jueves, julio 5

Ghassan no estaba, me había dicho que tenía asuntos que tratar y se había marchado. Yo me había quedado sola en su tienda mientras me recuperaba.
Las heridas habían mejorado mucho, así que decidí darme una vuelta por el refugio sin mi habitual disfraz y por supuesto sin el destiltraje, ahora que Ghassan no estaba podía ir sin él tranquilamente ya que no me regañaría.
Realmente, el paseo no fue agradable, por todo el refugio se oían rumores sobre Ghassan... me sentía muy mal cuando oía a los fremen criticarle, parecía que nadie confiaba en él, peor yo si, recordaba sus palabras, las que me había dicho hacia unos días en su tienda “oigas lo que oigas, por favor, confía en mí” y así lo haría, confiaría en él porque… le amo.

Sí, no puedo negarlo más, me he enamorado de él, y aún no se muy bien si mis sentimientos son correspondidos pero cuando una persona es poco habladora, como él, las pocas palabras que te dice consiguen llegarte hasta el fondo del corazón y aparte de pedirme que confiara en él me había dicho otra cosa, que me había hecho mella y que me repetía a mi misma en todo momento “creo que... por fin ya no me siento solo”
Que Ghassan me dijera eso había significado mucho para mí, seguía paseando por el refugio, intentando no escuchar a los otros fremen pero hubo un momento en el que no pude contenerme más cuando oí una conversación entre dos hombre fremen.
-Pues vaya líder, dicen que planea abandonarnos, que quiere venderse a los Corrino.-decía uno.
-Vaya no tenía ni idea, deberíamos retarle y a ver si acabamos con él, no tiene nada que ver con el líder anterior.-Contestaba el otro.
-Y mira ahora ni siquiera esta, la prueba viviente de que ya no podemos fiarnos de él.-Decía el primero.
-Dejad de hablar mal del líder.-Me entrometí.
-Cállate niña que sabrá una joven fremen.-dijo con desdén el que había hablado primero.
-Pues seguro que se mas que dos lugareños que no han salido nunca del refugio.-Contesté.
-¿No te han enseñado que hay que respetar a tus mayores?-dijo el segundo fremen.
-¿Y a ustedes no les han enseñado lo que es la palabra confianza?-repliqué.
-¿Quién eres?-habló de nuevo el primer fremen.
-Shalya.
-Ya se, la hija de Nasila, habrá que decirle a Nasila que debería educar mejor a sus hijos.-Habló otra vez el primer fremen.
-No metan a mi madre en esto.-Protesté.-Ya no soy una cría.
-No se si eres una cría o no jovencita, pero creo que esa fidelidad al líder sólo te acarreará problemas ¿Qué te hace pensar que puedes confiar en él?- preguntó el segundo fremen.
-Yo... Soy su amiga.-Dije sonrojándome.
-Pues con amigos como ese no hay quien necesite enemigos niña.
-¡¡Basta!!-dije alzando la voz.-El líder se merece un poco de confianza por parte de su pueblo, no os ha dado motivos para desconfiar de él.
Los dos fremen se echaron a reír.
-Vamos niña, ¿no has oído los rumores?-dijo el primer fremen.
-Sí, claro que los he oído, pero como usted ha dicho son eso, rumores.
-Pues tu confía, que ya verás lo mal que acabas.-Dijo el segundo fremen.
-No se merecen que siga discutiendo con ustedes señores.-Dije comenzando a andar.
-Ve con cuidado, esa fidelidad hacia el líder te traerá problemas niña.-oí que decían los fremen mientras me marchaba, pero les ignoré.


