Había convencido a Shalya para que se viniera conmigo, estaba apunto de subir cuando de repente vimos aparecer una nave y de ella se bajó un fremen de pelo castaño, Shalya abrió mucho los ojos.
-¡¡GHASSAN!!-gritó y tuvo la intención de ir corriendo hacia él pero yo la agarré del brazo impidiéndoselo. Ella me miró sin comprender.
-¿A dónde crees que vas?-dije yo mirándola.
-Ese es el fremen al que busco, gracias por tu ayuda, pero ya no necesito ir a ningún lado.-sonrió con inocencia.
Estúpida...
-Eres una ingenua y eso te va a costar la vida.-dije empujándola al interior de la nave.
-¡No!¡Ghassan!-sollozó ella.-¡Me has mentido!
-Jajajajaj.-me carcajeé.-¿De verdad creíste que iba a ayudarte? Desde hace meses solo pienso en acabar contigo fremen pelirrosa, no se como lo hiciste pero me has obsesionado y eso es muy peligroso.. Ahora acabaré con lo que empecé la otra vez...
Ella comenzó a llorar y decidí llevarla al antiguo palacio Harkonnen, ya no había gente viviendo allí, pero aun había algo de vigilancia, la metí en una habitación y la dejé allí.
-Ahora vuelvo preciosa, voy a buscar algo de beber.-dije saliendo d la habitación y dejándola allí.
No muy lejos vi una melena de color liloso, me resultó muy familiar. Al principio me acerqué a ella mientras intentaba recordar de que la conocía. Empecé a caminar en círculos a su alrededor, pero pronto acabó con mi paciencia al intentar huir. Lo que colmó el vaso fue que me llamara... Enano....De repente me acordé de una Atreides contra la que había peleado en el refugio fremen hacia ya bastante tiempo, en mi primera misión como subordinado de Volver, recordé que aquella vez yo estaba de incógnito y ella me había descubierto, me había llevado 5 cabezas atreide ese día y una daga que ella me había lanzado, ahora la recordaba.
-¡Pero si es mi amada atreides!-dije con una amplia sonrisa.
Se giró bruscamente, la miré de reojo y cuando estaba apunto de esquivarla de nuevo, no se como, consiguió colocarse detrás de mi y me colocó el cuchillo en el cuello.
-Uhm...-musitó.- ¿Dónde está?
-Oh eres rápida, parece que esto se pone interesante.-Giré la cara y le lamí la mejilla, acto seguido ella me soltó.-No se de que me hablas..
-Eres una rata.-Gruñó.-¡Me refiero a Shalya!
-Eso no es de tu incumbencia, leona.-Sonreí.-Creo que.. me voy a divertir contigo.
-Vas a arrepentirte de tus palabras, enano.
-Cuando lo vea lo creeré gatita.-dije abalanzándome sobre ella espada en mano.
Colocó su cuchillo delante de mi espada, consiguiendo detenerme, cosa que me sorprendió. Rápidamente se quitó de mi camino y pasé de largo. Luego se giró mientras sacaba un arma especial, no aparentaba ser como las demás que yo había visto anteriormente.
-Apuesto a que ocupas un alto cargo entre los insectos de tu raza.-espeté con desdén mientras me giraba hacia ella y me ponía en posición para pelear.
-Lástima que no pueda decir lo mismo de ti. Me pareces igual que el resto de los Harkonnen
Negué con la cabeza divertido.
-Te equivocas preciosidad... yo voy a hacerte sufrir mas que cualquier otro Harkonnen.
-Ja.-Tras eso, se lanzó al ataque.
Nuestras espadas chocaron una vez tras otra, ella era muy rápida, pero para su desgracia, se estaba enfrentando a YERIK el más rápido de los Harkkonen así que esa cualidad se veía ensombrecida.
Tras varios minutos de lucha intensa ella me hirió en la pierna.
-Maldita atreide.-espeté.-Voy a disfrutar muchísimo acabando contigo.-Dije mientras me hacía un torniquete en la herida.
