Muchos temen al pasado, pues les muestra sus debilidades, sus miedos, sus errores... Lo hecho demuestra lo poco que se ha avanzado, lo poco que se ha mejorado y a los humanos, a las personas, eso les afecta. Les afecta ver que no han progresado nada en 10 años, 17 años... Es el caso de mi gran colega de profesión Herold. Durante años fue un empírico con todas las de la ley, experimentaba sin pudor con cualquier cosa que se le planteara en su mente. Pero nunca tuvo las agallas suficientes de pasar a planos más serios, por lo que finalmente me entregaba sus descubrimientos y sus objetos de estudio para que yo continuara de la manera que yo creyera posible. Desde que nos conocimos un temor brillaba en sus ojos, pero a lo largo de los años aumentó y aumentó hasta que desapareció del mapa. Me temía. Temía todo lo que yo hacía y todo porque a sus oidos llegó la noticia de un experimento que fue mitad desastre, mitad acierto.
"Se ha vuelto loco, todo tiene sus límites... No se puede experimentar con los críos. ¡Es...! "
Es ciencia. Ciencia y nada más. Para que unos mejoren, otros deben sacrificarse.
Pensé en ello mientras andaba con Yerik a mi derecha, en una pequeña conversación con él mi verdadero motivo para estar en aquella ciudad se había escaqueado. Sin duda Volker sería un paciente complicado, escurridizo y seguramente más facil de tratar que de capturar. No obstante, su capacidad de matar era impresionante, al igual que su transformación cuando volvía a ser el "drogadicto inútil". Lo cierto es que no esperaba mucho de Volker, pero estaba allí para tartarle. Mientras lo hiciera, podría llevar a cabo otras investigaciones.
Miré de reojo a Yerik, mi viejo experimento, se mantenía a cierta distancia y aparentaba ofuscado. Pero su enfado no era por mi, sonreí, sin duda no había conseguido nada de aquella fremen de cabello rosa. Puesto que si lo hubiese hecho, aun con mi presencia, estaría sonriendo como un bellaco. Él es, sin duda, uno de las mejores criaturas que han salido de mi laboratorio. Fuerte, inteligente, rapido y sin escrúpulos... Era un soldado en toda regla, desde crío y aunque para muchos su caracter era un problema para mi era una variable bastante interesante.
Yerik caminaba con la cabeza gacha, refunfuñaba cosas que no alcanzaba a oir y de vez en cuando me miraba de reojo, peor no decía nada.
-¿Sorprendido?-Pregunté, él creía hasta hace muy poco que yo estaba muerto. Luego sonreí y miré hacia delante.- ¿U ofuscado?
-Ambos...
-¿Realmente creíste que me habías matado?-Pregunté, no pensaba hacerlo hasta bien entrada la conversación pero al final tuve que hacerlo. Le miré fijamente. Le sorprendió levemente que lo hiciera de forma tan directa, no obstante, disimuló.
-Quedaste mutilado... ¿como mierda sobreviviste?-dijo mirándome también fijamente.
-Sabía que te habían engañado.
-¿Que dices?
-No era yo Yerik, ¿No recuerdas que en mi laboratorio había un Ghola?
-...-Yerik apretó los puños.-Puto ghola...
Sonreí levemente, no había cambiado su vocabulario en aquellos años.
-¿Realmente creiste que yo iba a presentar tan poca batalla?-pregunté, luego me carcajeé.- Si te sirve de consuelo, hiciste todo lo que planeé. Por eso has estado libre durante todo este tiempo.
-¿Libre?-me miró sorprendido.-Yo SIEMPRE he sido libre
-¿Y por qué no pudiste salir de allí antes?
-Porque.... No tenía a donde ir.
Le miré y me reí, hacía tiempo que no me reía así. No obstante, luego me crucé de brazos y negué con la cabeza mientras decía:
-Luego tampoco. Pero hasta entonces habías sido preso de tus escrúpulos. Fuiste liberado. Y veo que el efecto continua.
-Olvídame un rato y busquemos al jefe.-dijo girándo la cara.
-Educado, como siempre.-Respondí.
