jueves, noviembre 29

Impotencia…
Sufrimiento….
Desesperación….


Caminaba por una de las anchas calles de esa ciudad sombría, pensando en lo que acababa de vivir, por segunda vez, una persona a la que quería había muerto sin que yo pudiese hacer nada por evitarlo...

Rick... ¿Cómo voy a explicárselo a nuestro hijo? ¿Cómo voy a decirle que su padre esta muerto porque yo no tuve el valor de defenderle? Por mucho que me dijiste que te dejara morir y sacara adelante a nuestro hijo... Por mucho que me hayas dicho que tu no hubieras sido un buen padre… estoy segura de que hubieras sido un padre maravilloso, quisiera haber tenido la oportunidad de estar contigo mas tiempo, viéndote cuidar de nuestro hijo... ¿Y que voy a hacer ahora? Ni siquiera pude despedirme en condiciones... Pero te aseguro que tu hijo va a estar orgulloso de ti Rick, lo prometo...

Desde que me había alejado de Rick y Johann no había derramado ni una lágrima, mis ojos resecos y enrojecidos permanecían clavados en el suelo mientras seguía andando sin rumbo, arrastrando los pies...

¿Dónde voy? ¿Qué hago?

De repente, vi a un chico tremendamente ensangrentado que caminaba dando tumbos por la calle, no pude evitar pensar en Rick, aunque sabía que no era él, no podía dejar de aferrarme a un hilo de esperanza, a medida que aquel muchacho se acercaba comencé a reconocerle, corrí hacia él y le agarré justo a tiempo para que no se diera de bruces contra el suelo.
-¡¡Zahled!!
Mi amigo me miró, tenia el rostro demacrado por las heridas y un hilillo de sangre le caía de la boca.
-Diz... mi querida amiga...-susurró.
-¿Qué te ha pasado? ¿Qué te han hecho?-pregunté nerviosa sujetándole aún.
Quería a Zahled como si fuera mi hermano, era mucho más que un amigo, era parte de mi familia y daría mi vida por él si hiciera falta, no podía perderle también.
-Estoy bien... sólo es un rasguño.-dijo con una tierna sonrisa.
-Espera no hables... te llevaré a mi casa y te curaré las heridas, te pondrás bien ya lo verás.
Intentando no hacerle daño, pasé uno de sus brazos por mis hombros y caminamos un par de kilómetros a través de la ciudad, hasta llegar a mi casa, una vez allí curé las heridas de Zahled y le hice tomar té de especia bien caliente, para que descansar aun poco, luego lo llevé a la cama y en menos de cinco minutos se durmió. Yo me fui al salón y me senté en el sillón, pequeño pero muy cómodo.

