El viento de coriolis rompía la roca y cambiaba el desierto por completo. A salvo, en una grieta en la montaña, el grupo no podía hacer otra cosa salvo mirar al exterior.
Atrapados en un espacio tan pequeño, pronto empezaron las peleas, que muchas veces se saldaban con la sangre de algún fremen. Yo solía formar parte de ellas...Pero aquella vez ya había perdido demasiada sangre. Preferí quedarme dormitando en un rincón.
Poco después, volvió el silencio. Tocaba repartir el agua conseguida de nuestras víctimas. En realidad, no eramos vampiros, como algunos forasteros se temían. El proceso de convertir los cuerpos sin vida en agua potable era el mismo que usaban (puede que ya no) los otros fremen, los amigos de los Azules.
Bebí mi parte lentamente, casi saboreándola. Decían que el agua era "insípida", pero para mí sabía de una forma deliciosa.
De pronto, una cantimplora cayó al suelo y el agua que contenía me empapó los pies. Me giré para reprender a quien desperdiciara de aquella forma...
Y lo que vi me dejó muda.
-¡Ya viene!-gritó, dolorida, la mujer.
-¿Quién?-pregunté, temerosa.
-¡¡Mi hijo!!
Y allí estábamos todos, sentados en círculo, alrededor de un bultito, envuelto en tela de destiltraje, que se removía suavemente y gimoteaba. Un Bebé.
¡Era tan puro e inocente...!
Pero sabíamos que no podría sobrevivir entre nosotros, matando, robando y huyendo. Y su madre no podía volver con los otros fremen...
-Yo lo llevaré a la ciudad-dije de pronto.
-Ninguno de nosotros puede ir a la ciudad-me dijeron-.Somos proscritos...
-Yo no-sonreí-nunca he estado en la ciudad.
-¿Y qué haces aquí?
Me encogí de hombros, cerrando los ojos y subiendo las manos a la altura de mi rostro.
En ese momento, la madre habló.
-Está bien-dijo, muy tranquila, mirándome fijamente.
-Qué bien-exclamé-.Podré ver la ciudad.
El viento de coriolis seguía soplando. Yo estaba muy cerca de la salida de la cueva, con Bebé en mis brazos.
-Ya verás, Bebé-le prometí-verás la ciudad...si no me pierdo de camino.
Alguien se sentó a mi lado. Era la madre de Bebé, la que me lo habái entregado tan tranquilamente.
-Si avanzas hacia el sur por la roca-explicó-.Llegarás a la ciudad en unas horas. No sabes llamar a los gusanos, así que date prisa para que no muráis deshidratados.
Asentí, sonriendo. Y de pronto, ella sacó un cuchillo de entre sus ropas. Con la mano libre me tomó de la barbilla, y con la armada me rozó la garganta.
-¡Júrame que le darás una buena familia! ¡Júralo por tu vida, Pat, maldita!-tenía los ojos...llenos de agua.
-Lo juro-susurré. Ella me soltó y se marchó.
Los latidos de mi corazón fueron poco a poco volviendo a la normalidad. Faltaba poco para que parase la tormenta. Recuperé la sonrisa.
-Qué divertido, Bebé-susurré-.Va a ser muy divertido.
//Out// Post rapido de Pat y lista de la vergüenza a continuacion ù.u:
Shahad - sin empezar a postear
Brian - 11 días
Vanilla - 11 días
Ethlin - 2 días
Alexis - 11 días
Iolaus - 1 día (...xD)
Valeria - 3 días (ejum U)
Idan - 1 día
Vayne - 11 días
Ilysse - 7 días
Clement - 1 día
Los días empiezan a contar una vez se acaba el plazo de 1 semana para postear. Ni Susy ni Lore aparecen ya que están o estaban de vacaciones. Bueno...no querría tener que perseguiros, pero...ya sabeis, os toca (y me toca). Un abrazo! //Out//
Volker volvió al desierto a las 3:16 p. m.
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