Después de mi reunión con Brian decidí adentrarme entre las dunas del desierto en dirección a la “ciudad fremen” donde muchas de las victimas del ataque se habían refugiado, o esas eran mis esperanzas. Mi deber como líder de la brigada de jinetes de gusanos de arena era poner sobre aviso al líder del refugio, quien además, era un viejo conocido mío.
Así pues, sal de arrakeen con un destiltraje y un martilleador como único equipaje en una mochila y me dirigí hacia la ciudad montada en gusano.
El viaje no fue demasiado largo, apenas había transcurrido medio día cuando empecé a vislumbrar mi destino, tuve suerte de llegar antes de que se desatara una tormenta de coriolis, pues de haberme visto envuelta en ella no se si hubiese sobrevivido.
Al adentrarme en la ciudad quede sorprendida de las innumerables mejoras que habían echo, hacia por lo menos cinco años que no iba por alli, sin embargo eso no me impidio reconocer a una chiquilla de melena rosada que paso junto a mi correteando.
-¡¡Ey Chrystal!!-le dije alegremente a la pequeña.
-¡¡Dizliiiiiz!!-me dijo ella efusivamente abrazándome.-¡¡Cuanto tiempo sin verte!!
-Demasiado pequeña... ya pensaba que no me reconocerías. Ha pasado tanto tiempo.-sonreí mientras le besaba una mejilla.- ¿Dónde están tus padres? Necesito hablar con ellos.- Pregunte a continuación.
-En casa, ¡¡vamos, vamos yo te llevo!!-dijo ella tirando de mi mano.
Mientras la muchacha, de unos catorce años de edad, me guiaba hasta su casa, yo observaba todo aquel enorme refugio, se veía a los fremen felices, realmente eso era como una ciudad, ya no había tiendas, si no casas como las de arrakeen y unos conductos dotaban a todos los habitantes de agua corriente que se auto-reciclaba.
Cuando finalmente llegamos ante la puerta de la casa mas grande de todas Cristal se marcho no sin antes darme un beso en la mejilla, llame a la puerta y tras unos breves segundos de espera una mujer fremen pelirrosa y de melena muy larga me abrió la puerta con una sonrisa en el rostro.
-¿Molesto?-dije sonriendo yo también.
-¡Dizliz!- exclamo la fremen dándome un abrazo.
-Ha pasado mucho tiempo Shalya, estas guapísima.-le dije a mi vieja amiga abrazándola también.
Shalya abrio la puerta y me hizo un gesto para que entrara.
-¡¡Ghassan!!-llamo la pelirrosa.-Ghassan, cielo, ven por favor. ¡Tenemos una visita!-dijo alegremente.
-Voy-escuché unos pasos que se acercaban-.Vaya, vaya, ¡si es Dizliz!-sonrió Ghassan nada más verme.
Me acerque y le di un leve abrazo con una sonrisa.
-¡Que alegría veros! además se os ve estupendamente y este lugar es.. es…
-Es todo gracias a Ghassan, que tuvo la idea y organizo a todos los fremen.-dijo Shalya orgullosa de su pareja cogiendole cariñosamente la mano.
-Qué va-negó él-.Fue gracias al apoyo de todos que conseguimos esto. De todas formas, tarde o temprano los fremen tendríamos que construir algo más avanzado que los refugios...Sobre todo desde que se han vuelto tan inseguros por culpa de las guerras...
-Tienes razón, ya os han llegado noticias de lo que ha ocurrido al Este ¿verdad?
-Sí...Qué desgracia-murmuró Ghassan, sacudiendo la cabeza.
Les conté a Shalya y Ghassan toda mi conversación con el duque mientras tomábamos te y pastel de especia que Shalya había tenido la amabilidad de preparar.
-Es por todo esto que os he contado que estoy aquí. A parte de para haceros una visita, que ya era hora.-aclare.- He venido para preveniros y que adoptéis las medidas de seguridad que creáis necesarias y para pediros un favor.
Ghassan me miró, preocupado.
-Te escuchamos-dijo.
