crear por ti mismo. De una manera diferente, irreversible, para siempre…

Bingo. Estaba agitado.
-Padre… Te suena el nombre de… ¿Rose?

Abrió bruscamente los ojos, noté como un escalofrío recorría todo su cuerpo y retrocedió. Antes de que su mano tocase el pomo de la puerta, lancé la copa a modo de advertencia.
-Escúcheme… Padre. –Musité.- Lo sé todo. Sé lo de Rose. Sé lo de madre. Se lo mio. Lo que hiciste con tus dos hijos. Las consecuencias que tuvo sobre tu esposa…
-Vas a mat…
-Ni hablar.-negué con la cabeza.- No pienso matarte. No pienso hacerlo hasta que tu reputación caiga. Hasta que no seas nadie y el único médico famoso de los dos, sea yo. Johann Harkonnen.
-Pero… hijo…
-Esta ha sido una visita cordial.-Me giré y comencé a andar hacia la salida.- La próxima vez… será para informarte de que he vencido.


..
.




 ~ Protagonistas ~















~ Contacto/Participar ~

¡Envía un
email!


~ Créditos ~

- dafont.com
- celestial-star.net
- design-sensation 

-
Y a todos los que probaron, recomendaron, aconsejaron, observaron o tuvieron que enviar sus fichas más de una vez por culpa de la webmisstress...Es decir, a la totalidad de los participantes de este rpg,
¡Gracias!


~ Protagonistas ~


















~ Tag Board ~






~ ¡Visita también...! ~

-
.rpg//encuentro (el foro!)

- Mundo RPG (información sobre los RPGs)