Después de eso fui a ver a mi madre, se alegró muchísimo de verme y le dio la llorera, era tan dulce mi madre, la añoraba muchísimo, pero quedarme siempre en el refugio me hacia sentir frustrada.
Estuve un par de horas con mi madre y luego me fui a sentar a la puerta del refugio a pensar un poco, a ver si veía regresar a Ghassan.
Cuando llevaba ya unos 15 minutos sentada en la arena Ghassan regresó parecia cansado así que no quise entretenerle, le dije que era mejor que se fuese a su tienda a descansar un poco y así lo hizo.
Mas tarde los dos fremen que se habían metido con Ghassan aparecieron por ahí y al verme comenzaron a mofarse diciendo:
-¡¡Mira!!–dijo uno de los dos.
-¡¡Hombre!! ¡¡Pero si es el perrito faldero del líder!!-dijo el otro.
-Dejadme tranquila ¿queréis?-espeté yo.

-¿Qué ocurre aquí?-espetó alguien, los tipos sonrieron y se giraron para "explicarle" el motivo de su diversión al extraño. Entonces palidecieron.
Era mi hermano Azim.

¡¡Ha vuelto!!

-Pu... Pues verás...-intentó decir uno de ellos, el primero que me había hablado.
-No me digáis... Que ahora os dedicáis a eso.-Refunfuñó Azim, fulminándolos con la mirada.
-Perdona Azim, nosotros no queríamos...-dijeron con voz queda.
-No importa Hermano, da igual.-dije yo.

-Sí que importa.-Respondió Azim, luego cogió a uno de ellos por el cuello de la camisa.- ¿A caso estás tan aburridos que para divertiros tenéis que meteros con alguien de vuestro propio refugio? Creo que debería llevaros a la ciudad... Por unos meses... años...
-¡No Azim!-Negó otro.- Discúlpanos.
-A mi no me tenéis que pedir perdón, sino a ella.-Espetó mi hermano, luego lo soltó mientras me señalaba.
-Perdona Shalya, lo sentimos mucho de verdad.-dijeron los dos.
-No tiene importancia.-contesté yo.

Se marcharon de allí y mi hermano les siguió con la mirada, amenazante. Luego suspiró y dirigió sus ojos hacia mí mientras decía:
-Hola Shalya.
-¡¡Azim!!-dije echándome a sus brazos.
-¿Cómo estás?-preguntó, mientras me abrazaba.
-Bien.-sonreí-No esperaba verte aquí.
-Tengo unas cosas que hacer, ¿has visto a Ghassan?
-Si, acaba de llegar. -¿ocurre algo?-pregunté mientras entrábamos en el refugio.
-Bueno, tengo que comentarle unas cosas... por cierto, ¿a qué venia lo de aquellos tipos?
-Tonterías. No te preocupes.-dije evitando su mirada.-Ghassan esta en su tienda, te acompaño.
-Shalya, dime lo que ocurre por favor.

Miré a mi hermano, no podía mentirle.
-Tú sabes… de los rumores que hay sobre Ghassan ¿verdad?-pregunté.
-... ¿Qué rumores exactamente?
-Los de que...-agaché la cabeza.-Azim, no soy quien para hablar de esto. Háblalo con él.
-Azim... No puedo... Habla con él, pero... Hazme un favor...
-¿Cual?
-No discutáis.-dije con un hilo de voz. Llegamos frente a la tienda de Ghassan.
Me miró de reojo, luego su mirada volvió a la tienda. Sin duda, el enfado que tenía la última vez que vino no se había pasado. Sin embargo, asintió levemente con la cabeza mientras decía:
-Está bien...

Yo entré primero y vi a Ghassan sentado de espaldas a la entrada.
-Ghassan...-dije intentando no ponerme nerviosa ante la idea de que mi hermano y Ghassan volvieran a verse.

