¡Por fin había conocido a la emperatriz! La cría [ya no tan cría] que iba a estar a mi cargo. En todo momento decidí mostrarme recto, fuerte… pero al verla todas mis expectativas cayeron.
Era una joven rubia [¡RUBIA!]de larga melena lacia y ojos ámbar[¡COLOR MIEL!], de estatura menudita y pechos...
¡Christopher! ¡Que es la heredera al trono!
Era perfecta…era preciosa…era…era…¡ERA UNA CRÍA! ¿Como podía quedarme encandilado de una mocosa? Es más, ¿Cómo podía quedarme encandilado de una mocosa, de la que tenía parte de la tutela y que además era la futura EMPERATRIZ? Tenía que sacármela de la cabeza, recordar que todo aquello no era más que un juego de poder, no mezclar mis gustos, no mezclar mis deseos ni mi placer.
Valeria tiene que comer de mi mano, NO yo de la suya…
Entonces sonó la puerta. Me reincline en la cama, puesto que estaba echado comiéndome el coco solo. Carraspeé.
- Adelante- dije con suave voz.- esta abierto.
La puerta se abrió con delicadeza, dejando ver tras de ella una joven criada con una bandeja, pude percibir que estaba algo nerviosa, así que supuse que “había caído en las redes de mis encantos”.
- D…disculpe la intromisión…Lord Iolaus…- dijo con tímida voz entrecortada, claro por MÍ presencia.-
-Tranquila…- me levanté cerrando la puerta y acompañándola a entrar del todo sentándola al borde de la cama- Es un placer recibir la visita de una joven tan bella como tu- coloqué la bandeja que llevaba sobre la mesita de noche.
La chica se ruborizo. Je, supongo que no esperaba que alguien como yo pudiese interesarse en alguien como ella. Estaba claro, era mía así que iba a proseguir a llevarle al maravilloso mundo de “Christopher Iolaus”. Parecía confusa.
Para calmarla acaricie suavemente su rostro dándole a entender que no tenía que temer por nada, al fin y al cabo, ese iba a ser nuestro secreto…
-L..lord ..I…I…Iolaus- El rubor de su cara la había parecer cada vez más bella, cosa que me hizo decidirme de una vez a probar aquellos finos labios que suplicaban ser besados por los míos.
Silencio.
Al principio pareció asustada por mi reacción, pero acabo cediéndome permiso para explorar toda su boca, el cual acepte encantado echándome en la cama con ella sobre mi pecho aún besándome.
Finalmente nos separamos, su rubor era mayor.
- ¿No lo esperabas?- dije sonriendo.
-¡Des de luego que no! ¡Como ha podido pensar que yo..!-se separó fugazmente de mí.- Por Dios Lord Iolaus, a mi nunca se me ocurriría desearle…es más...¡Esta fuera de mi alcancé!
Sí preciosa, des de luego que lo estoy, pero estoy dispuesto a acederte el favor de ser mía.
-¡Para nada son eso los motivos que me trajeron aquí! – dijo algo enojada- ¡Vine por petición de la princesa!
“Princesa” esas palabras me descolocaron del todo, pues Valeria volvió a inundar mi mente.
Reí divertido.
-Jejeje, disculpa-me rasqué la cabeza distraído.- ¿Y bien? ¿Qué se le ofrece a la futura emperatriz?- pregunté ya más serio.
La criada recobro la compostura y se coloco bien el traje arrugado. Luego tomó de nuevo la bandeja y me la ofreció.
- La princesa os ofrece gentilmente una última copa hoy Lord Iolaus.- los nervios volvieron a aparecer.-
- ¡Oh!- me levanté tomado la copa entre mis dedos- ¡Como negarme a una copa de la princesa! Será un placer complacer sus deseos.
Acerqué lentamente la copa a mis labios, oliendo el agradable aroma del digestivo que me ofrecían.
¿Agradable? Un momento, este aroma… este olor es de…
Lo lleve hasta mis labios, observé como al criada miraba nerviosa mi reacción, entonces paré.
- Me pones nervioso mirándome tan fijamente-reí dejando la copa sobre la mesilla- ¿O es que en verdad quieres algo más?- Dije sensual, tomándola de la cintura y pegándola a mi.
-¡N…no!- el rubor volvió a sus mejillas mientras se apartaba.-¡Des de luego que no! ¡Discúlpeme!- dicho esto huyo de la habitación.
Al verla huir así de mi, no pude evitar dejar ir unas risas. Luego mire lo que había tomado de sus ropas sin que pudiese enterarse.
-Lo sabía... veneno…- Mire entretenido el frasco mientras vertía el contenido de la copa en una planta, que no tardaría mucho[días] en marchitarse lentamente.
Así que a esto juegas Valeria, puesto que seguro que has sido tu... pues no te va a ser fácil, no conmigo pequeña princesa.
Me preparé para ir a dormir guardando el frasco.
Me recordó viejos tiempos aquel veneno, así que el día siguiente iba a visitar a una antigua “amiga”, aquella que siempre me había cedido los mejores materiales para mis misiones, aquella de la que siempre fui un cliente fiel. El día siguiente me prepararía para ir a ver a la bella Angela. Y prosupuesto antes de irme a verla, iba a “aconsejar” a la criada, pues si ella decía algo del malentendido mancharía mi limpia reputación, pero…oh… no querría que nadie supiese que ha intentado envenenarme ¿verdad?, así que le iba a dejar claro que debía mantener la boca cerrada…
Pero eso el día siguiente, ahora, a dormir.
**OuT** Pues aquí el segundo post de Iolaus, escapando del envenenamiento de Valeria, jejeje la verdad es que me lo pase muy bien haciendo este post aunque lo hice yo sola... xD...y espero que también os divirtais leyendolo :3! Voy en tu busqueda Angela ~~~! Besos!**OuT**
Ren volvió al desierto a las 6:32 p. m.
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