sábado, septiembre 15


Abrí los ojos lentamente… Mi cuerpo continuaba rígido, como el de un muerto, mientras lo notaba arder. Todo arde… duele… Cerré los ojos con fuerza, dolía la cabeza. Sin embargo, debía ponerme en pie. Tenía cosas que hacer. Ya cuando estuve allí, en pie, me miré a un espejo que estaba en frente de mi. Tenía un aspecto lamentable y mis ojos, excepto el iris, eran completamente rojos.

De nuevo…
Un año como mínimo…
Por eso tengo que recuperar a Shalya.
Me arrastré por los pasillos, aunque Frederth me había dicho que iba a ayudarme, no podía esperar. No podía estar quieto. Por ello, conseguí salir del palacio sin que nadie me viera. Comencé a caminar por la calle, pensando en mi próximo movimiento. Sin embargo, oí pasos rápidos por lo que me giré. Ghassan… había venido corriendo. Me miraba fijamente, sin poder hablar a causa del cansancio.
Ha pasado algo…
-Ghassan.-Susurré.

Me miró y no dijo nada, sólo luchó por recuperar el aliento.
-Tu...hermana-logró susurrar al final.
-¿Qué ha pasado?-pregunté, mis ojos quedaron clavados en él.
-¡No lo sé! Un Harkonnen...acaba de llevársela.

¿¡Qué!? Un Harkonnen... ¡Mierda, yo tenía razón!
-...-Apreté los dientes, tenía que... ... controlarme.- ¿Lo identificaste? ¿Lo has visto antes?
-Pelo negro, muy joven, un mercenario, supongo-y frunció el ceño-¡Soy yo quien ha venido a hacerte preguntas!
-¿Estás bien?-pregunté mientras comenzaba a caminar, me miró extrañado y comenzó a caminar también. Comencé a pensar... tenía que saber si conocía a algún Harkonnen con esa descripción.
-¿Yo? ¿Qué te importa? Tenemos que movernos, jinete, ¡ahora!
-¡Mierda, responde de una vez!-Le miré de reojo.- ... Me importa. Si vamos a por mi hermana tengo que saber que estás en buenas condiciones para poder fiarme de ti.
-¡¡No me atrevas a darme una sola orden más, jinete!!!-el tono de voz enérgico sugería que sí, estaba sano...
-Bien.-Miré al frente.- ¿Dónde la viste? ¿Cómo se la llevaban?
-Cerca del punto de aterrizaje en una ciudad-sacudió la cabeza, disgustado- ¡Maldita sea! ¿Quién era ese tipo y dónde la encontramos?
-Si dices que era Harkonnen... Puede que aquí en Dune, ya que continúan en el planeta.-Me mantuve pensativo por un momento, luego, sin darme cuenta, pensé en voz alta.- Mierda.... continua siendo... ... una irresponsable...

Fijé mis ojos en el frente... Si realmente estaba en Dune...
¿Crees que sería tan fácil...? .... Azim, piensa... Miré a mi alrededor, podía estar en tantos lugares... Lo mejor es que pregunte a los jinetes de la brigada si han visto algo extraño. Encontré a Ishir pronto, lo mandé a buscar información y luego me paré unos segundos, apoyado en la pared externa de mi casa. Ghassan se apoyó también. Miraba a todas partes, inquieto.
-La encontraremos.-Susurré, mi voz sonaba tan creíble que incluso aparentó apaciguar mis propios nervios.

No me contestó, como era de esperar en él...Sólo cerró los ojos y respiró hondo.
-Una cosa más.-Comencé a decir, me separé de la pared y caminé unos pasos, luego miré al cielo.- Hace mucho que te lo quise decir, pero no eres una persona con la que sea fácil hablar. Así que... bueno, esta vez no podrás huir. Siento no haber estado allí... hace tanto tiempo. En el pasado.
-Pché-Ghassan giró la cara-.No sé de qué hablas. ¿Va a tardar mucho ese amigo tuyo...?
-Sabes a qué me refiero.-Me giré, le miré fijamente.- Debí estar allí hace tiempo, como solía hacer. Pero... no estuve. Lo siento.
-Soy yo quien lo siente-susurró apenas.