Continuamos andando, sabía que ibamos a tardar muy poco en recibir noticias del paradero de Volker, pues éste no era muy bueno disimulado su verdadera naturaleza. Posiblemente, en un acto estúpido acabaría sido descubierto y todos los ciudadanos de aquel lugar sabrían que él es uno de esos que, supuestamente, están tan erradicados, los Harkonnen. Miré a Yerik de reojo, ¿estaba controlandose? No te atacaba. Tenía los ojos fijos en el suelo. Asentí levemente con la cabeza, él cuando atacó en aquella ocasión supo de alguna manera que aquel al que mataba no era yo. Quizá simplemente lo descubrió inconcientemente.
-¿conservas la foto?-pregunté.
-¿Hm?-dijo con aire distraido.
-La foto que encontraste en el laboratorio el día que llegaste.-Miré hacia otro lugar mientras respondía.
-Ah....-de un bolsillo sacó una foto arrugada de una mujer de cabello rubio, muy guapa.-Si...
Ella había sido otro error, era aquello que llamaban "fantasmas del pasado". Miré la foto durante un momento, tal como estaba en aquel momento no me afectaba ver aquella foto. Ya no. En el pasado yo sí que ma habría atormentado, fue la peor equivocación de mi vida. Una de esas que tardas en olvidar. Pero me caracterizo por no ser como los demás.
-Me parece bien.-Le respondí, luego sonreí.
Yerik no djo nada, miró la foto y sonrió de manera muy extraña, con...¿ternura? Luego se la guardó y volvió a su expresion pasota y agachando la cabeza continuamos andando, oía los pies de Yerik arrastrándose por el suelo, con pasotismo.
-Si no lo encontramos pronto, acabaremos viendo todo este lugar teñido de sangre.-Susurré de pronto, pensando en voz alta.
-No.-dijo tajante.
-¿No qué?
-No es como tú lo pintas
-Tú no has visto lo que he visto yo.-Respondí.- Le vi en el bar. Sí, parece muy... no.. no lo parece... a veces ES tonto. Pero hay otras veces que no lo es... Sino que es peligroso.
-No me refiero a eso, le horroriza lo que hace, tu sólo quieres experimentar con él, hacerlo sufrir, igual que a mi, Volker se horrorizó al ver lo que había pasado en el bar.
-¿Experimentar yo con él?-pregunté, "ofendido".- ¡Qué cosas dices...!
Yerik dejó escapar un resoplido y continuó caminando.Le miré de reojo, extrañado...
-Yerik... No me digas que...-Dije en voz baja.- ¿Te preocupas por él?
-¿PERO QUÉ COÑO DICES VIEJO?-gritó parándose en seco.
-¡Oye, a quien llamas viejo, si yo podría ser tu...!-Me callé sobre la marcha y continué caminando, luego le miré de reojo con una sonrisa burlesca.- Te preocupa.
-No digas estupideces, es mi jefe, sólo eso y si lo vuelves loco alomejor no me paga, no saques conclusiones erroneas tio.
-Según la baronesa ya está loco. De todas formas, dejando a parte tu experiencia personal conmigo... Recuerda que soy uno de los mejores Doctores Suk de Giedi Prime y que nunca fallo.
-Ya, siempre consigues dominar a la gente como quieres ¿no?-dijo con algo de rencor.
-No hace falta sacar viejos trapos.-Respondí, luego me encogí de hombros.- Recuerda que si no llega a ser por eso, aún estarias matando animalitos indefensos y luego te estarías riendo como si... ¿Hubieras matado a un humano? Hm...
-Vete a la mierda.-contestó con desdén
Siempre decía las cosas, desde que es el que está ahí hablando como un macarra, como si le diese todo igual. Pasota, maleducado, cruel la mayoría de las veces. Era difícil de convencer, solo había una cosa que podía hacerle cambiar de parecer muchas veces, el dinero. Pero también tenía otros intereses. No obstante, al andar ahí cerca de mi no lo hacía con la misma altanería que con el resto. Se guardaba las espaldas mientras intentaba aparentar tranquilidad, pero sus ojos estaban nerviosos, iban a mi en demasiadas ocasiones.
