domingo, abril 8

Ya estaba harta de ver todo el rato lo mismo, llevaba mucho rato sentada con las piernas cruzadas esperando a que Ghassan regresara, decidí que no pasaba nada por ir a dar una vuelta, cogí una especie de capa con capucha que tenía Ghassan en el suelo tirada y me la puse, no quería que mi madre me viera, aunque aun estaba un poco dolorida me levanté y me dispuse a salir, oía mucho estruendo fuera, parecían gritos, salí precipitadamente de la tienda y choqué contra alguien, caí al suelo y un mechón de mi larga melena rosa se escabulló del escondite de la capucha que llevaba puesta.
-¿Shalya?-preguntó la persona contra la que había impactado, poniéndome en pie.
-¿Ghassan?-pregunté mirándole con la cabeza aun agachada.
-¿No deberías estar descansando?
-Es que me aburría y pensé que si me disfrazaba un poquito pues...-comenté sonrojándome levemente.-de repente vi acercarse a mi hermano, llevaba una espada que me resultaba muy familiar...-¡¡AZIM!!-corrí hacia él.
-Hola Shalya.-Me saludó, estaba extraño.
Fuí a abrazarle, pero cuando estaba a punto de hacerlo se apartó un poco como rehuyendo mis brazos asi que no le abracé y me quedé callada mirándole.
-¿Cómo estás?-preguntó.
-Perfectamente.
-Pobre Shalya-le dijo Ghassan-mientras no estabas, no hacía sino hablar de tí, y ahora...la recibes así-me apartó suavemente y se dirigió a la salida.
-Shalya, he venido para entregarle esto a nuestra madre.-Explicó Azim, dejándome ver bien la espada que llevaba.
-Es la espada de papá ¿no?-pregunté.
-Sí, exacto. Es hora de que vuelva al refugio.-Respondió Azim.
-¿Por qué no me miras a los ojos Azim?-dije con tono frió quitándome la capucha de golpe.
-Sí te miro a los ojos.-Su mirada se clavó en mi.
-Antes no lo hacías... ¿Te he hecho algo?
-No, en absoluto.-Negó.- Supongo que no te has dejado ver por mamá. ¿Cierto?
-Sí, tengo todo el cuerpo lleno de cicatrices y aun en la cara, como puedes comprobar.-No me gustaba la actitud de mi hermano, estaba a punto de hacerme llorar.
-Entonces... Supongo que no vendrás conmigo a darle esto a mamá.
Yo miré a Ghassan como preguntándole que debía hacer.
Él parpadeó sorprendido.
-Pensé que ella no debía verte...así...
-Hump...-Azim agachó la cabeza por un momento, avanzó quedándose justo a mi lado y me revolvió el pelo.- No pasa nada Shalya. Intenta recuperarte, ¿Vale?
Al notar la mano sobre mi cabeza me empezaron a caer las lágrimas así que me puse la capucha de nuevo.
-Vale...
-Pero no llores.-Me hizo girar hacia él y me quitó la capucha.- ¿He estado siendo brusco contigo?
-Acabas de pagar tus frustraciones con ella, extranjero-le reprochó Ghassan, que parecía molesto, aunque ya de antes.
-Es culpa mía supongo...-dije mirando primero a Ghassan y luego a mi hermano con los ojos llenos de lágrimas.
-No, no es culpa tuya.-Respondió Azim, no reaccionó al comentario de Ghassan y simplemente me quitó las lágrimas de la cara.- Es mia. Perdona.
-Da igual...-contesté con la voz temblorosa, me moría de ganas de abrazarle muy fuerte, pero si volvía a apartarse no seria capaz de soportarlo.
-No, no da igual.-Me hizo hacia él con cuidado y me abrazó.
Yo también le abracé, con todas mis fuerzas.
-Bueno, ¿me perdonas entonces?-preguntó Azim.
-No hay nada que perdonar.-Contesté con una frágil sonrisa-Dile a mamá que la quiero mucho, y que pronto iré a verla.
Asintió levemente y luego se apartó de mi, miró la espada y cuando iba a continuar con su camino se detuvo en seco mirando al frente.
Yo lo miré extrañada.
-¿Qué pasa?
-Hola.-Saludó a alguien, en ese momento me giré y vi a una chica fremen.
-Hola.-Contesté con educación, ya me había vuelto a poner la capucha.
La chica fremen me miró con curiosidad y nos sonrió ampliamente.
-Hola, soy Dizliz.
-¿Ya has terminado con lo que viniste a hacer?-le preguntó Azim.
-Pues sí, antes de que se fueran los atreides.
Yo les miraba atónita. ¿Quién era esa fremen? Llevaba un traje negro de jinete y una larga coleta con un cabello precioso de color marron oscuro.
-Ah bien. Yo tengo que resolver unos asuntos antes.-Indicó él mientras le mostraba la espada.
-Ah es aquella espada de la que me hablaste... No puedo creer que al final la hayas traído sin utilizarla-Dijo asintiendo con el ceño levemente fruncido.
Yo no entendía nada ¿Por qué sabía esa chica tanto sobre mi hermano?
-No la necesito, ya tengo una espada.-Respondió Azim.- Además, es mejor que esté aquí en el refugio.
-Si tu crees que es lo mejor, seguro que esta bien.-dijo con una calida sonrisa.-Bueno pues yo me voy a dar una vuelta, cuando estés listo búscame y nos vamos ¿te parece?
-Sí.-asintió Azim.-En fin... tengo que ir a darle esto a mamá.-Indicó Azim, que luego me miró levemente.
-Pues hasta luego.-dijo Dizliz guiñándole un ojo-Por cierto.-dijo girándose hacia mí que había estado todo el rato mirándola sin decir nada.-Un placer conocerte Shalya.

