Desde la batalla contra los harkonnen no había vuelto a ver a Azim, ni a Ishir... ni tampoco a Rick.
Me había dedicado a ayudar a los heridos a curarse, tengo algunos conocimientos medicos y podía ser de alguna utilidad, así que en eso ocupé mis días, sin embargo me preocupaba la idea de no haber tenido ninguna noticia de mi jefe, le busqué por media ciudad y aun así no apareció...
Me habia recorrido arrakeen media docena de veces cuando decidí sentarme a descansar, estaba exhausta...
-Hola preciosa, ¿que haces aquí sola?, si no estabas haciendo nada te hubieras podido pasar por mi habitación mujer.
Me giré para ver a Rick quien me miraba sonriente.
-Hola Rick.-dije levantándome.-Buscaba a mi jefe, desde la batalla contra los harkonnen no le he vuelto a ver y estoy algo preocupada.
-Vaya así que el cabeza zanahoria ha desaparecido, yo tampoco se nada de Frederth ni de Will, supongo que se habrán cogido unos días libres.
-Se los merecen.-sonreí.-¿Y tu que tal estos días guapo?
-Pues estoy buscando un doctor, el mejor de dune y si no encuentro ninguno lo buscaré donde haga falta - dijo con un tono serio.
-¿Estas enfermo o algo así? No me asustes.-dije preocupada.
-No tranquila, yo estoy bien, es para otra persona.
-Oh...-agaché la cabeza.-Entiendo. Si puedo ayudarte en algo solo tienes que decirlo eh.
-Si estuviera enfermo no buscaría a un doctor, ya te pediría a tí que fueras mi enfermera personal -dijo sonriente.
Me sonrojé levemente y luego le miré con una sonrisa.
-Por aquí hay un gran medico, se llama Herold, no se si será el que buscas, pero es muy bueno.-comenté.
-Estupendo preciosa me has ayudado mucho, y ahora cuéntame cual es tu problema, antes te veía muy pensativa.
-Pues.. Es que tengo un mal presentimiento, creo que algo va a pasar y…-agaché la cabeza.-Son sólo tonterías supongo.
-Si necesitas ayuda no dudes en pedírmela preciosa, pero no hagas ninguna estupidez sola.
-Muchísimas gracias Rick, por lo pronto creo que seguiré buscando a mi jefe, a ver si hay trabajo.- le sonreí.-Por cierto aquí tienes la dirección de Herold.-dije tendiéndole un papel.
- Las gracias debo dártelas yo a ti, espera un momento - dijo mientras se acercaba a mí y me daba un intenso beso.
Yo también le besé y luego le acaricié la mejilla dulcemente mientras decía:
-Tengo que irme, espero volver a verte pronto.
Me alejé despacio y vi como se alejaba el también en dirección opuesta.
Rick realmente me tiene fascinada, aunque sea probablemente un mujeriego no puedo evitarlo, siempre que se me acerca me hace ponerme nerviosa... Pero ahora tengo que encontrar a Azim..
Y justo en ese momento Azim apareció y tal y como iba presintiendo, traía malas noticias, habían secuestrado a Shalya, su hermana. Venía acompañado de Ghassan, el líder de su refugio, se les veía muy preocupado a ambos así que decidí ir con ellos, además considero a Shalya mi amiga, y también a Ghassan, haré todo cuanto pueda por ayudarla.
Fuimos hacia el antiguo palacio harkonnen, a mirar sui por casualidad, ese Yerik se la había llevado allí.
Ojalá no sea demasiado tarde...
Cuando llegamos a allí, un montón de soldados Sardaukar comenzaron a atacarnos, Azim insistió en que Ghassan y yo continuáramos el camino para salvar a Shalya, no estaba de acuerdo pero tenía que seguir sus órdenes así que continuamos.
Llevábamos un rato caminando en silencio, por infinitos pasillos, oímos un grito de mujer...
¿Shalya?
Miré al líder preocupada.
-Maldición-dijo, antes de echarse a correr-¡Tenemos que darnos prisa!
Yo eché a correr detrás de él hasta que oímos otro ruido desgarrador.
-¡¡No!!-grité intentando correr mas deprisa, pero mis piernas no daban mas de sí.
Ghassan se detuvo, indeciso, balanceándose sobre sus pies.
-¡SHALYA!-gritó, antes de girar y echar a correr hacia donde provenía el chillido.