Agaché la cabeza mientras miraba hacia mi derecha. Tanto tiempo culpándome por... todo. Pero nunca le había pedido perdón, era hora. Ya que él... Bueno, a Shalya él...
... Sed felices.
-Confío en tí, que lo sepas.-Comenté.- Siempre has sido mi amigo, a pesar de todo. Nunca me arrepentiré de ello.
-Yo tenía que aprender a valerme por mí mismo, sin escudarme en otros-me miró-.Eso no quiere decir que dejáramos de ser amigos. Pero a partir de ahora...será distinto-y sonrió-¿Sabes? He visto el mar.
-¿E... en serio?-pregunté, mirándole curioso.- ¿En Kaitan? Debe ser impresionante...
-Es...-intentó hacer un gesto con las manos, pero no se decidía en la forma-...bueno, es como...azul y...eh...eso.

Al final desistió.
-Era inmenso-dijo, y se encogió de hombros.

Le miré con la boca abierta, sin poder decir mucho.
-Increíble...-acabé susurrando.- Me hubiera gustado verlo a mi también.

En ese momento, él se echó a reír.
-¿Sabes? Un fremen que ha visto el mar, dicen, deja de ser un verdadero fremen...Se convierte en un...-arqueó las cejas, resignado-extranjero...
-Habladurías de la gente.-Comenté, sin darle importancia.- Simplemente eso se suele decir por envidia... Un fremen que ha visto el mar es alguien que ha sido capaz de llegar lejos.
-Sea como sea, no volveré a llamarte extranjero, extranjero.
-Oh, muy amable.-respondí, luego reí.

Ishir llegó poco después, me tendió unos papeles, muy poco esperanzadores... Entrecerré los ojos. Deberíamos ir a buscarla a las zonas donde mayor cantidad de Harkonnen habríamos visto. El antiguo palacio, la cárcel abandonada... entre otros. Comenzamos a andar, pero poco después vi de lejos a Dizliz. Ella estaba junto a unos niños fremen de mi refugio, siempre se había entendido muy bien con ellos, les sonreía y les hacía reír jugueteando con mi pelo, luego se giró y me vio, seguidamente corrió hacia mi.
-¡¡Azim!! Estaba preocupadísima por tí.-dijo cuando estuvo frente a nosotros.-Dios mío... estas horrible...
-Gracias.-Farfullé entrecerrando los ojos.- Yo también me alegro de verte...

Ella miró a Ghassan y lo saludó con una inclinación de cabeza.
-Hola Ghassan.-dijo a continuación.
-Jinete-él le devolvió la inclinación y me miró, impaciente.
-Tenemos cosas que hacer.-Comenté mientras me giraba para continuar caminando.
-Genial, ¿que tenemos que hacer?-dijo Dizliz muy decidida.
-Ah...-La miré de reojo mientras comenzaba a caminar, Ghassan empezó a andar de nuevo.- ¿"tenemos"? Creo recordar que no te he ordenado nada a ti.
-¿Perdona?-dijo aparentemente molesta.-Bueno pues como quieras, vuelve a largarte sin decir ni a donde y cuando los demas pregunten les diré que tenemos un jefe idiota que va por libre.-Se giró bruscamente golpeándome con la coleta.
-¡Desgraciada!-Espeté por el golpe, luego entrecerré los ojos.- ... Mi hermana... ha sido secuestrada.

Dizliz se giró tan rapido que casi se cae.
-¿Como has dicho? ¿Shalya? ¡Hay que ayudarla!!
-¿No me digas?-Miré hacia otro lugar, mientras andaba más deprisa.- No tenemos pistas... por lo que hay que ir a cualquier lugar en el que se haya visto, al menos, a un harkonnen. Por cierto... ¿Te suena un Harkonnen de pelo negro y muy joven?... ¿No había uno en la batalla? ... uno enano...

Dizliz se mordió el dedo índice con aire pensativo.
-¡Sí!-dijo unos segundos despues.-Luché contra un Harkonnen de pelo negro y bajito en la batalla, era muy rapido se llamaba...
-... Oí su nombre.-Espeté, luego apreté los dientes.- ¡Pero...! ... empezaba por... Y... .... Yiki... no no... no era Yiki... Yusik... no... ¡mierda!
-¡¡Yerik!! ¡¡Eso es!!-dijo Dizliz dando un salto.
-¿Acaso es importante cómo se llame?-nos espetó Ghassan, tras mucho rato en un malhumorado silencio-¿Pensáis hacerle una tumba o algo?
-Tiene razon, hay que empezar a buscar de inmediato.-dijo Dizliz mirándole.
-Simplemente quiero saber el nombre del cabrón que se atrevió a llevársela. Ya que... Va a morir.-Asentí levemente mientras agachaba la cabeza.