-...-su respiración era rítmica y suave... ¿se había quedado dormido?
Miré a mi hermano un momento y le hice un gesto para que esperara un momento, yo entré en la tienda intentando no hacer ruido y me agaché a su lado.
-¿Ghassan?-repetí.
-... ... ...-Ghassan abrió los ojos una vez, luego los cerró despació...y volvió a abrirlos de golpe, asustado-¡ARGH!-dijo, retrocediendo. Luego volvió a mirarme y suspiró-.Eres tú...
-Sí, siento haberte despertado pero...-dije con suavidad.
-¿Pero?-preguntó, haciendo una mueca y volviendo a recuperar su posición anterior.
-Mi hermano esta aquí.
-Bueno, pues salúdale de mi parte-dijo Ghassan frunciendo el ceño y volviendo a cerrar los ojos.
-Ejem...-mi hermano carraspeó afuera.
-Ejem... Ghassan... Aquí... En la entrada de tu tienda.
Ghassan me miró fijamente.
-¿Quiere algo?-luego se giró hacia la entrada de la tienda-¿Quieres algo?
-Hablar contigo.-Respondió Azim, fijando sus ojos en Ghassan.
-Que sea rápido-masculló éste, levantándose.
-¿Queréis que me vaya?-Musité.
-...-Mi hermano me miró.-... Por favor Shalya... yo... lo preferiría.
-Esta bien.-dije saliendo de la tienda.

Me quedé fuera esperando sentada con las piernas cruzadas, cogí una piedrecita y empecé a lanzarla al aire pero se me escapo y al tirarme hacia atrás para cogerla oí a mi hermano decir una única palabra, la palabra mas horrible que jamás haya oído.
-Harkonnen.
No pude evitar seguir la conversación.
-Está bien-dijo Ghassan simplemente.
-Te lo agradezco.-Respondió mi hermano.- Por cierto... Disculpa las palabras del otro día. No me arrepiento de lo que dije, pero sí de las formas.
Hubo un largo silencio...probablemente Ghassan fulminó a mi hermano con la mirada, pero no contestó nada.
-¿Qué ocurre... con los fremen de aquí?-preguntó mi hermano algo después.-...
-¿Ocurre algo con ellos?-respondió el otro con un tono cínico.

No Azim... No le digas nada a Ghassan...

-Cuando llegué algunos estaban... ¿burlándose? ... Burlándose de Shalya. ¿Qué diablos ha pasado?
-¿Burlándose? Yo no vi nada parecido.
-Cuando llegué le estaban diciendo "perrito faldero del líder" ... Y creo que no es la primera vez que le hablan así.

Cállate Azim... No hables más...

Hubo un largo silencio.
-Nunca he sido testigo de tales...-comenzó Ghassan.
-Mi hermana te defiende y cree en ti. No permitas que esos tipos... ...
-¡Basta!-exclamó Ghassan, irritado-.No puedes culparme de algo que yo no sabía; por supuesto que no habría permitido que...
-No te estoy culpando, no te equivoques.-El tono de mi hermano continuó tranquilo.- Solo te pido que evites eso, ahora que conoces la información.
-¿Has terminado?-preguntó el líder fríamente.
-No me has contestado.

Ya basta… no le des más importancia a eso Azim...

-Y no pienso hacerlo; ¡¡¡largo!!
-¿Qué no piensas...? Maldito líder desagradecido del tres al cuarto...

¡¡Azim!!

-Otra insolencia más, extranjero...-la voz de Ghassan se ensombreció.
-¿Qué?-preguntó Azim, su voz sonó bastante extraña. Irreconocible para mi.
-¡Otro insulto más y juro que lamentarás haber venido aquí a molestarme!

Parad... Por favor parad...

-Capullo.
En ese momento empecé a oír ruidos de golpes y entré precipitadamente en la tienda.
-¡¡Basta!!-grité.
Mi hermano estaba en el suelo y sobre él... Sobre él estaba Ghassan, con una expresión de ira que jamás le había visto y el puño en alto a punto de darle un puñetazo. Yo corrí hasta ellos y cogí a Ghassan del brazo.
-Parad por favor.-dije casi llorando.
Ghassan me miró por unos segundos. Luego, se zafó de mí con brusquedad. Luego se alejó unos pasos.
-Fuera de aquí-musitó, mirando a mi hermano.
-Jejejeje...-Mi hermano se rió mientras se ponía en pie, se sacudió el polvo de la ropa y salió de allí.
Miré a Ghassan esperando que me dijera algo o que me mirara.
-Tú también deberías marcharte-me dijo, con la vista fija en el suelo.
Apreté los ojos para no llorar y me quedé allí parada durante un momento, luego salí corriendo detrás de mí hermano.

