martes, julio 31

La tensión en aquella nave que nos llevaba al nuevo palacio era palpable. Aún así, había quien se divertía bebiendo, peleándose e incluso drogándose. Ahora estaba bastante indiferente a lo que a mi alrededor ocurría. Simplemente observaba por uno de los grandes ventanales la gran extensión del planeta. Había oído que una nueva división de soldados había llegado al planeta pero que, el jefe de dicha división era tan impulsivo que había ocultado su posición.
-Seguramente ese capullo ha decido inspeccionar el planeta por su cuenta.-Gruñó un soldado.
-Raymond Strauss se aburre con facilidad.-Comentó otro.- Es mejor que esté ahí afuera a que esté con nosotros, nos mataría si notase el más mínimo signo de que está a punto de bostezar.
-Llámalo Raymond en su cara y te cortará la cabeza antes de que termines de pronunciarlo.-Se rió otro, luego tomó otra copa.

Volker no estaba por allí. ¿Estaría descansando o huyendo del término “droga”? Quizá debí hacer lo mismo con el alcohol pero… todo en su momento. Pienso quedarme aquí mucho tiempo. Me giré para comenzar a caminar, por uno de los pasillos conseguí ver a la hermana de la baronesa. La saludé respetuosamente y luego seguí mi camino, supuse que no quería hablar conmigo pero poco después de detuve en seco y miré de reojo hacia atrás.
-Realmente es parecida a…-musité, luego sonreí amargamente y negué con la cabeza mientras continuaba andando.

Bebí algo de alcohol en el tiempo que tardamos en llegar. Al hacerlo, todos aparentaban odiar la idea de bajar de aquella nave. En poco tiempo, todos entraron a aquel palacio. Me quedé afuera, mirándolo con curiosidad. Realmente aparentaban ser unas ruinas de Giedi Prime, sin embargo, estábamos en el planeta desierto. Entré, mientras hice algunos gestos para que descargasen mis máquinas del laboratorio.

Una vez había llegado al cuarto en el que todos los aparatos debían ser colocados, comencé a disponer mi nuevo laboratorio tal y como debía de ser. Cuanta fue mi rabia cuando descubrí que dos aparatos estaban… rotos. Eran caros, más caros que todos los objetos atreides juntos. Gruñí… realmente ahora esta guerra me interesaba. Realmente a partir de ahora… iba a utilizarlos de nuevo como conejillos de india.
-¡¡Señor Harkonnen!!-Chilló alguien mientras abría la puerta bruscamente.

Me quedé mirando aquellos artilugios médicos rotos, con cierto fastidio, luego miré de reojo al intruso. Era un soldado, realmente por sus pintas y su forma de ser no parecía un soldado Harkonnen, sin embargo… ¿quién soy yo para juzgarlo? Me giré solo un poco, luego le miré mientras esperaba que continuase hablando.
-¡Hay un capitán herido!-Gritó.- ¡Está en muy mal estado!
-¿Strauss?

Me miró incrédulo, luego asintió levemente. Le hice un simple gesto para que lo trajeran y aguardé sentado en un sillón. Dos Harkonnen lo traían, el sujeto en cuestión tenía en cabello blanco con grandes manchas rojas, seguramente, el cuerpo estaba en muy mal estado y sus ropas rasgadas. Aún estando desmayado, con su mano derecha continuaba sujetando fuertemente una espada negra.
-Ahí.-Indiqué mientras señalaba la camilla de metal, mis ojos continuaron fijos en el suelo, donde aquel capitán dejó un rastro de sangre tras su paso.

Aquellos soldados intentaron entonces arrebatarle la espada de la mano, sin embargo, éste aún durmiendo dio una estocada que fue capaz de herir a otro. Suspiré… ¿Más trabajo? … ¿Desde cuando me traen a mi a los heridos? Supuestamente solamente estaba allí para tratar a Volker. Fruncí el ceño.
-El que se encargaba de tratar las heridas está durmiendo en la nave, borracho.-Comentó el Harkonnen que había entrado por primera vez para avisarme.

Le fulminé con la mirada, luego hice que se largasen y comencé a tratar a aquel tipo. Aunque la cura era dolorosa, no hizo ningún gesto de dolor y era imposible que estuviese controlándose, ya que dormía. Para cuando conseguí cerrarle todas las heridas, ya curadas, habían pasado ya más de siete horas. Me quité los guantes, los tiré a la basura y me puse los míos de tela.
-Aún estimulando los puntos de dolor…-musité con una sonrisa, luego miré al tipo.-… no ha hecho ni el más mínimo gesto de dolor. Interesante…

Salí del laboratorio, iba en busca del matasanos que normalmente solía encargarse de las heridas de los soldados cuando de pronto vi que alguien varias puertas más allá, salía. Era Volker. Estaba pálido, con ojeras, pero no temblaba ni aparentaba tener sindrome de abstinencia.
Salí del laboratorio, iba en busca del matasanos que normalmente solía encargarse de las heridas de los soldados cuando de pronto vi que alguien varias puertas más allá, salía. Era Volker. Estaba pálido, con ojeras, pero no temblaba ni aparentaba tener sindrome de abstinencia. Al principio no me vió, pues continuó andando pasillo adelante sin mirar hacia donde me encontraba. Pero de pronto, se giró bruscamente y me miró.
-Hola Volker.-Dije, luego levanté la mano derecha en señal de saludo.