-Hum...-Esa cara que tenía de "santa" se pervirtió por un momento.- ¿Ah si?
-Por supuesto querida.-dije mientras me relamía los labios para provocarla.
-Asqueroso...-Gruñó, luego me atacó de nuevo.
Volvimos a nuestra pelea, esquivábamos ataques, nos dábamos mandobles y puñetazos hasta que fui yo quien la hirió, esta vez en la mejilla.
Se tocó la herida con el dedo índice, luego frunció el ceño. En su cara había una extraña determinación, al parecer estaba decidida a acabar conmigo y con todo el que se colocase en su camino. Así pues, rápido se lanzó de nuevo al ataque sin reparar en su herida. De pronto me tomó por el cuello y comenzó a apretar.
Ella cada vez apretaba más, tenía que encontrar una solución, saqué un chuchillo que tenía en la espalda y se lo clavé en el hombro. Continuó apretando, mientras miraba de reojo el cuchillo, en ese momento aumentó la presión y me empujó contra la pared. De su hombro salía una gran cantidad de sangre, pero aparentaba estar decidida a matarme.
-Joder niña...creo que al final tendré que hacerte daño de verdad.
Le di una patada en la barriga y tuvo que soltarme, luego le di un rodillazo en la cabeza y cayó hacia atrás. Quedó confusa por unos momentos, sin embargo, se levantó con rapidez. Tenía una herida en al frente, cuya sangre le recorría toda la cara.
-Muerto, vas a acabar... MUERTO.-gruñó.- comiste un gran error al... llevártela.
-Pues yo creo que la que va a acabar muerta eres tu.-sonreí.- ¿No ves que no tienes nada que hacer contra mi?-espeté en tono de burla. –No eres mas que una muñequita de porcelana de pelo lila.
Comenzamos una lucha muy intensa, sus golpes eran mucho mas certeros que antes y aunque jadeaba, su ritmo seguía siendo muy rápido, por otra parte, yo seguía manteniendo el tipo, me arreó una patada en el pecho que me dejó sin respiración pero di un par de volteretas hacia atrás y luego volví a correr hacia ella, saqué la espada y se la clavé en la pierna, al mismo momento ella me clavó su cuchillo en el brazo.
-Maldito...-refunfuñó.
-Yo también te quiero.-dije riéndome.
Cada uno sacamos nuestra arma del cuerpo del otro, dejando un regero de sangre tras de si. Luego, continuamos peleando pero lo cierto es que ambos estabamos bastante tocados aunque no tanto como al principio. Pensé por un momento que aquella pelea iba a ser interminable, sin embargo, pronto recordé que me había hecho con un líquido que Johann guardaba en su laboratorio. Sin que se diese cuenta, lo esparcí en mi espada y conseguí rozarla en un brazo. Acto seguido se detuvo en seco y sus piernas le fallaron.
-¿Qué diablos...?-musitó.
-Lo siento cariño.-dije enseñándole la botellita.-Ahora te vas a venir conmigo.
-Que... ¿qué has hecho?-gruñó, apenas podía moverse.
-Pues...-la cogí del pelo y la levanté, luego coloqué su cara frente a la mía y le di un beso.-Básicamente te he paralizado con una cosilla que le robé a cierto medicucho.
-No me... no me toques.-espetó, con asco.
-Lo lamento, pero eso no va a ser posible.-dije arrastrándola hacia otra de las habitaciones.-Vaya hoy estoy sembrado, después de tanto reprimirme...
-No se que pretendes pero no vas...-intentó resistirse, pero con ello solo consiguió caer.- ... a hacer... nada...
-Arg... voy a tener que llevarte en brazos.-La cogí en brazos. Y Ella se desmayó.
-Que día...-susurró, mientras despertaba poco después de que hubiésemos entrado.
-El día de tu muerte cariño, pero antes, te haré experimentar el placer más grande del mundo.-le susurré.
La tenía atada a la cama y yo estaba sin camiseta delante de ella, sonriendo con malicia.
-Ni se te... ocurra...-gruñó, apenas con fuerza en la voz.