¿Sabe quien soy?

-Esto... Igualmente...-contesté sin saber que decir.
Y la fremen se marchó.
-Se llama Dizliz.-Indicó Azim.
-Sí, ya lo dijo pero... ¿Quién es? ¿Me conoce?
-Le he hablado de ti... alguna vez.-Respondió Azim mientras intentaba recordar algo, pero luego aparento resignarse y se encogió de hombros.
-No será tu... novia... ¿no?-bueno auque no me importaría, se la ve muy agradable y es muy guapa...-dije desconcertada.
-¿Mi novia?-Sonrió, la primera vez desde que llegó allí.- ¡Oh, no! Es una compañera simplemente.
-Vaya... una jinete de brigada... Que envidia...
-No debería darte envidia. La vida de un Jinete no es nada que hay que envidiar...-Acarició mi rostro por un momento, pero luego apartó su mano.-...Se pasa mal, o eso dicen.
-Pues a ella se la veía muy alegre.-contesté encogiéndome de hombros.
-En realidad no lo estaba.-Negó con la cabeza.-Finge para que no me preocupe. Pero en realidad estaba triste. Ha perdido algo muy preciado.
-Vaya...-en ese momento me giré para decirle algo a Ghassan y me di cuenta de que se había marchado.-Bueno hermano, tienes cosas que hacer, me voy a buscar a Ghassan.
-Adiós.-Se giró lentamente y comenzó a caminar en dirección a nuestra casa.
Yo lo miré mientras se marchaba y me metí en la tienda, donde estaba Ghassan.
Levantó la mirada al verme entrar.
-Hola-saludé mientras me quitaba la capucha.
Me respondió con un inclinación de cabeza y comenzó a organizar una especie de estantería sin mucha convicción, como si sólo lo hiciera por entretenerse.
-¿Qué le pasa a Azim?-pregunté directamente.
-¿A Azim? Ojala lo supiera. Llegó furioso.
-¿Habeis discutido?
-Como siempre-respondió encogiéndose de hombros.
Me senté en el suelo y me tapé la cara con las manos murmurando algo que seguro que Ghassan no entendió.
-¿Qué ocurre?-se sentó a mi lado y me observó con curiosidad.
-Me da la sensación de que todo el mundo conoce a Azim más que yo.-dije levantando la cabeza y mirando a Ghassan.
-Hmm...No lo creo. Eres su hermana, después de todo.
-Por eso mismo me molesta... Antes estuvo hablando con una fremen compañera suya y parecía que ella sabía muchísimo más de él que yo, y contigo igual...
-¿Yo? ¿Cómo quieres que yo lo conozca?-dijo rápidamente, desviando la mirada.
-Hasta tu mismo te das cuenta, solo que no quieres reconocerlo.-dije agachando la cabeza.
-¿Tanto te preocupa eso?
-Mas de lo que te imaginas...
-Siento no poder ayudarte.
Mire a Ghassan sorprendida, en realidad no esperaba que contestara.
-En realidad es culpa mía...
Me miró interrogante.
-¿Lo es?
-¿De quien si no?-dije clavando mis ojos en él.-Seguramente me dirás que es culpa suya pero... supongo que no me cuenta nada porque se preocupa por mi, así que...
Ghassan agachó la cabeza, sin saber que decir.
-Si se preocupa por ti, es suficiente. Conocerlo más, o menos...
-Si yo fuera mas fuerte, si no fuera tan débil, entonces él...-de repente me callé y miré a Ghassan esbozando una leve sonrisa.-Perdona... Estas cosas a ti ni te van ni te vienen.
Ghassan se levantó para seguir "ordenando" los estantes.
-Conque eso crees...
-No sé... Creo que como líder tendrás cosas mejores que hacer que preocuparte por una mocosa flacucha de pelo rosa que no hace más que darte la lata.-dije como si nada.