Me miró unos segundos más.
-Matasanos-masculló, y se dio la vuelta.
-Vamos Volker, no te pongas así.-Protesté.- Si no ha sido para tanto...
-...¿No tienes algo a lo que torturar?-una frase completa y con sentido...
-Se acaba de dormir.-Comenté mientras me acercaba.

El general siguió caminando, intentando ignorarme.
-Droga.-Dije a su lado, cayó al suelo.- ... vaya...

Tardó un rato en intentar levantarse. Luego comenzó a moverse poco a poco.
-Parece que he tropezado-murmuró.
-Sí, parece.-Comenté mientras asentía.- ¿Qué tal tu brazo?
-Vete al infierno.
-Ya estamos. ¿no es este el planeta desierto?
-Bah-apoyándose en la pared se levantó y echó a andar, de nuevo.
-Venga, dime como tienes el brazo.
-Se mantiene pegado a mi hombro-me contestó ácidamente.
-Ejem...-carraspeó un soldado que nos acercó.
-Ostia, que gracioso.-Comenté, luego miré al soldado.- ¿Hum?
-La Baronesa...os manda llamar a ambos...
-¿A ambos?-pregunté extrañado.
-No conozco a ningún Ambos-se encogió de hombros Volker.
-Eh... uhm...-El soldado me miró, confuso, yo me encogí de hombros. Acto seguido miró a Volker de nuevo.- A usted General Volker, y al médico Johann Harkonnen.
-Bueno, pues iré a llamarlos-dijo el general, dando media vuelta...
-¡¡Pero si me refiero a ustedes, señor!!
-¡¿Y por qué no lo has dicho antes!?-le gritó Volker, luego se llevó la mano a la sien-...

Miré a Volker, luego al soldado y agaché la cabeza mientras comencé a reirme. De acuerdo, Volker se mantuvo cuerdo... ¿dos minutos? Era un comienzo...
-Dro...-Fui a decir, Volker comenzó a caminar como un robot detrás del soldado que nos guiaba.- .........
-Te odio-masculló Volker; el soldado dio un respingo.

El soldado le miró de reojo, espantado. Yo simplemente seguí a Volker mientras sonreía ampliamente. Seguramente ese agradable "te odio" era para mi. Quedé a la altura de Volker, le miré de reojo y me reí. Creo que no le sentó demasiado bien...
Le vi apretar los dientes, luego sacó un arma de entre sus ropas y disparó...
Y volvió a fallar.
El soldado que nos guiaba cayó al suelo gritando de dolor.
-¿A quién estabas apuntando?-pregunté mientras el soldado se retorcía.
-Ah...-dejó caer la pistola, horrorizado.
-Ajá...-asentí mientras tomaba la pistola, pateé al soldado haciendo que me mirase.- Levantate y vete a mi laboratorio. Ya que el maldito de vuestro matasanos original está durmiendo la borrachera... supongo que te curaré eso. Pero creeme, es mejor que te cures tu solito.
-...S...SI....-se arrastró por el suelo, poco después se puso en pie y mientras andaba apoyandose en la pared, lloriqueaba.
-Me encanta los soldados de aquí.-Ironicé mientras me guardaba la pistola.
Volker se giró hasta mirar al soldado. Vi...¿tristeza? en sus ojos.
-Lo siento-murmuró.
El soldado hizo un gesto, como para que Volker no se preocupase y continuó andando mientras lloriqueaba.
-Vamonos.-Le dije a Volker.- De todas formas, no es grave.

Me miró. De nuevo con esa mirada vacía, como la primera vez que lo vi.
-¿A dónde?-preguntó con una sonrisa bobalicona.
-Tú ven...-Dije mientras lo tomaba por el hombro y lo hacía caminar.

Out: Hola a todos, post de Johann ^^ gracias a Kaori por su ayuda. Vereis, últimamente he visto que algunos post quedan raros. Seguramente estos son los que primero se editan por word para luego pasarlos a blogger. Se como evitar que suceda. Veis que en la página de crear una entrada hay dos pestañitas, una que dice Edición de HTML y otra que dice Redactar. Normalmente siempre sale directamente para postear en Redactar. Si vais a copiar el post desde un doc word pq lo pasasiteis por ahí para las faltas y eso... dadle a Edicion de HTML y copiadlo ahí. En teoria debería salir bien, que es así como lo hago yo y como podeis ver no me sale raro. Si a alguno le sigue saliendo raro aún haciendo lo que acabo de decir, pues avisadme, a ver si puedo llegar a alguna solucion ^^




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