-Y qué... ¿Un intento de violación fallido, eh Yerik?-pregunté, como si estuviese hablando de cualquier cosa.
Yerik me miró sorprendido, luego agachó la cabeza e intentó disimular.
-No se de que me hablas.
-Sí hombre.-Dije, burlándome de él.- No creo que hayas intentando violar a muchas muchachitas que te hayan hecho polvo tus partes.
-Ya te he dicho que noi se de que hablas, a mi no me interesan las mujeres.
-¿Y los hombres?
-Gilipollas.
Le señalé y comencé a reírme de nuevo, esa cara de... de... Continué riendo con ganas durante unos momentos. Pude ver que se puso rojo hasta las orejas. ¿Rabia? ¿Vergüenza? No obstante, de pronto dejé de carcajearme DE ÉL, para decirle:
-¿Recuerdas lo que es el miedo, verdad?
-No seas ridículo.-Dijo aún sonrojado.-Yo no le tengo miedo a nada.
-¿No temerías volver a ser el mismo crío de antes...?-Le miré de forma significativa, luego mis ojos volvieron al frente.- Estoy de coña, por ahora. A lo que me refiero es que esa ropa que llevas huele a miedo. De mujer. Y se que no terminaste con ella porque no sonries como siempre.
-¿y tu que sabrás? Ya no sonrío...
-Quizá no como un niño, no con sincera amabilidad. Pero sí con maldad. ¿me equivoco?
-No es de tu incumbencia...
-Sí que lo es. Si estás defectuoso debo saberlo.
-No hables de mi como si fuera una maquina ¿quieres?-dijo molesto.
-No eres una máquina, pero eres un experimento. Es así como tengo que hablar de ti. Lo sabes.
-Eres un puto obseso.
-Si lo fuera no te habría dejado hacer lo que has querido durante todo este tiempo.
De pronto se oyó un estruendo, Yerik se detuvo pero yo no. Continué caminando, pues provenía del lugar al que nos dirigíamos. Yerik se acercó a mi de nuevo. Tenía la sensación de que el propio Volker iba a indicarnos donde se encontraba muy pronto. Miré de reojo a Yerik y le dije:
-Si quieres matarme, hazlo ahora. A partir de hoy estaré aquí para quedarme.
-No me apetece ahora.-dijo como si nada.
-Jeh, pues vamos a por tu jefe.
Desde una esquina nos llegó el sonido de un apacible...ronquido. Y, por si fuera poco, un inconfundible reguero de sangre se extendía hasta el mismo lugar.
-hmp...-Seguí con los ojos el rastro de sangre y luego le miré.- No ha llegado lejos si lo que quería era huir de nosotros.
-Idiota...-susurró Yerik negando con al cabeza.
-Ey.-Gruñó alguien detrás de nosotros, miramos de reojo y allí había unos cuantos... Pueblerinos.- ¿Conoceis a ese tipo?
-Es un Drac Queen borracho...-dijo Yerik como si nada.-¿Que pasa te pone?
-Se...serás...-gruñó el hombre, dando un paso al frente.
-¿Qué es lo que ocurre?-pregunté, el hombre giró la cabeza hacia mi.
-Es un harkkonnen, estamos seguros.-respondió, como si hubieran descubierto algo que no era evidente.- ¡vamos a matarlo!
-que valor...-respondí.-¿No os dais cuenta de que es un desquiciado peligroso? Ese líquido del que está empapado no es zumo de tomate precisamente...
-Hmr...sólo cinco minutos más...-suspiró mi paciente, que incluso en sueños parecía querer contradecirme.
-¡Maldición!-Lo señalaron con sus armas rudimentarias.
-... Largaos.-Ordené mirandoles de reojo.- ...
-¿¡Es que buscas pelea!?-espetó uno, se me quedó delante de la cara.-¿¡Eh!?
Yerik sacó rápidamente su espada y le atravesó el cuello a aquel tipo.
-Ya me estaba hartando...
-Estaba esperando a ver cuanto aguantabas.-respondí, mientras se nos echaba encima el resto. Me limité a esquivar a aquellos que iban a por mi.