***********************************

Caminaba por una calle oscura, no había ni un atisbo de luz y a lo lejos solo se veía negrura, no se respiraba vida en el aire, sólo... sufrimiento.
De repente me di cuenta de que me seguían, un hombre de mediana estatura, pero más alto que yo, apreté el paso a través de la calle, adentrándome en la profundidad de la oscuridad.
Las entrañas de esa calle me hacían venir escalofríos, oía gritos, voces, alguien gritaba mi nombre.
-¡¡Dizliz!! ¡¡Ayúdame!!-oía.
-¿Lysha? ¿Eres tú?-pregunté, no veía nada.
-¡¡Ayúdame Dizliz por favor!! Me hacen daño… duele...-reconocía perfectamente la voz de mi hermana pequeña, pero cada vez se oía mas lejos, por mucho que caminara en la dirección que fuese.
-Lysha... ¡¡Lysha!! ¿Dónde estas? ¡¡Háblame!!
La voz cesó.
Y con ello aumentó mi desesperación, caminé más y mas deprisa, mientras aquel hombre todavía me seguía, podía notar sus ojos clavados en mi e incluso sin verle, sabía que sonreía. ¿Tenía él a mi hermana?
De repente me giré y le ví enfrente de mí, estaba tan pegado que notaba su respiración y su sonrisa se me clavaba como un puñal en el alma.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Tienes a Lysha?-le pregunté. No veía su rostro que cubría con una gran capucha parecida a la de un destiltraje.
-Sí, esta aquí conmigo, igual que tus padres...
-¡¡Sueltales!!-dije agarrándole del cuello del traje.
-También tengo aquí a otra persona... un soldaducho Atreide, dice que te conoce.. se llama Rick ¿te suena?
-¡Maldito, déjales!-le grité intentando golpearle, pero por algun motivo no lo conseguí, ni siquiera se movió para esquivarme, mi puño quedó a centímetros de su nariz, pero no pude acercarlo más.
-Si están aquí, es por tu culpa... tu has hecho que caigan en mis garras, y ahora pagas por ello.
-¿De que estas hablando?-dije mientras una lágrima caía por mi rostro.-¡¡Libérales!!
-No puedo... una vez que me los he llevado.. Ya nunca pueden volver.-contestó, no se inmutaba por mis persistentes intentos de golpearle, de hecho, parecía divertido.-Y deja que te diga algo pequeña Dizliz, venía dispuesto a llevarme a ese chico al que tanto aprecio tienes, Zahled, pero creo que lo dejaré contigo, hasta que tu misma caves su propia tumba como hiciste con los demás.
-¡¡No es verdad!! Yo... yo hubiera dado cualquier cosa por mi familia… y por Rick.
-¡¡MIENTES!!-me gritó aquel desconocido, dejando de lado ese aire impasible y tranquilo.-Si hubieras ido antes a visitar a tus padres, si no te hubieses marchado como una estúpida egoísta.. tus padres estarían sanos y salvos... ¡¡tu hermana seguiría viva!!-cada vez alzaba mas la voz.
-¡¡No es cierto!!-grité yo.-Yo me uní a la brigada para que Dune fuese más segura.. Y para protegerles...
-Sigues mintiendo… lo hiciste porque ere suna cría inmadura que solo piensa en sí misma y como la señorita se aburría en su refugio, tuvo que abandonara su familia y dejarles morir.
-¡¡CÁLLATE!!-dije cayendo de rodillas al suelo y tapándome los ojos, ahora llenos de lágrimas, con las manos.
-Acéptalo Dizliz, si tu familia esta muerta es por culpa de tu egoísmo.-insistió el desconocido. Iba a replicar, pero él continuó hablando.-¿Y que me dices de ese tal Rick?
-Él me pidió que le dejara allí, para que Johann no me hiciera daño y así poder cuidar de nuestro hijo...-susurré entre sollozos, aún de rodillas en el suelo.
-¿Y tu dices que le amabas? ¿Cómo es posible que le dejaras ahí entonces?
-¡Sí le amaba! ¡¡le amo!!-sollocé.
-Pues que bonita forma de demostrárselo… dejándole a merced de Johann... ¡¡Dejándole morir!!
-¡¡Márchate!! ¡¡Déjame!! ¡¡No quiero escucharte!!-me tapé los oídos.
-Porque sabes que tengo razón… Si tu hijo crece sin padre va a ser culpa tuya, si crece sin abuelos va a ser culpa tuya... ¿Y cuando te pregunte por su padre que le dirás? ¿Qué está de viaje? ¿O serás capaz de confesarle que si no tiene padre es por culpa de tu cobardía? ¿Qué harás Dizliz?
-¡¡HE DICHO QUE TE CALLES!!-me levanté e intenté golpearle de nuevo pero había desaparecido. En ese momento, comencé a escuchar unos fuertes golpes.

***********************************

-¿Hay alguien? Traigo un paquete para Dizliz.-decía alguien mientras golpeaba insistentemente a la puerta e mi casa.
-¿Un sueño?-me pregunté a mi misma mientras me levantaba.-Que dolor de cabeza... murmuré mientras me levantaba a abrir la puerta.
Al abrirla un chico joven con una gran caja me sonrió.
-¿Eres Dizliz?-preguntó.
-Sí, soy yo…
-Traigo esto para ti.-dijo entregándome la caja, no era exageradamente grande, pero si tenía un tamaño considerable.
-Oh... muchas gracias.-dije observándola.-¿No trae remite?-pregunté al no ver quien la enviaba.
-Parece que no, lo siento yo solo las entrego, no se quien las manda.-dijo el chico mensajero.
-Esta bien, gracias por todo.-dije mientras cerraba la puerta.
Dejé la caja en el suelo y la abrí, y en su interior había...

