Primero, lo primero. Recuperaremos nuestro refugio. Nos prepararemos. Nos armaremos. Y luego, atacaremos. No vamos a ir a su guerra ahora.
En mi interior sabía que todo era una excusa. Quería quedarme para esperar...a los emisarios Corrino.
No aparecían por ninguna parte, y eso que en la carta los mencionaba específicamente...
-Ghassan-me dijo alguien-.Te buscan.Nos pregunta si nuestro nombre es Ghassan a cada uno de nosotros. Con paciencia. Sin dar muestras de cansancio.
Aparté al fremen y me dirgí hacie el hombre. Me detuve a su lado.
Sí, tenía que ser el tipo que describió el viejo de la taberna...Tuve que alzar la cabeza para observarlo bien, hasta el punto de resultarme un poco incómodo.
- ¿Es usted Ghassan? -preguntó.
-Lo soy-dije, a la vez que asentía.
El hombre hizo un extraño intento de sonrisa.
- Es un honor conocerle, soy un enviado de la Casa Imperial.
Minutos más tarde nos encontrábamos en una de las tiendas más alejadas, a salvo de, al menos, la mayoría de los oídos.
Reflexioné unos minutos. La carta era una invitación.
Marcharme ahora, dejarlo todo, al refugio, a Shalya...
Es necesario.
Miré al emisario. A pensar de que llevaba varios minutos sin decir nada, esperaba con sin inmutarse.
Intenté reprimir un escalofrío.
-Perdonad-murmuré-.Estaba pensando...¿Ha sido muy duro el viaje? La Emperatriz hablaba de cuatro emisarios...Y sólo quedáis...vos.
- En efecto, la Casa Imperial envio a cuatro de nosotros hornorable fremen, sin embargo solo a mi me fue asignada la tarea de conversar con usted.
Me quedé sin palabras.
-Entonces he debido confundirme-quería sacar la carta y releerla, pero no podía, eso sería demasiado estúpido...
- No se preocupe. La Casa Imperial agradece que acceda a tener contacto con nostros y el Emperador y la Emperatriz desean que entre el pueblo fremen y la Casa Corrino se cree un lazo de amistad.
¡Ah!¡El Emperador! Que la carta sólo viniera de parte de la Emperatriz me preocupaba. Pero ahora comprendo, quizás es ella la que redacta las cartas, y ambos deciden.
-Sí-sus palabras extranjeras comenzaban a confundirme-.Sí, nos parece maravilloso.
El emisario asintio. De entre sus ropas saco un sobre y me lo extendio.
- La Casa Imperial desea tratarlo como a un amigo, esta usted invitado al palacio.
-¿¡Otra?!-pregunté extrañado, luego la tomé-.Perdón, quiero decir, es un gran honor...No puedo negarme.
- ¿Entonces me acompañara a el planeta Kaitan, honorable fremen?
Asentí.
-Sí...-miles de preguntas se agolparon en mi cabeza, aunque sólo pude expresar dos-¿Cuando debo acompañaros? Y, ¿es necesario que lea la carta ahora o...?
- Ahora mismo si usted lo desea. El Emperador y la Emperatriz estan ansiosos de conocerle, pero estan concientes de sus obligaciones para con su pueblo. Aun asi, me permito recordarle que la alianza que llegara a formarse de suma importancia para su gente y entre mas pronto se reuna con los emperadores mas rapido los fremen dejaran de sufrir.
El sufrimiento...Dirigí una mirada al exterior, al resto de los fremen tirados de cualquier manera por la polvorienta plaza.
-Cuanto antes, por favor-dije-.Partamos cuanto antes.
- Es usted un lider sabio -se levanto- Mi nave se encuentra en el exterior de la cuidad, ahi los demas emisarion esperan. Por favor, sígame.
Echó a andar.
Tomé al primer fremen que encontré del hombro y le conté todo. Quería encontrar a Shalya...NECESITABA verla, pero no aparecía por ninguna parte.
Tendré mucho de qué disculparme cuando vuelva.
...
¡Seguro que no sabes pilotar uno de estos, Azim!