-¡¡Azim!!-lo llamé, él ya se había alejado bastante.
Azim tardó en detenerse, no obstante, se paró en seco sin girarse hacia mi. Llegué hasta él y me miró de reojo, sus ojos... estaban llenos de furia.
-Espera... por favor.-insistí.
Los fremen que antes se habían burlado de mí nos miraban atentamente.
En ese momento, Ghassan salió de su tienda.
-No volváis a esta tienda...¡¡ninguno de los dos!!-estaba demasiado lejos y no podía ver la expresión, además, volvió a entrar con rapidez.
Los fremen empezaron a murmurar...
-...-Azim se giró bruscamente para mirar hacia la tienda de Ghassan, luego a los tipos.- ¿¡Qué!?
Éstos se encogieron de hombros y se marcharon de allí, luego miré a mi hermano... Estaba apunto de echarme a llorar... Mi hermano me abrazó rápidamente en ese momento.
Yo por mi parte me quedé paralizada, mirando a la tienda de Ghassan y comencé a llorar, ya no aguantaba más.
-Perdoname Shalya...-musitó Azim.
Yo no dije nada, me limite a abrazarme fuerte a mi hermano y empezar a llorar.
-... Shalya... ¿quieres venir un tiempo conmigo a la ciudad?-preguntó mi hermano, creo que lo hizo sin pensar.
-¿Qué?-dije sorprendida.
-Bueno... las cosas no están muy bien por aquí.- Por un momento creí que iba a rectificar, sin embargo...- Creo que te vendría bien estar lejos de aquí por unos días.

Miré a mi hermano en silencio.
-Esta bien, iré, pero... tengo que hablar con Ghassan antes...-agaché la cabeza.
-¿Hum...? Él ahora mismo... no creo que sea buena idea.-Me dijo mi hermano mientras me colocaba la mano en la cabeza.
-Ya... Pero necesito hablar con él Azim.
-¿Necesitas...?
-Azim...- el corazón comenzó a irme muy deprisa, notaba un sudor frío recorriéndome toda la nuca.
-¿Eh?
-Le amo.
-... ¿¡QUÉ!?
-Eso...-me sonrojé.
-... Ahora viene cuando me dices que es broma... ¿verdad?
-No Azim... Estoy enamorada de él.
-Pero si tú... ... si él... ... joder...-Azim me dio la espalda mientras se llevaba la mano a la cabeza.-... ve...
Me acerqué a su espalda y me puse de puntillas para besarle la mejilla
-Gracias.

Luego me fui hacia la tienda de Ghassan y me quedé allí parada.

Tranquila Shalya...

Abrí la cortina de la entrada, Ghassan estaba rebuscando algo en su armario.
-Ghassan...-dije con voz temblorosa y casi en un susurro.
Se giró prácticamente de un salto.
-¿Es que acaso no oíste lo que dije hace unos minutos?
Asentí con la cabeza mirándole directamente a los ojos.
-Precisamente por eso he venido.
-...-abrió un momento la boca, luego volvió a cerrarla-.Pues no tiene sentido-dijo al final.
-Vengo a decirte que me voy Ghassan.-dije muy seria.

Se quedó en silencio, mirándome fijamente.
-¿Es lo que quieres no? Pues me voy, a la ciudad.-La voz me temblaba y el pulso se me aceleraba a cada segundo que pasaba.