No puede ser…

Ahogué un grito y me llevé las manos a la boca, no podía creerlo…
El contenido de la caja...
Me tapé los ojos y comencé a llorar desesperadamente, no podía creer lo que estaba viendo, Zahled apareció zarandeándose por la puerta y me miró preocupado.
-¿Qué te ocurre Diz?-preguntó asustado.
Yo, que estaba sentada en un rincón del salón agarrándome las rodillas miré a Zahled ye señalé la caja, en cuyo interior había una cabeza, la cabeza de mi jefe, mi mejor amigo… Azim.
-¡¡Dios santo!!-exclamó Zahled al verla, luego corrió a abrazarme.-Dizliz lo siento mucho… se que le tenías mucho aprecio a Azim y... ¿De donde la has sacado?
-Me la han enviado...-susurré abrazada a él.
-¿Quién es tan retorcido como para enviarte la cabeza decapitada de tu jefe?
Y a mí sólo se me ocurría un nombre...
-Johann Harkonnen…

Para calmarme un poco, Zahled me puso una taza de té de especia y se sirvió otra para si. Nos sentamos en la mesa y comenzamos a hablar, le conté todo lo que había pasado, que un Harkonnen había secuestrado a la hermana pequeña de Azim, Shalya, a la que después habíamos ido a rescatar y a la que había cogido muchísimo aprecio. Le conté también mi encuentro con aquel desgraciado medico, Johann y mi pelea con él. Finalmente le conté que me había enamorado de un soldado atreide y que el mismo día que yo me había enterado de que estaba embarazada de él, vi como el mismo Johann lo mataba prácticamente frente a mis ojos,
Zahled me escuchó en silencio, y cuando acabé se acercó a mí y me dio el abrazo más cálido que me han dado en mi vida.
-Tranquila Diz, yo voy a estar a tu lado y te voy a ayudar en todo lo que pueda... Y quiero que te quede algo muy claro.. nada de lo que te ha pasado ha sido culpa tuya, sino de esos hijos de puta Harkonnen. Ahora tienes que seguir adelante y yo te voy a ayudar, porque eres la persona que mas me importa en el mundo Dizliz, eres mucho más que una amiga, eres como mi hermana y te quiero muchísimo y si tu quieres...-puso la mano en mi vientre y me sonrió.-Te ayudaré a cuidar de ese niño y seré el tito Zahled. Y tu vas a ser una madre maravillosa.
-¿Cómo estas tan seguro? Si no fui capaz de cuidar de mi familia...
Zahles me acarició la mejilla.
-Porque eras una niña maravillosa, ahora te has convertido en una mujer maravillosa y por lo tanto, serás una madre maravillosa.
Le abracé muy fuerte mientras una lágrima caía por mi mejilla.
-Gracias Zahled.

Sin embargo, las malas noticias nunca vienen solas, cuando le pregunté a Zahled por sus heridas, me contó que habían arrasado el refugio por orden del mismísimo emperador Adonis Corrino y que se había hecho esas heridas defendiendo el altar de mi familia.
-No deberías haberte arriesgado tanto por un altar, construiremos otro en tu nuevo refugio y ya esta Zahled.-le dije para tranquilizarle.
-Siento mucho que quedara destruido… Pero en el nuevo, puedes incluir también a Rick.-me dijo.-El problema es que no tengo a donde ir, había pensado en unirme a la brigada de gusanos para estar contigo pero dado tu estado supongo que ya la habrás dejado ¿no?
-Sí, aunque…-volví la mirada a la caja y a la cabeza de Azim.-En estos momentos.. Soy la líder de la brigada...-Ni se te ocurra Dizliz, no puedes seguir en la brigada, y menos en tu estado.-me reprimió mi amigo.
-Ya lo sé, tengo que hablar con Ishir para que me substituya... aunque seguiré siendo la líder, pues una vez que lo eres… conservas el cargo hasta el día de tu muerte, pero supongo que lo entenderán dadas las circunstancias.-dije posando mi mano sobre mi vientre.
Al recordar a Azim una nueva lágrima cayó por mi rostro…
-¿Cómo se lo voy a decir a Shalya? A Ishir le dolerá, pero lo asumirá, al fin y al cabo es un buen jinete. Pero Shalya... Azim era la única familia que le quedaba y ahora...
-Bueno. Yo iré contigo.-dijo poniendo una mano sobre mi hombro.