-Necesito que, momentáneamente, me dejéis trasladar a algunos fremen a este lugar, ya no están seguros en los sieth y en arrakeen ya hay demasiados.-Mire a la pareja.- ¿Os importaría acoger a los fremen de algunos sieth hasta que acabe la guerra?
Ghassan miró a Shalya unos segundos, luego los dos asintieron.
-De acuerdo-dijo él.
-Muchas gracias amigos míos.
-No tienes porque dárnoslas Dizliz.-dijo Shalya sonriendo y luego mirando a Ghassan.
En ese momento apareció Chrystal llena de arena y Shalya se agacho junto a ella.
-Hija estas llena de arena, vamos, te ayudare a limpiarte.-Le dijo con una sonrisa. Luego se acerco para darme un beso y un abrazo, y beso a Ghassan levemente en los labios, antes de irse.-Si me disculpáis… cuídate mucho Dizliz.
-Y tu Shalya.-me despedí, y antes de irme mire a Ghassan.-Tenéis una familia maravillosa…-dije con cierta nostalgia.
-Dizliz-él me miró, consciente de mi sufrimiento-...Tú también serás feliz, antes o después. Te lo mereces.
-Gracias.-le sonreí tristemente.
-¡¡Papa, papaaaa, ven, ayúdanos!!-oí al fondo de la casa entre las risas de Chrystal y Shalya.
-Debo irme.-me apresure a decir antes de marcharme.
Realmente me daban envidia, si las cosas hubieran sucedido de otra manera... Quizás yo podría tener también una familia como aquella, con Derek y Rick...
Al salir de la casa, escuché un jaleo inusual proviniente del mercado. Había una especie de pelea, o revuelta.
-Detente, ¡maldita niña!-gritó un comerciante, antes de que una cesta de comida se estrellase contra su cara.
-¡Cállate!-gritó una muchacha pelirroja, mientras se reía maliciosamente y se encaramaba a lo alto del puesto de comida.
-¡¡Eh!!-dije acercándome.- ¿Qué ocurre aquí?
-¡Ese...pequeño monstruo está echando a perder toda la comida!-me explicó una mujer, muy nerviosa.
Mire a la muchacha que estaba subida sobre el puesto de comida.
-Vamos baja de ahí por favor…-dije tranquilamente.-La comida no debería estropearse y menos aun cuando no nos sobra, no somos atreides ni corrino...
-Hum-la chica se dejó caer de un salto y acabó agachada frente a mí-¿Sin gritos ni amenazas? Qué mujer más extraña...
-Me llamo Dizliz.-le dije a modo de saludo agradecida de que hubiese bajado del puesto de comida.
Parpadeó varias veces antes de contestar:
-Pat-tomó una fruta que rodaba por el suelo y le dio un mordisco, mirándome con interés.
-Es un placer jovencita pero…-le arrebate la fruta de las manos y a cambio deposite una moneda sobre ellas.-No deberías hacer eso.. la comida se paga.-dije señalándole el puesto de fruta que había al lado.
Pat se quedó en silencio unos segundos, con el ceño fruncido. Se levantó del suelo y me tendió la moneda.
-Esto no se come-me espetó.
Le devolví la pieza de fruta y le lance la moneda a la dueña del puesto.
-Aquí tiene.-le dije antes de girarme de nuevo hacia Pat. -¿Tu no eres de aquí verdad? ¿Vives en arrakeen?-pregunte.
La chiquilla negó con la cabeza.
-¿y pues..?-aquella muchacha me llenaba de curiosidad.
Pat se encogió de hombros y sonrió.
-Por ahí-hizo un gesto amplio. Ups-se quedó pensativa unos instantes-.Tengo que volver, o Shahad se cabreará.
Acto seguido, se giró y echó a correr.
-¡Eh! ¡Vuelve aquí niña, y paga lo que nos debes! -gritaron los comerciantes.
*OUT*Aquí el segundo posty de dizliz que ya conoce a Pat, me ha hecho mucha ilu que salieran Ghassan y Shalya *.* espero que os haya gustado y muchos besosssss nos vemos en una semanaa ;) y muchas gracias a Kao por ayudarme y por irme colgando los postys n.n eres un solete anabeeell tkkkk *OUT*
Dizliz volvió al desierto a las 1:00 a. m.
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