-Lo mejor será... que cierres esa boca tan preciosa que tienes.-comenté mientras me tumbaba en la cama junto a ella y me quitaba los pantalones.-Dime una cosa... ¿Cuál es tu nombre?
Me miró enfurecida, luego forcejeó con sus ataduras pero con ello solo consiguió hacerse una herida en las muñecas. Apretó los dientes y farfulló algo que no pude entender.
-No me has contestado a mi pregunta.-repliqué.
-Y no pienso hacerlo.-Espetó, luego miró hacia otro lado.
La miré y comencé a desabotonarle la camisa del uniforme atreides. Cuando se la desabroché vi la placa del ejército, se la arranqué de un tirón y la leí.
-Vaya vaya Frederth... Así que eres la guardaespaldas del Duque Brian Atreide... Esto me excita aun más...-sonreí.
-... -Continuaba mirando hacia otro lado, se mantenía fría e impasible. Sin embargo, algo en sus ojos me hacía ver que no entendía muy bien lo que yo estaba planeando. ¿Era tonta?
La cogí bruscamente de la cara y la hice mirarme.
-Dime una cosa Frederth... ¿Eres virgen verdad?
-¿Hum?-Fue lo que dijo, pero no me respondió.
-Nunca has estado con un hombre...-sentencié.
Sus ojos continuaban fijos en mi, pero no encontraba respuesta en ellos ni tampoco en la propia Frederth.
-jajajaja...JAJAJAJAJAJAJAJAJA-comencé a reírme de forma maníaca.-¡Me ha tocado una monjita!-dije arrancándole los zapatos y los pantalones.
-No te emociones.-Refunfuñó.- No te he respondido.
-Bueno... en seguida sabremos si eres virgen o no...-comenté mirandola. Ya la había dejado en ropa interior, me acerqué a ella y le lamí la mejilla mientras ella me miraba asqueada, después me dispuse a quitarle la ropa interior.
Intentó mantener la calma, pero de pronto intentó luchar de nuevo contra sus ataduras haciendose aún más sangre. Consiguió golpearme en la cara, y lo cierto es, que me dolió.
Me froté la zona dolorida y le arranqué las bragas, después introduje un dedo en su vagina, lo suficiente para comprobar si era virgen o no, ella forcejeaba, pero era inútil que se moviera.
-¡JAJAJAJAJAJA LO SABÍA!-dije al comprobar que en efecto lo era.-Creo que aunque calme mis ansias contigo, tendré que seguir buscando a la fremen pelirrosa, esa era mas tigresa.
-ve... vete al cuerno enano despeinado.
-Yo me iré al cuerno... Pero tú irás al reino de los pecadores, porque vas a perder ahora mismo tu pureza.
Entonces comencé a violarla, no fui tan bruto como quería pues en si, me reservaba para Shalya, aun así la hice sufrir, gritó, chilló sangró…
Me amenazó diciendo que me iban a matar, yo me reí y seguí violándola, incluso gimió, le gustaba, aunque ella lo negara.
Finalmente Frederth se desmayó, las heridas que le había echo sangraban y decidí que era hora de acabar con ella.
Ella entreabrió los ojos y yo saqué una daga que ella me había tirado en nuestro anterior encuentro.
-¿Te suena esto?-dije enseñándosela.
-Ya decía yo que alguna rata debía habérsela llevado..-espetó ella.
-Pues es la misma que va a quitarte la vida.-dije clavándosela.
Ella se resistió, pero comenzó a sangrar mucho, fue maldiciéndome y poco a poco se quedó sin fuerzas.. hasta que dejó de moverse.
La próxima serás tú... Shalya...
*OUT* Pobre Frederth Muajajajajajajajaja (ke conste ke yo no kería, Lorena me obligo ;__;)Asias por la ayuda wapii. En fin se ke es un poko largos pero estamos a final de tmeporada, podeis perdonarme everdad?? os kiero n.n por cierto Nep bienvenida de nuevo ;) *OUT*
Maron volvió al desierto a las 3:12 p. m.
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