"Al fin en casa" Bajé del vehículo que me había llevado hasta el palacio mientras los sirvientes cogían mis maletas y las conducían a mis aposentos.
Recorrí el pasillo principal, observando con un poco de alegría todo lo que había abandonado meses antes para huir de la guerra entre los harkonen y los atreides y dejar que el bebé creciera en mi vientre.
Las Bene Gesserith me acogieron en su planeta todo lo calurosamente que pueden acoger a una embarazada a punto de dar a luz a una niña que será decisiva a la hora de crear al hombre que verá el otro futuro.
Suspiré.
Cuando entré en mis aposentos y me senté sobre la cama, cansada, los recuerdos me invadieron la mente y mis ojos se llenaron de lágrimas.
Recordé nítidamente la noche en la que me condujeron ante la matriarca y allí predijeron lo que me sucedería: mi hija nacería, pero a cambio, yo moriría en el parto.
Acaricié mi vientre abultado y me sequé las lágrimas con el dorso de la mano.
No debía llorar, no era típico de mí.
Sin embargo... mi hija se criaría sin madre, y con un padre que no sería suyo. ¿Cómo iba a aceptar Brian una niña que no era suya y que encima no iba a criar conmigo? Pero debía criarla él y dotarla de la disciplina que una pequeña duquesa debía tener. No podía entregársela a Will, aunque fuera su padre verdadero.
Me alcé de la cama con cierta dificultad y salí de mis aposentos, en busca del duque de Atreides. ¿Me habría echado de menos?
Recorrí salas y más salas y no le hallaba por ninguna parte.
Al final me di por vencida. El duque habría salido a solucionar algún problema y no estaría en palacio, aunque no sabía por cuánto tiempo.
Debería haber avisado de mi llegada, así podría haberla aplazado, o Brian haber aplazado sus deberes hasta verme. Le había echado tanto de menos que ahora me sentía un poco desengañada y furiosa porque no se encontrara allí para recibirme con un caluroso abrazo y un fuerte beso.
Ni siquiera encontré a Will ni a Frederth.
¿Es que todos se habían puesto de acuerdo para no estar en palacio justo cuando yo llegaba de mi larga estancia con las Bene Gesserith?
De pronto comencé a sentir unos dolores intensísimos en el vientre y me doblé por la mitad. Intenté respirar hondo para calmarme. No era posible que llegara la hora del parto. Era demasiado pronto, sin asistencia médica el bebé no podría nacer bien y no sobreviviría. Y mi muerte habría sido en vano.
Otro dolor todavía más intenso me recorrió y yo gemí mientras posaba las manos en mi vientre e intentaba comunicarle a mi bebé que todo iba bien, que no se preocupara, que su padre iba a llegar de un momento a otro para cuidarla mientras continuara dentro de mí.
Otro dolor. Grité.
Varios criados vinieron a socorrerme, alertados por mis gritos, y me llevaron a mi habitación y me obligaron a tumbarme en la cama.
Me dijeron que el duque había salido a dar un paseo por la mañana, que no tardaría en volver y que no me preocupara.
Asentí, con toda la dignidad que pude, mientras notaba que los dolores iban cesando. Había sido una falsa alarma. Una muy dolorosa.
OUT// Vale, después de meses y más meses sin postear, aquí llega Haydee xDU
Doy fe de que el post ha llegado a una página. Qué menos después de tanto tiempo. La pobre ;_; que se ha puesto nerviosa sin su chico. Por favor que todos los que he citado aparezcan diciendo por qué no estaban por palacio justo cuando llegué =DU ha sido lo primero que he hecho para salir del paso. En fin… ¡sus quero!
Neptune volvió al desierto a las 8:41 p. m.
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