domingo, septiembre 23

¡Qué alboroto!
Y qué silencio, justo después.

Mis pasos resonaban por los pasillos de metal del segundo refugio Harkonnen. ¿Dónde estaba todo el mundo?

Las personitas importantes habían tomado sus naves y se habían largado. Las personitas no tan importantes esperábamos, ansiosos una orden de nuestros amos...
Pero esa orden no llegaría. Mavra se había ido de aquí para siempre...

Abrí la puerta del improvisado salón del trono de un golpe. Apenas habían pasado unas horas, y una fina capa de arena comenzaba a impregnar toda la habitación...
Me senté en el enorme trono metálico y subí mi talón derecho sobre mi rodilla izquierda.
Esperé.

-"La simplicidad..."-tartamudeé-"La...simp...simplicidad..."

Esquivé las miradas severas de padre y madre y dirigí mis ojos a una esquinita, donde estaría aguardando mi cómplice y hermana pequeña...
Ella alzó un cartelito.

-"La Simplicidad es el concepto más Complejo de aprender"-leí, aliviado-.Escuela Mentat, conceptos Básicos I.

Y con esa iban...las 100 preguntas.
-Supongo que puede asistir a nuestra Academia-concedió el serio Mentat que me evaluaba.
Mi padre sonrió y mi madre me miró, feliz.
-Muy bien, Vaan, hijo mío.

Giré la cabeza para darle las gracias a la pequeña, pero ya se había marchado.
"Gracias, hermanita. Gracias, Patricia..."


Salté del trono y me dirigí a la salida.


¿Y el chaval?

Entré en la sala común de los soldados. Había unos pocos que dormitaban o se quejaban.

Se fue a buscar a la fremen...

-¿Cabo?-pregunté a uno de los soldados.
-¿Sí, general?-ni siquiera se levantó. Me miró de reojo desde el sillón.

-Pché, los Mentat. Son falibles, como todo el mundo. Lo único que pasa es que hablan "rarito"-me espetó Patricia.
Me reí.
-Prefiero estudiar Arte, pero...


Alguien abrió la puerta de golpe. Varios Sardaukar irrumpieron en nuestra casa.
-¿Qué es esto?-siseó nuestro padre. Sin embargo, sus piernas empezaron a temblar instantáneamente...
-Quien roba al Imperio es un traidor a su pueblo y al Emperador-la voz metálica surgió desde debajo del casco-. No nos importa que seas un noble Corrino. Pagarás por tu estafa...como todos.

En ese momento supe que mi padre era un robaba del Tesoro Imperial...Y que nuestra vida opulenta acababa de terminar.

Pude ver a mi hermana y a mi madr epor última vez, antes de que se las llevaran para siempre.
-¡Vaan!
-¡PATRICIA!

Lloré y grité, pero no sirvió de nada.


-Olvídelo-sonreí al arrogante hombrecillo y salí.

¿Y mi...psiquiatra?
¿A quién debía a agradecerle haberme devuelto mis míseros recuerdos, sino a él?


La puerta del laboratorio chirrió...
-¿Doctor?-susurré.

Cuando vi Salusa Secundus por primera vez, y con tan sólo doce años, comprendí que mi padre no iba a sobrevivir. A los pocos días mi querido anciano se derrumbó, apretándose el pecho y soltando espuma por la boca.
Era el aire...El aire de Salusa.

El planeta era una prisión, pero también un campo de entrenamiento. Cada día que lograba sobrevivir me alejaba de mi condena y me acercaba a mi nueva vida como Sardaukar.
Era sencillo: Mata o muere. La escoria como nosotros era tan abundante que el planeta estaba superpoblado.

Me metí de lleno en el juego. Cada día luchaba mejor, cada día mataba mejor. Pronto saldría de allí y me convertiría en un Sardaukar.


-¡Doctor!-mascullé, molesto, tirando uno de sus preciados aparatos al suelo. Se hizo añicos.

En una de esas batallas, me encontré frente a un rival muy particular. Por su tamaño, debía de ser de mi edad... Pero luchaba de forma genial.
Juraría que hasta calculaba la trayectoria de las balas...

