Estos últimos días mi vida ha dado un cambio radical.. todo este tiempo de reflexión, entrenamiento y determinación me han conducido a.. romper todos mis principios A traicionar a mi propia prima.. Después de cierta situación en la que estuve a punto de perder algo mas que un miembro.. recibí varias visitas al hospital que acabarían por remover todo lo que tengo dentro.. Primeramente vino mi prima.. fue una charla profunda.. donde le expliqué (una parte de) mis sentimientos y le ofrecí mi ayuda para recuperar su puesto.. Poco después llegó ÉL.. el causante de haber provocado mi traición hacia la persona más importante en mi vida… .. o eso creía.. Le prometí lealtad a Adonis.. a pesar de tener que traicionar a Altair y a mis principios, he decidido ser… la nueva marioneta de Adonis
Sorprendentemente esa misma noche pude salir del hospital, era como si.. las heridas hubieran desaparecido de mi cuerpo salvo algunas magulladuras y.. otras cicatrices que se sumaban a las ya adquiridas años atras
... del mismo modo...
Alguien abrió la puerta...
Tú..
- Me alegro que ya estes recuperado-saludo la suave voz de Adonis y sonrio.
- Adonis... -dije mirándole ensimismado- ¿Cómo has sabido que estaba aquí?
Él se acercó y posó su mano sobre mi hombro - Fui a visitarte a hospital y me dijeron que ya te habían dado de alta -su mano subió a mi cabeza y acarició mi cabello- Quería saludarte
Tenía miedo de que notara cómo se me aceleraba el corazón.. a pesar de ser totalmente consciente de que era pura fachada.. él no era así.. pero me atraía irremediablemente
- Gran detalle por su parte, Emperador.. -le miré espectante
- Cuando estamos solos mi querido Alexis -se inclino un poco para mirarme a los ojos- puedes olvidarte de las formalidades
Cuanta hipocresía pero... me gusta..
Sonreí.. -Entiendo... gracias, Adonis
- No me agradezcas -sus suaves labiosa rozaron los mios por un breve instante- Sabes? Hoy te tengo una sorpresa
- ¿Una sorpresa? -Pregunté con asombro.. no esperaba tanta.. exageración por su parte-¿De qué se trata?
- Un fremen vendra a comer con nosotros, ese mismo fremen que le ofrecio a Altair venderle la especia -su expresion se volvio fria- Se lo que hiciste mientras estabas en el asqueroso Dune, Alexis, se acerca del trato que te ofrecieron
Ah.. eso..- Tú... ¿De qué estás hablando.. Adonis?Los dedos de Adonis se clavaron en mi piel y su mirada reflebaja odio- No tienes porque finjir, lo se todo Alexis. Quiziste poner mi esposa en tu contra. Pero te he perdonado
Perdonado... él...
- ¿Pretendes confiar en alguien que.. ha intentado atentar contra tu persona..?
Alexis.. no juegues con fuego.. pero necesito estar seguro..
Adonis sonrio- Tu no vas a traicionarme, no otra vez. Me necesitas
Tragué saliva
- Yo no... te necesito..
Me temblaba la voz
- Mentiroso -senti sus labios acariciar mi cuello y su humeda lengua subir hasta mi boca- Claro que me necesitas, estas enfermo Alexis, no puedes vivir sin mi.
-No sigas.. no.....
Me abalancé sobre él y, tirándole al suelo, me quedé tumbado sobre suyo, paralizado
Sus labios dibujaron una sonrisa de triunfo- Te dije que no ibas a tenerme hasta que me demostraras tu lealtad.
No podré esperar..
- No.. tiene que ser ahora... -le besé de nuevo- Necesito sentirte para estar totalmente seguro..-No podría contenerme..
- Te he dicho que no -su voz era despota, ya no se parecia al amable Adonis de hace unos segundos
...
- Entiendo... -Me levanté y me quedé contra la pared-¿qué quieres? -mi voz también sonó fría y distante
- Como te iba diciendo antes de que tus deseos sexuales salieran, hoy comeremos con el fremen; Horace llegara en un par de horas con el. Los detalles no necesitas saberlos, pero necesito que lo hagamos sentir en confianza, entienes Alexis?
-Ajá.. entiendo... ¿Así que pretendes comprar mi lealtad con tu cuerpo?
...
- Está bien.. sabes que no voy a poder negarme aunque quiera.. -mi tono de voz seguía siendo brusco- Ahí estaré- Alexis, mi querido y joven Alexis -sus labios me dedicaron otra de sus hermosas, pero falsas, sonrisas- Si todo resulta satisfactorio para mi, voy a follarte en la mesa.
- Claro.. para que cuando haya hecho el trabajo sucio me mates y así todos felices.. ¿verdad? Al igual que tú necesitas una prueba de mi lealtad.. yo necesito una de la tuya, sino, no hay trato -avancé hacia él- ¿Qué me dices?
Sus ojos ambar me miraron divertido.
Con brusquedad me empujo de cara a la pared y me abrazo por detras.- Escuchame bien Alexis, que sea la ultima vez que me hablas asi, yo pongo las reglas -Una de sus manos se deslizo dentro de mi pantalon y comenzo a acariciar mi miembro con fuerza- Estoy siendo muy paciente y condecendiente contigo perrita
- Así que has sido paciente... -mi respiración se precipitó- Está bien, las reglas.. son.. -tragué saliva costosamente- tuyas
- Asi me gusta... -senti como su otra mano tambien de desilazaba dentro de mi ropa y sus suaves dedos recorrieron la piel de mi espalda baja, desendiendo mas y mas
No pude disimular los gemidos que empezaban a salir de mí.. no podía reprimirme más..
De pronto las caricias lascivas terminaron.Me di la vuelta y observe como Adonis se dirigia a la puerta.- Ire a preparar todo para la llegada de nuestro invitado -sonrio- Enviare a Horace por ti mas tarde
Así que.. tus reglas... está bien, Adonis, participaré en este juego.. el último juego.. pero serás Mío
Alexis volvió al desierto a las 10:40 p. m.
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