-Lo que no quiero es...-Ghassan cerró los ojos con fuerza-...que seas insultada.
Miré a Ghassan y me contuve en esbozar una sonrisita.
-Azim te ha contado lo de los dos fremen de antes...
Volvió a mirarme.
-No sólo eso, como buen hermano me ha pedido que lo evite-hizo una pausa-.Y tiene razón.
-No es culpa tuya Ghassan.-Dije dando unos pasos hacia él, pero muy despacio.-Ellos te estaban criticando y yo me metí en medio, sólo eso. Fue culpa mía.
-Azim también dijo...que esto ya había pasado otras veces-dio unos pasos hacia atrás-.Por eso no creo que debas...-se chocó contra su estantería y tuvo que parar de retroceder-...estar aquí.
-Ha pasado dos veces.-afirmé.
-Deberías...deberíamos evitar que eso volviera a ocurrir.
-Ya... Por eso no quieres que me acerque mas a ti ¿no?-pregunté con un tono menos ortodoxo en mí.
Se dio la vuelta sin responder y sacó una foto del armario, la que una vez me había escondido...
Esta vez me la enseñó. Habían varias personas, pero quien más destacaba era una mujer.

-¿La ves?-me preguntó.
-Si.-contesté desconcertada.
-Yo la amaba-me espetó-.Y murió...por mi culpa.
-¿Por tu culpa?-dije sin darme cuenta.
-¡Así es!-ahora Ghassan estaba pálido y no me miraba a los ojos-.Y en sus últimos momentos de vida...se dio cuenta de que ella en realidad no me amaba-ahora sí me miró-.No dejaré que ocurra...dos veces.
-Ghassan...-el corazón se me aceleró.-Yo si que te amo, y estoy segura de ello.
Ante estas palabras pareció dudar un poco.
-Yo también...-murmuró-..Por eso...por eso aléjate-añadió sin mucha convicción.
Irónicamente hice todo lo contrario a lo que me había dicho, fui a él y lo abracé.
-No puedo alejarme, no me compensa... Me da igual que hablen.
-He dicho que no...-pero él también me estaba abrazando.
-Me da igual.-le dije.- ¿Entiendes?-luego me separé de el para mirarle.
-Pues no debería-me contestó frunciendo el ceño.
-Puede...-le cogí la mano.-Bueno... me voy a la ciudad un par de días, a ver si los fremen se cansan de cotillear.
-¿Vas con tu hermano?-me preguntó.
-Sí, voy con él. Me lo ha pedido, cree que me vendrá bien.
Ghassan asintió.
-Hazlo antes de que ordene que nadie salga.
-Gracias.-Me acerqué y le besé mientras le abrazaba.
Lo escuché suspirar. Me separó de él con suavidad.

-Shalya…
-Esta bien... perdona por darte el beso...-dije agachando la cabeza.
-No es eso…
Levanté la cabeza para mirarle a los ojos.
-¿Y pues?-pregunté.
-¡¡Mas te vale que te lleves el destiltraje puesto, porque si piensas salir de aquí como estas ahora mismo YA PUEDES ESPERAR SENTADA!!

¡ARGH!

-Esta bien esta bien.-Fui al armario y cogí un destiltraje y me lo puse entero, exceptuando la capucha.
-¿Contento?
-Pero ese era mi único destiltraje...
-¡Ay siempre te andas quejando!-dije sacándole la lengua en señal de burla.
Ghassan esbozó una sonrisa que yo le respondí, luego me di media vuelta y me fui, mi hermano estaba esperándome apoyado en la pared para irnos a la ciudad.


*OUT* Em.... Mira el post... Esto... LO SIENTO MUCHOOOO >////< style="font-style: italic;">superhipermegaultramastereterno pero esque..... ¡¡no podía parar!! Bueno espero que os guste n.n Mil besos y muchissimas gracias a Lorena y a Kaori por ayudarme tanto con le post n.n os kierooo *OUT*





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