Fue un instante de suerte. El sol abrasador, a mi espalda, hizo que mi contrincante cerrase los ojos apenas un momento...
Disparé y di en el blanco, justo en un lado de la cara.

La figura calló al suelo, se retorció y profirió un grito que me llegó hasta al corazon...
Era un grito de mujer.
-¡¡MIS OJOS!!

La frende despejada, el cabello rubio y fino, las mejillas sonrosadas y un ojo que ya no era... nada.
¿Pero...una chica?¿Aquí?

-¿Habéis oído? ¡Suena como una mujer!

Sentí pena. Pensé en Patricia. Vi como la muchachita se retorcía y como esa escoria aullaba y buscaba ansiosa a la primera mujer que habrían visto en muchos años...
Murmuré una disculpa y me retiré. Ella no sobreviviría...


-¡APARECE!-la emprendí a patadas con todos sus instrumentos-¿Acaso tú también te has ido?


Llegué a convertirme en el mejor Sardaukar jamás visto. Los viejos murmuraban sobre mis logros y mis posibles recompensas.
Sin embargo yo no podía dormir.
Ese grito me acompañaba a todas partes. Resonaba en mi cabeza. Pronto se le añadieron más gritos...El de todos los que agonizaron en mis manos.
Desgraciadamente para mí, podía sentir el sufrimiento de todos.

Un viejo Sardaukar permanecía sentado, con una sonrisa atontada en el rostro mientras otros dos, más jóvenes, torturaban a...algo que fue humano, alguna vez.
Me acerqué. Ellos rieron. El ser lloró y pidió la muerte...
-¿Cómo lo soportas?
El viejo, sin quitar la vista del horrible acto, continuó sonriendo.
-¿Cómo se soporta el dolor, hijo? Con calmantes.

Me fijé en sus ojos. Rojos...Rojo semuta.

-¿Hay calmantes para la conciencia? ¿Para el alma?
-Si estás dispuesto a pagar el precio, hay calmantes para cualquier cosa, hijo mío...-y se rió.

Después, todo es historia...
Me marché de allí. ¿Quién acogería a un asesino? Otros asesinos. Los Harkonnen.
Trabajé duro, y cuando llegué a una alta posición...
Curé mi alma y mi conciencia.


Sin embargo, nunca volví a ser Vaan, el Mentat. O Vaan, de Corrino. O simplemente Bueno-Para-Nada Vaan.
Tuve que ser Volker, para el resto de mi vida. Mi nombre de Asesino Sardaukar, y mi carga.



Él tampoco estaba...
-No importa.

Me encogí de hombros y salí...No sin antes dejar una granada tras de mí.

Justo tras la explosión, los Harkonnen que quedaban se reunieron en el pasillo, frente al laboratorio, ansiosos.
-¿Qué ocurre, General?
-¿Qué hacemos?¿Hay que atacar a alguien?

Les miré. Pobres bestias...
Saqué mi pistola, lentamente, del bolsillo.
-Nosotros, que no somos más que unos sucios asesinos, destrozamos vidas, aniquilamos sueños y esperazas y nos complacemos en el sufrimiento ajeno...-sonreí-.Nosotros, hoy, vamos a redimirnos.

Me llevé la pistola a la boca, la sujeté con los dientes y reemplacé el cargador por uno nuevo. Sonreí.


//Out// Johann~ te has quedado sin laboratorioo~ XD
Ok, pasado toste y dramatico, pero tenia que ponerlo T_T me hacia ilu! Solo espero que no haya quedado muy largo y que haya acertado en la forma de contarlo... //Out//




 ~ Protagonistas ~















~ Contacto/Participar ~

¡Envía un
email!


~ Créditos ~

- dafont.com
- celestial-star.net
- design-sensation 

-
Y a todos los que probaron, recomendaron, aconsejaron, observaron o tuvieron que enviar sus fichas más de una vez por culpa de la webmisstress...Es decir, a la totalidad de los participantes de este rpg,
¡Gracias!


~ Protagonistas ~


















~ Tag Board ~






~ ¡Visita también...! ~

-
.rpg//encuentro (el foro!)

- Mundo RPG (información sobre los RPGs)