Y así lo hicimos, primero busqué a Ishir y le comuniqué la noticia, dio un grito de rabia y luego comenzó a golpear una de las paredes de su casa mientras decía “no puede ser, no puede ser..” Luego me abrazó muy fuerte, era la primera vez que le veía así, así que nos abrazamos el uno al otro muy fuerte.
Comunicamos la muerte de Azim también a los ancianos de la ciudad que, tal y como Azim había indicado, me nombraron “Líder de la Brigada de Jinetes de Gusanos”, y al explicarles yo la situación y el hecho de que estaba embarazada (que por cierto ya comenzaba a notárseme), admitieron que Ishir me substituyera, pero alegando que cuando mi hijo cumpliera los 12 años, yo retomara mi cargo.

Se acercaba el momento mas duro para mí... tenía que ir al nuevo refugio del Noroeste a comunicarles a Shalya y Ghassan la terrible noticia. No sabía como iba a decírselo, ya había pasado un tiempo desde que yo lo sabía, pero con tanto papeleo y lío con la brigada no había podido ir antes... Eso me hacía sentirme aún mas culpable, aunque por supuesto, mi primera y única oren como líder de la brigada, fue que se pusieran en busca de Johann Harkonnen, aunque no habían conseguido encontrarle.
Una vez resueltos los asuntos en la ciudad, yo ya podía volver a mi refugio, pero puesto que en esos momentos habían aniquilado a todo mi refugio y los únicos supervivientes, éramos Zahled y yo, decidimos trasladarnos al del Noroeste.
Mientras íbamos hacia allí yo no dejaba de pensar en mil cosas, en Rick, en mi familia y por supuesto, en como iba a contarle a Shalya que su hermano había muerto. Si yo me sentía terriblemente afectada por su muerte y ya estaba echándole de menos... ¿Cómo iba a reaccionar ella?
-Seguramente me odiará durante toda su vida Zahled.-dije cabizbaja una vez que llegamos al refugio de Shalya.
-Todo irá bien, tranquila.-me dijo él.

Zahled se marchó a dar una vuelta a petición mia, después de mucho insistirle, tenía que hacer esto sola. Suspiré y comencé a caminar buscando a la hermana de Azim.
Una Shalya sonriente me recibió dándome un fuerte abrazo.
-¡¡Dizliz!! ¡Que alegría verte!-me dijo, a lo lejos vi a Ghassan que me saludó con una inclinación de cabeza y una sonrisa.
-¿Cómo estas Shalya?-pregunté.
-Biennn, Ghassan yo estamos reconstruyendo el refugio.
-Sí, ya me he fijado, esta quedando genial, parece una ciudad.
-Así es, de hecho,e sa es la idea, romper con los Sieth tradicionales escondidos bajo tierra y crear una ciudad fremen.-sonrió.-Ademas.. ¿Sabes que?-dijo sonrojándose. Yo esperé a que continuara.-Ghassan y yo llevamos unos meses viviendo juntos y además… se acarició el vientre.-Estoy embarazada de él.
-Vaya, eso es maravilloso Shalya, me alegro muchísimo por vosotros.-Dije besándole una mejilla y acariciando su vientre.
-Y yo también tengo que felicitarte a ti ¿verdad?.-dijo acariciando mi vientre.
-Sí...
-¿No será de mi hermano no? Aunque ya sabes que creo que hacéis muy buena pareja.-dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Intenté sonreírle, pero ella vio algo en mi rostro que le hizo fruncir el ceño.
-¿Qué ocurre Dizliz?-me preguntó Shalya cambiando totalmente su expresión alegre por una preocupada.
-Es... Es por Azim Shalya... Tengo que contarte algo...
-¿Cómo? ¿Esta bien? ¿Qué le ha pasado?-Shalya empezó a ponerse nerviosa.
-Vayamos a tu casa, y hablemos allí tranquilamente, mejor que también venga Ghassan...