No se si alguno de los dos iba a hablar, sin embargo, antes de que consiguieramos salir de la ciudad oimos a alguien llamarme desde lejos. Nos giramos, vi a un atreides joven correr. Llevaba un papel en la mano y parecía tener prisa, mucha prisa... Cuando llegó hasta nosotros le miré impaciente, agachó la cabeza levemente, para luego levantarla y mirarme.
-Fre...-susurró.- Frederth... Nos envió un aviso de posición... Está en el antiguo palacio atreides.... me dijo... me dijo que si llegaba a enviar algo así... te... te avisara... Azim.
-... ¿El antiguo palacio, dices?-pregunté.
-S... sí...-asintió, intentando respirar con normalidad.
-.... Es ahí el primer lugar donde vamos a mirar.-Comenté, mientras me giraba y miraba a Ghassan y Dizliz.- Frederth me dijo que quería ayudarme...posiblemente... se trate de eso.
-Pues yo tambien voy.-dijo Dizliz mirándome, no parecía una pregunta...
-Nadie te ha dado permiso para ello.-La señalé.- Pero como sea, no tengo tiempo para discutir, así que vamos.
-Me da igual no tener permiso Azim, no voy como jinete, voy como amiga de Shalya y amiga tuya.

Poco tiempo después ya nos encontrábamos fuera del palacio Harkonnen.
Todo estaba tranquilo, demasiado tranquilo, miré de reojo a mi alrededor... Y luego a mis acompañantes, hice señas para acercarnos al palacio con cuidado, sin hacer ruido. Todavía recuerdo la última vez que estuve allí, encerrado. Entrecerré los ojos y entramos. No había nadie, no se oía ni un ruido.
Nos adentramos en el lugar, pero poco después llegamos a una gran sala. Para cuando nos quisimos dar cuenta, un número considerable de Harkonnen nos habían rodeado y se dispusieron a atacar, sin decir nada. Conseguimos acabar con algunos de ellos, pero venían más, por lo que intenté que se centrasen en mi, dejando el camino libre para Ghassan y Dizliz.
-¡Marchaos!-Exclamé, obligando a los Harkonnen a retroceder, luego miré a Ghassan y Dizliz.- Adelantaos, yo iré enseguida.
-¿Te has vuelto loco? No pienso dejarte aquí Azim.-dijo Dizliz tan cabezota comos iempre mientras peleaba con unos cuantos Harkkonen.
-¡He dicho largo!-Exclamé, le propiné un codazo a un harkonnen que estaba próximo a ella y me coloqué delante de Dizliz.- Teneis que seguir adelante, ¡Hay que salvar a Shalya YA! ¡No podemos perder el tiempo con esta escoria! Teneis que continuar.

Ghassan me miró en silencio.
-¿Estás seguro?-dijo simplemente.
-Sí.-Asentí, luego sonreí.- Rápido.
-Pero...-insistió Dizliz.
-...Vamos-le dijo Ghassan a ella, y se alejó. En el último momento, me miró de reojo-.No te mueras, Azim.
-Oh, claro que no.-Negué con la cabeza, luego me lancé contra los Harkonnen ansiosos.- ¡Cuento con vosotros!

Finalmente obedecieron, se fueron. Miré de reojo hacia el lugar por el que se habían marchado… sonreí. Luego me lancé contra los Harkonnen de nuevo. ¡Teníamos que seguir adelante, debíamos salvara! ¡Y da igual que muero en el intento! ¡Shalya debía vivir! ¡Se lo merecía!...


La habitación estaba llena de los cadáveres de los Harkonnen. La sangre lo cubría todo, incluso a mi. Estaba contra la pared, apoyado, recuperando el aliento. Cierto era que… aún tenía fiebre. Pero era capaz de continuar luchando cuanto hiciera falta. Oí pasos, por lo que me separé de la pared y tomé fuertemente mi machete. Esos pasos eran acompañados de una risa…
Él…
¡Maldita sea, ahora no!


Out: Gracias a Ghassan y Diz =D xD




 ~ Protagonistas ~















~ Contacto/Participar ~

¡Envía un
email!


~ Créditos ~

- dafont.com
- celestial-star.net
- design-sensation 

-
Y a todos los que probaron, recomendaron, aconsejaron, observaron o tuvieron que enviar sus fichas más de una vez por culpa de la webmisstress...Es decir, a la totalidad de los participantes de este rpg,
¡Gracias!


~ Protagonistas ~


















~ Tag Board ~






~ ¡Visita también...! ~

-
.rpg//encuentro (el foro!)

- Mundo RPG (información sobre los RPGs)