“Tengo el mismo derecho que tú a llevar esta espada.”
“Tu madre provocó su muerte desde hace más de veinte años”
“Yo seré quien acabe con tu vida…”
“…mataré a mi hermano.”
Frases incoherentes…
Frases bañadas en locura e ira…
Frases que no pueden tener ningún sentido… ¿Verdad?
Estaba en medio del antiguo campo de batalla, llevando a cabo los rezos pertinentes que debían realizarse tras la muerte de los jinetes. Uno a uno, aunque por suerte no eran demasiados. Pero seguían siendo víctimas… Levanté la cabeza hacia el cielo con el ceño fruncido. Notaba que mis ropas estaban cubiertas de sangre seca, sin embargo, las heridas no me molestaban. Todos los supervivientes se habían marchado, algunos fremen iban a visitar a sus familias, otros a celebrarlo con sus compañeros Fremen o con Atreides con los cuales habían creado amistad en aquella batalla. Yo… Tenía demasiadas cosas en la cabeza para ir a celebrar nada. En realidad, no había nada que festejar.
Me giré para volver a la ciudad, cuando en mi mente se cruzó lo sucedido con Dizliz. Gruñí levemente y me hice el pelo hacia atrás mientras continuaba andando. De nuevo, había metido la pata. Era algo que no iba a repetirse jamás, no podía ser.
-Azim.-Al parecer me distraje por un momento y, al levantar la cabeza, vi a Ishir.
-Ishir, ¿Qué haces aquí?-Le pregunté.
-Hay noticias.-Informó. Pero nada buenas pude intuir por su cara…
-¿Qué pasa?-Respondí mientras continué caminando, él me siguió.
-Se han visto Sardaukar en Dune.
-¿Sardaukar aquí?
-Muertos.
Abrí los ojos, incrédulo, luego me paré en seco y le miré, por ello continuó hablando:
-Lo primero que hice fue intentar descubrir donde estuvieron, por qué zona. He descubierto que, al parecer, iban persiguiendo a un fremen.
-¿A un Fremen? ¿Para qué?
-Eso es un misterio. Se dice que al principio preguntaban por “un líder fremen”. Más tarde, la gente de tu refugio me dijo que unos tipos que concordaban con la descripción de dichos Sardaukar… les preguntaban que si se llamaban “Ghassan”.
Me quedé paralizado por un momento.
¿Ghassan? ¿Ha dicho… Ghassan?
De golpe un dolor de cabeza azotó mi cabeza, fue tan repentino que si no llego a apoyarme en mi espada a modo de bastón, hubiese caido. Tenía los ojos cerrados, mientras continuaba pensando en lo que Ishir me había dicho. ¿Ghassan siendo buscado por…?
-Sospecho que los Sardaukar muertos han sido asesinados por otro. Esas heridas…-Intentó decir Ishir.
-No las ha provocado nadie de aquí.-Le interrumpí, aún con los ojos cerrados e intentando ignorar aquella jaqueca.
-Sea lo que sea en lo que Ghassan esté metido. Prepara su funeral.-Sentenció Ishir, abrí los ojos y me miró de reojo.- Sabes perfectamente que podría no volver jamás si lo han sacado de aquí. Lo estuve buscando y nadie lo ha vuelto a ver.
Maldito irresponsable…
Maldito capullo descerebrado…
Como se te ocurra morir…
-¿Azim?-Me preguntó Ishir de pronto.
Al mirarle me di cuenta de que todo me daba vueltas, me aferré al machete pero al final acabé cayendo al suelo. Mi cuerpo no respondía, no se movía. Incluso me costaba respirar, en ese momento el dolor de cabeza se intensificó y se propagó por todo el cuerpo. Ni siquiera podía gruñir, lentamente todo se volvió negro…
*****
Di un leve quejido, fue en ese momento cuando me di cuenta de que por fin podía moverme o, al menos, hacer algún sonido. Abrí los ojos lentamente, dándome cuenta de que al principio todo lo que venía estaba en leves tonos rojizos. Poco después todo volvió a la normalidad.
-En fin…-Susurró una voz a mi derecha, al mirar, vi a Herold.- Debería decirte que me sorprende verte aquí, pero te mentiría.
-Estoy vivo así que no ha pasado nada.-Comenté quitándole importancia, mientras movía los brazos, más bien para asegurarme de que había recuperado la movilidad.
-Lo de “vivo”…-Le miré de reojo.- Hace tiempo no te di un intervalo de tiempo para morir. Ahora sí que puedo dártelo.
-¿Cuánto?-Dije mientras me sentaba en la cama, luego le miré.
-Entre seis meses y un año. Un año si tienes mucha suerte, si tienes poca podrías morir mañana. Pero como te conozco, supongo que durarás un año más o menos. Aún así, tuviste suerte de que esta crisis te diese delante de Ishir. Si hubieses estado solo o delante de un enemigo… Habrías muerto.
-Bueno, algún día he de morir. ¿No?-Me puse en pie, no se molestó ni en ordenarme que me acostase.
-Tu tren de vida es demasiado desquiciado y puedo intuir que te han dado malas noticias. Todo eso podría reducir tu tiempo de vida.