Cuando les tuve a los dos sentados en su casa, un sudor frío comenzó a recorrer mi nuca, tenía que contarles todo, pero no quería verles sufrir...
-Veréis Azim… él...-comencé.
-¿Qué le ha pasado? ¿Esta bien?-Vi el nerviosismo de Shalya en sus ojos así que decidí no andarme con rodeos. Agaché la cabeza.
-Lo siento muchísimo Shalya. Azim esta... muerto.
Se hizo un silencio total, Shalya se llevó las manos a la boca y Ghassan me miraba con el rostro desencajado.
-Pero.. Pero... Azim... No puede ser... ¡¡Mi hermano no puede estar muerto!!-arrancó a llorar la pelirrosa.
Ghassan la abrazó intentando consolarla, aunque obviamente era inútil.
Les conté todo lo sucedido, omitiendo simplemente el hecho de que Azim estuviese enamorado de la hermana de la baronesa Harkonnen.
Shalya estaba destrozada, no dejaba de llorar y los intentos de Ghassan, que también estaba muy afectado, por consolarla fueron inútiles.
Decidí quedarme con Shalya en su refugio, Ghassan no puso ninguna objeción en que Zahled y yo viviéramos allí, sobretodo después de que también les contara lo que había ocurrido con mi refugio y mi historia vivida con Rick, Johann y el embarazo.

La muerte de Azim había afectado muchísimo a Shalya, algo obviamente comprensible, pero el hecho de apoyarnos la una en la otra y también tener, yo en mi caso a Zahled y Shalya a Ghassan a nuestro lado, hizo que pudiésemos continuar con nuestra vida, aunque no iba a ser ni mucho menos lo mismo sin Azim.

*******************

Pasaron los meses y un día recibí una carta de los ancianos diciéndome que un asunto muy urgente de la Brigada necesitaba que fuese a Arrakeen. Zahled se opuso a que me marchara, pues estaba apunto de dar a luz, pero yo y mi cabezonería ganamos la partida y sin demora partí a Arrakeen.
Fui al lugar indicado, pero una vez allí, los ancianos que me recibieron tenían una ctitus muy extraña, se les veía frios, parecían muertos vivientes...

De repente todo comenzó a tornarse de un tono oscuro, aparecieron unas personas a las que no conocía de nada, de hecho, ni siquiera parecían de raza fremen y hicieron el ademán de agarrarme, pero yo forcejeé. Los ancianos me ordenaron que me sometiera, que sólo querían ayudarme.
-¿Ayudarme a que?-pregunté yo desesperada.
-Todo saldrá bien Dizliz, tienes que confiar en nosotros.-decían ellos en un tono lineal y sin inmutarse.
Aparecieron más de esas personas, todas vestidas con batas blancas y me rodearon.
-Ni se os ocurra tocarme…-amenacé.
-Es inútil que te rebeles contra nosotros Dizliz.-Me dijo una mujer con gafas y una larga melena de color fucsia.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?-pregunté cada vez mas nerviosa. No me gustaba nada la situación, me metieron en una sala y sin darme ninguna explicación me ataron a una especia de camilla y comenzaron a ponerme todo tipo de vendajes, agujas, etc.
-Shhhh, es mejor que te tranquilices y no digas nada.-Me dijo aquella mujer.-El parto podría complicarse...
-¿El parto? ¡¡Yo no estoy de parto aún!!-dije alzándole la voz.
-Ahora sí…-dijo mientras me clavaba una aguja y me metía un líquido por vía intravenosa. De repente, comencé a sentir un dolor muy fuerte en el vientre.
-¿Qué me estas haciendo?-grité.
-Ayudarte, ya te lo he dicho. Tranquilízate y todo irá bien, aparte de esa deficiencia en un ojo, el niño esta completamente sano…
-¿Cómo sabes que tiene una deficiencia en un ojo?-pregunté, después grité por el dolor.
-Te he dicho que te calmes o te dolerá mas, estas dilatando, respira acompasadamente y deja de alterarte.-decía aquella mujer de pelo fucsia.
-¿Quién eres?-pregunté.
-Soy la doctora Silven, y si no te tranquilizas de una vez te pondré un sedante, así que yo de ti me calmaría.-me amenazó.
-¿Por qué me haces esto?-dije mientras una lágrima caía por mi rostro.
-No es nada personal Dizliz, créeme.-dijo clavando sus ojos de color ámbar oscuro en los míos.-Ahora prepárate, allá vamos.-Dijo colocándose entre mis piernas para ayudarme en el parto.-Por cierto, ve pensando un nombre, es un niño.