-No creas...un par de acusaciones de traición, alguna sublevación...nada importante-me respondió en el mismo tono.
Me levanté y me coloqué a su lado.
-¿Cómo?
-¡Maldita sea!-dijo dándose cuenta de que no debía haber hablado-.Estúpido cinismo..-dijo más bajito.
Lo obligué a mirarme.-¿Qué ocurre Ghassan?
Tras un rato de silencio y de soportar mi mirada, finalmente se rindió.
-El motivo de la furia de tu hermano...soy yo.
-¿Qué ha pasado?-me sentía como en un interrogatorio, pero era la única forma de arrancarle las palabras a ghassan.
-Él cree que voy a...traicionar a los Atreides, al refugio...-por primera vez vi en sus ojos algo de sincera desesperación-¡Lo ha tergiversado todo!
-Ghassan... Mi hermano no es así... Seguro que alguien le ha contado esa mentira, peor él no se la ha inventado, estoy segura de eso.-le acaricié levemente la mejilla.
Ghassan cerró los ojos instintivamente en cuanto le toqué.
-Quizás sí es traición...incluso aunque el Duque sea una persona bondadosa, lo más sensato sería juzgarme por traidor si descubriera que puedo intentar recolectar la especia por cuenta propia...
Sonreí al ver la reacción de Ghassan cuando le tocaba.
-Y... ¿Qué vas a hacer? ¿Seguirás recolectando por cuenta propia?
-Creo que sí...tengo dudas, pero creo que puede salir bien.
-¿Con que fin Ghassan?-mi tono sonó mas duro de lo que quería.
-¿También tú?-dijo mirándome molesto-.¡No tengo intención de beneficiarme de esto!
-Perdona no quería decir eso...-dije agachando la cabeza
-No importa. Lo entiendo.-murmuró mirando hacia otro lado.
-Ghassan...-dije haciendo que me mirara de nuevo.-De verdad que no quería decir eso.
Volvió a desviar la mirada, pero tras unos segundos me miró a los ojos.
-Oigas lo que oigas, por favor confía en mí.
-Claro que sí Ghassan.-Me invadió el mismo sentimiento que había sentido en la consulta de Herold, tenia ganas de besarle, pero me reprimí y me limité a darle un abrazo, creo que lo necesitábamos los dos.
-Gracias-susurró mientras apoyaba la cabeza en mi hombro.
-No se merecen. Contesté dulcemente mientras acariciaba su nuca.
-Aunque suene ridículo-dijo con voz temblorosa, más bien parecía que pensaba-creo que...por fin ya no me siento solo.
Sonreí y una lagrima resbaló por mi mejilla.
-Ghassan... lo que pasó aquella vez en la consulta de Herold...-hice una pausa, la voz me temblaba, bueno, en realidad me temblaba todo el cuerpo.-¿Te importaría si... volviera a suceder?-dije mirándole a los ojos y sonrojándome.
-Eh...-de pronto pareció muy azorado-¿Que salga corriendo y me tropiece con algo? Si...te divierte...
Reí y me acerqué mucho a él.
-No... me refería mas bien a esto...-dije mientras acercaba mis labios a los suyos y le besaba.
Esta vez Ghassan no salió huyendo en cuanto nos separamos, sólo se quedó allí, sonrojado y cabizbajo.
-Tu hermano me matará-dijo tristemente.
-Y a mí...-dije mirandole también sonrojada.-Pero... Deseaba hacerlo.
-Shalya...-de pronto se fijó en mis ropas-¿dónde está tu destiltraje? ¡Cuántas veces te he dicho qué...?

Comenzamos a pelearnos por el tema del destiltraje, pero a la vez nos reíamos, nos pasamos así un buen rato, ambos necesitábamos reirnos un poco.

*OUT*Perdon por la extension jeje espero que os guste n.n gracias a Lore y a kaori por su gran ayuda n.n besiness *OUT*




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