Seguimos corriendo mientras seguíamos los gritos de Shalya, pero el palacio era inmenso, al llegar a una especie de vestíbulo oímos otro grito muy cerca de nosotros, peor en ese momento alrededor de diez guardias se nos echaron encima.
-¡No tenemos tiempo para esto!-gruñó el líder, mientras desenvainaba su cuchillo y pegaba su espalda contra la mía.
-Ghassan vete a buscar a Shalya.-dije decidida.
El titubeó.
-No puedo dejarte tirada, jinete...
-Me llamo Dizliz...-protesté.- y no me dejas tirada.-oímos otro grito de Shalya.-¡¡Corre!!
-Yo...-pude ver como le costaba decidir, ante mi gesto serio logró hablar-.Recordaré tu nombre...Dizliz. Ten cuidado.
Y acuchilló a un harkonnen para abrirse paso.
Yo me di la vuelta hacia los demás y comencé a atacarles, me hirieron varias veces, pero finalmente conseguí acabar con todos y me dispuse a seguir a Ghassan, pero llegaron mas y mas.. y seguí peleando hasta casi quedarme sin aliento, cuando al fin conseguí acabar con todos comencé a andar, los gritos de Shalya habian cesado así que buscaba por todas las habitaciones que encontraba, entré en una y ví un cuerpo que yacía en el suelo, una mujer con el cabello de color liloso y semidesnuda, me acerqué a ella y la reconocí, era una Atreide, Frederth se llamaba... Tenía signos de haber sido violada.. ¿estaría viendo el futuro de Shalya? ¡¡No!! Shalya iba a recuperarse porque Ghassan la encontraría y la ayudaría…
Salí de aquel cuarto con la cabeza gacha, una extraña sensación recorría mi cuerpo, así pues corrí para encontrarme con Shalya lo antes posible. Sin embargo, choqué con alguien... Al mirar, vi a un tipo enchaquetado, pelo oscuro, ojos dorados. Me miró fijamente luego sonrió.
Yo también le miré, no esperaba que me dejara pasar pero hice el intento de apartarme aun lado para continuar mi camino, pero él, obviamente, me cerró el paso.
-Lamentablemente no puedo dejarla pasar.-Dijo mientras agachaba la cabeza, con cierta mueca de disgusto.- Discúlpeme, fremen.
-No esperaba que lo hiciera realmente.-dije resignada agarrando mi enorme boomerang.
-En realidad no quisiera luchar con usted.-Comentó, luego me miró a los ojos, parecía sincero.- Pero creo que este asunto debe ser solucionado por el muchacho de pelo castaño. ¿no le parece?
Le miré sorprendida.
-Así es, pero quizá no sea suficiente, y puede que necesite ayuda, la que esta ahí dentro es amiga mía.-dije mirándole a los ojos.
-¿Pero no cree que si él no es suficiente querrá morir?-Preguntó.- El orgullo de un hombre es muy fuerte... "la dignidad".... ya sabe. Si no puede protegerla, quizá se sienta como un inútil el resto de su vida.
-Aun así, eso pondría en peligro a la chica y no puedo consentirlo.-dije intentando otra vez pasar, en vano.
-Yo tampoco.-Comentó mientras se ajustaba su guante derecho. No llevaba ningún arma, al menos que yo pudiera ver, sin embargo... tenía tanta confianza en si mismo... tenía que tener cuidado.
-Déjeme pasar señor… ¿Cómo dijo que se llama?
-No lo dije. Johann... Me llamo Johann. ¿Y usted, señorita?
Le miré desconfiada.
-Dizliz.
-Es un nombre magnifico.-Comentó, en ese momento se oyó un gran ruido a lo lejos. Él levantó la cabeza, sonrió y luego me miró.
Yo le miré y luego hice un último intento por pasar, esta vez creí conseguirlo sin embargo, de pronto noté como una mano me empujaba contra la pared. No lo hizo de forma brusca, sin embargo, quedé con los ojos muy abiertos, mirándole.
-Maldita sea. ¡Déjeme pasar!
-Lo siento, no puede ser...-susurró.
*OUT* Post de Dizliz que ya tocaba, muchas gracias a mi queridisimo Kike por ayudarme cn la intro n.n a Mi grandisima amiga Kao por ayudarme cn la parte central y a mi germaneta kerida por ayudarme a cerrarlo (se hacer algo sola? xDD) Besitos espero que os guste *OUT*
Dizliz volvió al desierto a las 12:00 a. m.
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