Pero yo ya tenía pensado uno. A partir de ese momento todo sucedió muy rápido, un dolor muy fuerte me vino, muchísimo mas fuerte que todos los anteriores juntos, entonces aquella tal doctora Silven me gritó:
-¡¡Ahora empuja!!
Y eso hice, comencé a empujar con todas mis fuerzas hasta que no pude más.
-Lo estas haciendo muy bien Dizliz.-Dijo aquella doctora mientras miraba uno de los monitores a los que me habían conectado.-Atenta que viene otra... ¡¡empuja!!
Otro dolor muy fuerte volvió a invadirme y yo volví a empujar con todas mis fuerzas.
-Vamos un poco más…-decía la tal doctora. Y yo obedecí.
-¡¡Ya está!!
Cortó el cordón umbilical y luego se fue a la otra parte de la sala y comenzó a lavar a mi hijo, al hijo de Rick… a Dereck.
La doctora Silven volvió a acercarse con el niño en brazos, había nacido tuerto, pero me daba exactamente igual, lo quería con locura y sonreí al verle y escucharle llorar. Por un momento me había olvidado de que estaba ahí retenida a la fuerza y que me habían obligado a dar a luz.
-Ahora dame una explicación para todo esto.-le dije a la doctora mientras esperaba a que me diera a mi niño.
Pero no lo hizo, sonrió y dijo algo que nunca olvidaré.
-Lo siento, pero no volverás a ver a este crío, nos lo quedamos nosotros, te pondremos unos puntos y te dejaremos en tu casa de la ciudad, olvídate de que nunca tuviste un hijo Dizliz, es lo mejor.
-¿Qué estas diciendo?-me alarmé.-¡¡Dame a mi hijo!!
-Cuídate Dizliz.-dijo la doctora Silven antes de darse la vuelta y comenzar a caminar llevándose a mi hijo.
-¡¡NO!! ¡¡DERECK!! ¡¡DEVUÉLVEME A DERECK!!

**************************

Aquel día, la doctora Silven no me devolvió a mi hijo, se lo llevó, lo alejó de mí y me dejaron en mi casa de la ciudad para que me recuperara. Me pasé semanas encerrada llorando, no dormía, apenas comía, solo podía pensar en dereck, en mi hijo, al que me habían arrebatado… Cuando me recuperé, me puse en contacto con Zahles y le conté todo lo ocurrido, el vino rápidamente a Arrakis y fuimos a hablar con Ishir, que puso a toda la brigada a buscar a esa mujer que se había llevado a mi niño.
Pasaron los días y nadie encontraba a esa mujer.
Los días se convirtieron en semanas…
Las semanas se convirtieron en meses….


Pasados los meses, cuando estuve completamente recuperada, (físicamente, pues el dolor interno nunca iba a ser sanado) volví a asumir el liderazgo de la Brigada de Jinetes de Gusanos y me trasladé definitivamente a la ciudad, aunque tanto Zahled como Shalya se oponían, decidí vivir sola y no dejé que Zahled se trasladara conmigo.

Lo siento mucho Rick, no he podido ser una buena madre, me han arrebatado a lo único que me quedaba, a nuestro hijo... Pero juro que nunca descansaré hasta volver a ver a esa mujer, matarla, y recuperar a nuestro hijo, a Dereck…


*OUT* Bueno... lo sé es eterno.. realmente es el post mas largo que he escrito en mi vida.. pero estoy muy orgullosa de él, os pido disculpas por la extension, pero aki acaba mi papel de dune, gracias a los dueños de los personajes con los que roleé, sobretodo Rick y Azim, y espero que aunk kerais matarme pok era muy largo, os haya gustado n.n besines nos vemos en la siguiente temporada ;)
Por cierto.. la cabeza de Azim la enterramos junto con aquella mesa de Will en medio dle desierto (la recuerdas Kao??) xDD mil besos a todos y espero ke os hayan gustado todos mis posts, no solo lso de Dizliz, sino los de Shalya y Yerik también, os kieroo!! *OUT*




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