Yerik por su parte en un santiamen se deshizo de todos, luego s epuso a limpiar la espada como si se le hubiera manchado de zumo.
-Será mejor que nos llevemos a este.-Indiqué mientras me giraba hacia Volker.- Vendrán más visitas pronto.
-Ok
Yerik pasó uno de los brazos de volker por sus hombros y lo levantó.
-Vamonos de aqui de uan vez.
-Sí.-asentí, tras eso me eché a andar mientras Yerik lo llevaba.
De vez en cuando mi paciente murmuraba alguna frase incomprensible, pero no parecía despertar. Avanzamos bastante por aquella ciudad, pero lo cierto es que un tipo arrastrando a otro empapado en sangre llama mucho la atención. Varios fremen se paraban en seco y permanecían mirandonos fijamente, como si estuvieran pensandose detenernos. Pero luego continuaban su camino, refunfuñando...
Un tipo finalmente se colocó delante de nosotros, no se movía y aparentaba querer quedarse allí. Me giré para buscar otro camino, no interesaba en absoluto matar a ese estúpido delante de toda aquella gente. No obstante, me tocó y espetó:
-no vais a ninguna parte, rata.
-...¿me has tocado?-pregunté, mirándole de reojo.
Sonrió burlescamente, quizá mi apariencia no es la de alguien peligroso. Pobre...
Palideció de pronto, posiblemente mis ojos volvieron a cambiar de color. Lo cogí por el cuello y aparté su asquerosa mano de mi, gruñó e intentó liberarse pero ya no le llegaba sangre al cerebro. Me había encargado de ello.
-Al parecer tendrían que enseñaros más educación por aquí.-tras eso, golpeé con mi mano izquierda el estomago del tipo.
Salió despedido echando sangre por la boca y luego acabó contra una pared, otro tipo que aparentaba conocerle le tomó el pulso. Estaba muerto. Continué andando y le hice un gesto a Yerik para continuar, mientras nadie era capaz de ponerse en nuestro camino.
-Joder...
-La chaqueta... era nueva.-respondí mientras continuaba andando y me ajustaba los guantes.
-Ya veo...-Yerik se rió por lo bajo.-Puto psicópata.
Sonreí. ¿qué iba a decir? Realmente todos los Harkonnen somos unos "putos psicopatas" pero yo lo disimulo... A veces. Conseguimos llegar a la nave en la que habían llegado y Volker aparentaba no querer despertarse aún.
-Voy a despertarle.-Indiqué mientras me acercaba.
-Todo tuyo tio.-Dijo dejándolo caer.
Me acerqué, le di un toque en el cuello y luego me giré hacia Yerik y me senté. De pronto Volker comenzó a gritar en sueños y abrió los ojos bruscamente, gritando aún.
-¿Dónde...?-consiguió decir al final.
-Yerik, ¿por qué le haces tanto daño a tu jefe?-pregunté mirándolo.
-Vete a la mierda.
-De acuerdo, vamos al palacio.-respondí, cruzandome de brazos.
-¿Qué es...-rápidamente Volker se llevó una mano a la boca, estremeciéndose por las naúseas-este hedor a sangre?
-Eso, ¿cómo era?-miré a Yerik de reojo.- Ah si, tú te cargaste a mucha gente y le salpicó a él. ¿No es así?
-Sí... Así fué.-Dijo Yerik agachando la cabeza.
-bonita historia.-susurré, luego bostecé.
-Calla..
-¿Falta mucho?-lloriqueó el otro hombre, visiblemente incómodo.
-Lo dudo.-respondí mirando el cuadro de mandos, ligeramente... destrozado.
Yerik estava sentado en el asiento del piloto, con las manos en los mandos, de vez en cuando le daba alguna patada al panel de control, en menos de 10 minutos llegamos.
Out: Fin =D gracias a Kao y a Maron por su ayuda ^^ a que es adorable el señor Johann? xDDD y claro, como no... tb Yerik y Volker ^^ xDDD dw!!
Johann volvió al desierto a las 11:10 p. m.
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