Por fin, habia encontrado al fremen...
Mi vida, seria mia otra vez... Cuando el amo haya cumplido sus ambiciones, seguramente me dira quien fui en el pasado y me dejara en libertad...
Sere libre... para regresar a la vida que una vez tuve...
Veria a mi familia...
Espero tener familia, aun.
Lleve al lider fremen a la nave. Afuera esperaban los diez Sardaukar que me asigno el amo, estaban escondidos para no ser vistos por el fremen. Entre yo primero a la nave, dejando al fremen afuera. Tenia que comunicarme con el amo.
- Amo, encontre al fremen
La figura holografica del amo se proyecto
- Buen trabajo Horace -sonrio- Esta contigo ese asqueroso fremen?
- Si mi señor, ahora mismo partiremos a Kaitan.
- Excelente.
- Hay un problema, amo -dije con temor
Los ojos ambar del holograma me miraron con odio.
- Hay otros soldados Sardaukar en Arrakis
- Los sirvientes de Altair... maldita estupida... Matalos, deshaste de ellos, descuartizalos, envenenalos, yo que se!
- Si mi señor.
- Comunicame con el sucio fremen -ordeno con frialdad
- Si, mi señor.
- Por ultimo, no olvides borrar del mapa a tus compañeros. Ah y Horace, espero que estes consiente de que, siendo mi titere, no importa donde te escondas, yo siempre sabre donde te encuentras. Asi que si intentas huir... bueno, podria ser el peor error de tu vacia vida.
El holograma se desvanecio.
Trague saliva y sali de la nave, para hacer pasar al fremen.
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Mientras el amo y el fremen conversaban, sali de la nave y con una señal de mi mano, mis compañeros sardaukar salieron de entre la arena donde estaban escondidos.
- El Emperador me ha dado una orden -hice una breve pausa- Debo... matarlos.
Aunque las ropas sardaukar cubrian parte del rostro, pude ver las expresiones de confusion de los soldados.
- Pero... el Emperador... -uno de ellos comenzo a hablar
- Para los soldados Saudarkar... las palabras del Emperador siempre son obedecidas. -lo interrumpi.
Ellos se quedaron quietos, lo sabian. Un sardaukar era entrenado para obedecer y servir al Emperador por encima de todas las cosas, incluso de su propia vida. Los sardaukar no tenian voluntad propia, eran sirvientes absolutos del Emperador... Sin el, ellos, simplemente, no tenian razon para vivir.
- No... el Emperador no pudo haber...-murmuradon casi al unisono los diez solados.
Figuras negras, se movieron lentamente.
Rapidamente mis manos se armaron con un pistola cada una, todo fue muy rapido. Rafagas laser perforaron la carne de mis compañeros, uno a uno sus cuerpos cayeron, sin hacer ruido, sobre la seca arena.
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Llegue a la cuidad lo mas rapido que me fue posible, sabia donde se reunian los cuatro emisarios, en una diminuta plaza cerca de una tienda. Me coloque frente a ellos.
- Otro Saudarkar? -pregunto uno confundido
- La Emperatriz no mencionano nada... -otro hablo- Debe ser... enviado del Emperador!
Como si estuvieran coordinados, de entre sus ropas sacaron sus armas. Yo tambien.
Lasers de colores iluminaron la calle, fremen asustados corrian y gritaban llenos de terror.
Termine con mi trabajo, cuatro cadaveres de soldados y de un par de estupidos fremen yacian en el suelo.
El ambiente comenzo a ser inundado por el olor a carne quemada.
Corri de regreso a la nave.
*****************
- Ha hablado ya con el Emperador? -le pregunte al fremen, mientras yo entraba a la nave
- Sí -se enjugó disimuladamente el sudor que perlaba su frente- Sí.
- Ahora, partiremos a Kaitan -me diriji a los controles- Por favor, tome asiento y asegurese.
- Está bien.
El fremen hizo lo que le dije, inseguro y no sin dificultad.
La nave despego. Durante varios minutos solo hubo silencio... y la respiracion agitada del fremen, que intentaba disimular sin exito.
- El viaje de Arrakis a Kaitan es de, aproximadamente, seis horas -dije sin despegar la vista de los controles- Ahora que ya estamos en el espacio exterior, puede usted levantarse del asiento si lo desea. Esta nave cuenta con todas las comodidades necesarias. Si necesita algo no dude en decirmelo.
-Descuide-dijo el fremen, levantándose del asiento con rapidez. Luego avanzó con pasos inseguros hasta una cristalera cercana- Así que así es...Arrakis en realidad-lo escuché murmurar casi para sí mismo.
Las horas pasaron en un silencio casi absoluto. De vez en cuando se oia la voz del fremen expresando: "Increible" y haciendo preguntas acerca del nombre de las cosas.
La nave aterrizo, el viaje habia terminado. En el hangar secreto que habia improvisado el amo nos esperaban quince personas vestidas como los consejeros Imperiales... pero no eran ellos.
Se acercaron a nosotros amistosamente y se presentaron ante el fremen como consejeros personales del Emperador.
Eran gholas... gholas que el amo habia disfrazado como sus consejeros.
OUT: mil gracias a kao x rolear como Ghass, espero k el post sea facil de entender. la redaccion es pesima, mi imaginacion hoy esta en huelga xD
nyappy.love volvió al desierto a las 10:46 p. m.
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