-Cuando tenga que morir, moriré. Hasta entonces haré mi trabajo.-Comencé a caminar hacia la puerta.
-Es precioso eso de preocuparse por los demás.-No me gustó su tono, por lo que me detuve y me giré mirándole de reojo.- Pero no creas que los demás se preocuparán por ti.
-Nunca he pedido eso.
Salí de allí, Ishir me miró incrédulo pues seguramente se pensaría que debía estar más tiempo en cama. Me encogí de hombros y le hice un gesto con la cabeza para que saliésemos de aquella casa.
-¿Y tú no vas a celebrar la “victoria” por ahí?-le pregunté, al poco.
-Cuando ganemos la guerra, lo celebraré de tal manera que acabaré borracho un año.-Respondió, luego me miró de reojo.- Hasta entonces prefiero no hacerme ilusiones.
-Nunca te había visto tan serio.-Comenté, luego le miré.- Ishir yo…
-¿Me vas a pedir perdón?-Preguntó éste, luego rió.- Vamos… En realidad tú no sabias que ella a mi me… Pero bueno, seguramente solo fuiste un capricho. Al fin y al cabo… ¿Quién podría preferirte a ti antes que a mi?
…
Sonreí irónicamente y miré hacia otro lugar, poco después me separé de él y me dirigí hacia donde estaba toda la gente de mi refugio. Muchos comenzaron a hablar conmigo, comentándome cosas que habían sucedido, era como si no quisiesen pensar en que habían perdido el refugio. Yo sonreía y hablaba animadamente, pero lo cierto es que quería ver a Shalya. Poco después, a lo lejos, la vi paseando mientras arrastraba los pies. Tras despedirme educadamente de los fremen que me hablaban, y prometer que regresaría, fui tras ella.
-Shalya.-La llamé.
Ella se me quedó mirando y se acerco despacio.
-Nunca voy a perdonarte, que lo sepas.-dijo ella mirandome.
-¿A mi?-Pregunté sorprendido.- ¿Qué he hecho ahora?
Shalya no me miró, sino que se giró hacia otro lado.
-Si te hubiese pasado algo en aquella batalla...
-... ¿Quién te lo ha dicho?-Gruñí, luego me acerqué a ella.- Shalya, no me iba a pasar nada. Yo... Yo no soy tan fácil de matar.
-Tengo mis fuentes.-dijo ella sin mirarme.
-¿Qué fuentes?-La tomé por el brazo y la hice girar para que me mirase.
Ella me miró, tenía el ceño fruncido, estaba enfadada.
-¿Y a ti que mas te da?
-Me da, ya que te han preocupado sin motivo.
-Los fremen hablan hermano... eso no es ninguna novedad.-dijo mirándome.
-Pues deberías comenzar a confiar en mis habilidades.
Shalya se soltó bruscamente, pues yo todavía la agarraba del brazo y me miró enojada.
-¿Es que no lo entiendes? Confío en ti, se que eres muy bueno peleando, pero papá también lo era, y mamá también lo era, y mírales...-alzó la voz mientras le caían unas lágrimas.
Su mirada y sus palabras hicieron que la jaqueca regresara, sin embargo, sonreí suavemente y le acaricié el rostro mientras le quitaba las lágrimas. No me gustaba oírla hablar así, no me gustaba verla hablar así. "Un año como máximo..." No puedo permitir que eso suceda... Sin que se lo esperase, la hice hacia mi y la abracé muy fuerte mientras permanecía en silencio.
Ella primero se resistió para hacerme ver que seguía enfadada, pero se rindió y me abrazo, me abrazó más fuerte de lo que me había abrazado nunca.
-Te quiero mucho.-me dijo mientras me abrazaba.
-Yo también Shalya...-musité, no iba a soltarla. No quería hacerlo.- Si te pasase algo yo... yo...
Ella siguió abrazándome sin decir nada, sabía que lloraba, pues la conocía y aunque los fremen supuestamente consideramos llorar un desperdicio de agua, ella no podía evitarlo.
-Tú también deberías confiar un poco más en mí, aunque tu no lo sepas... me defiendo bastante bien.-dijo con un hilo de voz sin soltarme.
-Lo sé.-Respondí dulcemente, luego reí.- Eres muy buena peleando, no tengo duda de ello.
Luego ella se aparto de mi despacio y me miró.
-¿Habeis ganado la batalla no? ¿Dizliz Esta bien?
-Sí, hemos ganado. Y sí, Dizliz está bien.-Asentí con la cabeza.- Por cierto... ¿Has visto a Ghassan?
-Le estaba buscando.-Admitió.
-Vaya... -Me mantuve pensativo por un rato. Ishir tenía razón, había muchas probabilidades de que él ya no estuviese en el planeta.
-¿Ocurre algo?-preguntó mi hermana.
Miré hacia otro lugar…
Si solamente ocurriese una cosa… Pero Shalya, hay alguien se me parece y es un Harkonnen, Ghassan podría estar muerto y estaba batalla con los Harkonnen no ha hecho más que empezar.
Out: Gracias a Shaly por participar xD y Ghassan, te va a caer una bronca... xD
Lau volvió al desierto a las 4:31 p. m.
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