Miré el complejo (y enorme) aparato boquiabierto. El hombre me pidió que esperase unos minutos.
Me parecieron segundos, insuficientes para comprender como podría siquiera elevarse esa cosa.Luego el emisario volvió a salir y me hizo pasar. Entré a regañadientes hasta que vi el interior...
Aún más maravilloso que el exterior.
-¡Increíble!-exclamé, y corrí hasta una serie de botones luminosos-¿Qué son?-luego miré una palanca-¿Qué es?-un fabuloso cristal reflejaba la luz-¿y esto?
Recordé en ese momento al serio emisario y enrojecí de vergüenza.
-Perdonad mi ignorancia-dije volviéndome hacia él y agachando la cabeza.
- No tiene que disculparse honorable fremen, sin embargo no es usted un ignorante -su monotona voz intento suavizarse- sabemos por las carencias que ha pasado su pueblo con el pasar de los años. Le comunicare con el Emperador, el desea hablar un momento con usted a solas, para saludarle.
¿Qué?¿Conmigo?¿A solas? ¡Pero yo no sé hablar con un Emperador! Además... ¿El Emperador viaja en la nave...?
-¡Será un honor!-conseguí articular al final.
- Estare afuera, con los demas emisarios. Cuando termine la comunicación con el Emperador, partiremos.
Asentí varias veces, hasta que se marchó. Luego di varias vueltas a mi alrededor, indeciso.
-Es un honor conocerle.
Contuve un grito de sorpresa y me giré para contemplar una visión asombrosa.
Había oído hablar de los hologramas. Sin embargo nunca pensé que pudiesen ser tan reales.
Me había hablado un hombre alto, no demasiado, como el emisario, simplemente alto y delgado. Su cabello era dorado, y sus ojos ámbar miraban con majestuosidad.
Tenía que ser el emperador.
Sin darme cuenta de lo que hacía alcé una mano. Tenía que saber si era una visión que iba a desaparecer o parte de la realidad...
Mis dedos atravesaron la imagen, pero ésta no se desvaneció.
¿Qué hago?
Me llevé una mano al rostro, aterrorizado. La otra la escondí tras mi espalda.
La figura sonrio
- Esto es solo un holograma, fremen. Soy Adonis Corrino, Emperador del Universo Conocido. Esperaba ansioso conocerle
-Ah-agaché la cabeza, no soportaba mirar esa imagen etérea-.Me siento increíblemente honrado. Mi nombre es Ghassan-aunque si el emisario lo sabía, ¿cómo no iba a saberlo él?
- Es un gusto, fremen Ghassan. Me complace entablar comunicacion con usted. Mi emisario, Horace, lo llevara hasta el planeta Kaitan, mi hogar. Donde mi esposa y yo seremos sus anfitriones. Usted sera un invitado especial -hizo una leve pausa para sonreir ampliamente- Espero con todo mi corazon que lleguemos a un acuerdo que satisfaga a ambas partes.
Otra vez la boca seca, otra vez sin saber qué decir.
-Yo también lo espero,Emperador-dije haciendo una rápida inclinación.
- Espero que tenga un viaje comodo, si necesita algo, pidaselo a Horace. Lo esperare en el Palacio, Ghassan.
Cuando alcé la cabeza, el holograma había desaparecido. Suspiré y me enjugué el sudor del rostro.
Como si estuvieran sincronizados, al momento la puerta se abrió y entró el emisario.
Así que se llame Horace.
Lo recordaré, aunque seguiré llamándole emisario.
Tomé asiento y suspiré. Cerré los ojos.
Quizás cuando me despierte, esté en el refugio, en mi tienda, y nada de esto sea cierto.
//Out// OMG O_O Ghassan q has hecho?! Sorry Shaly XD no te avise, pero quizas yo haya vuelto para cuando...tu creadora? XD miedo me da todo esto, pobre Ghas XD...Y encima va y queda tocho Y_Y Lo siento!...
Gracias Gaby por rolear!
Y...si, lo hologramas hablan en cursiva...me lo acabo de inventar XDD //Out//
Kaubop volvió al desierto a las 11:38 p. m.
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