El tiempo se me acababa no habíamos logrado recoger la suficiente cantidad de especia que habíamos prometido y pronto teníamos que hacer la entrega. Ya no podía quedarme más tiempo en el refugió eso pondría en peligro a todos los fremen, me hubiera gustado poder haber hecho algo más por ellos pero en fin así es la vida.
Estaba en mi tienda pensativo cuando entro un soldado fremen con una notificación de su líder.
-Brian Atreides por ordenes del líder Ghassan usted y sus hombres tienen que abandonar el refugió y volver a palacio cuanto antes.
Entiendo, dile a tu líder que enseguida nos iremos, y gracias por la ayuda. Me hubiera gustado poder haber hecho más por vosotros.
Después de hablar con el soldado ordené a uno de mis hombres que avisarán a todos de que volvíamos a Arrakis.
Cuando estaba acabando de recoger mis cosas entró en la tienda una Frederth bastante seria
-Señor... realmente... -dijo en voz baja.- ¿Realmente así acaba esto?
Me temo que si Frederth, ahora lo único que podemos hacer es volver a palacio y esperar a que sea la hora. Si puedes localiza al capitán Rick y dile que acabe de preparar las defensas del refugió y que vuelva enseguida que acabe.
-De acuerdo.-Asintió, luego se giró para marcharse pero luego me miró levemente antes de irse.- Esto... Esto aún no ha acabado.
Gracias Frederth
-Démelas cuando se demuestre que tengo razón.-Miró hacia la puerta y comenzó a caminar.-Aún queda alguien que puede ayudar, estoy segura.
Después de hablar con Frederth acabe de coger las últimas cosas y me dirigí hacia la primera nave para salir primero y poder pensar con calma que podría hacer ahora.
Ya una vez en palacio, todo seguía igual, aún se creían que seguía en mi habitación y los consejeros estaban nerviosos y preocupados por mi cuello. Yo entre en mi habitación y me senté en mi mesa mirando unos documentos cuando alguien me interrumpió llamando a la puerta.
Oí voces y luego dos guardias entraron, alguien los había pateado hacia el interior. Me puse en pie y vi como Azim, el Jefe de la Brigada de jinetes, entraba lentamente mientras los guardas le miraban malamente. Traía unos papeles y su ropa, que aparentaban las de un Harkonnen, estaban manchadas de sangre.
-Disculpa esta entrada, Duque.-Dijo al verme.- Pero tus guardias no me dejaban entrar.
-¡Maldito!-gruñeron los soldados, poniéndose en pie.
Tranquilos ya está todo controlado, podéis iros.
- Si señor!! - asintieron los dos soldados.
- Azim, ¿qué haces aquí? ¿y esas heridas ,que te ha pasado?
-Es...-miró hacia otro lado y luego sonrió.- Una larga historia.
Se acercó a mí a medida que iba poniéndose más serio, luego dijo:
-Mañana acaba el plazo. ¿Me equivoco?
- Sí así es, agradezco todo vuestro empeño, pero nos falta aún mucho para lograr lo acordado.
-¿Cuánta especia exactamente?
- Míralo tú mismo- dije mientras le mostraba el papel con todas las cuentas.
Tomó la hoja entre sus manos y comenzó a observarla con detenimiento, de pronto quedó mirando al techo por un momento y luego sonrió, aliviado.
-Duque... Tengo un trato para ti.-Dijo, mientras me devolvía el papel.
- ¿Que tipo de trato?
-Te daré la especia necesaria... Pero no permito preguntas de su procedencia ni tampoco sobre mí. ¿Acepta, Duque?
-Bien. Puedo entregarte la especia ya mismo.
- Pues no sé cómo agradecértelo, bueno primero quiero que te miren esas heridas el equipo médico, no estás en buenas condiciones para ir andando
-No te preocupes, estoy bien. Lo primero es lo primero.
- De acuerdo veo que discutir contigo es algo poco recomendable. Pero déjame hacer algo, me has salvado la vida con ello, tengo que agradecértelo de algún modo.
Aparentaba estar a punto de negarse, pero de pronto se dio cuenta de algo y sonrió amistosamente mientras decía:
-No tendrá... algún trabajo para mí. ¿verdad?
- ¿Algún trabajo? pero no eres el jefe de la brigada de ginetes
-Es una larga historia... Simplemente necesito otro trabajo.
- De acuerdo si eso es lo que deseas te nombraré mi informador personal. Tu trabajo será de de obtener la mayor información posible de lo que ocurre en todo dune.
-... hum... De acuerdo. ¿Cuando se procederá con la entrega de especia?
- Mañana al mediodía vendrá una nave Corrino en busca de la mercancía.
-Pues démonos prisa.-Indicó.- Entre antes te entregue la especia, antes estarás seguro.
- De acuerdo - indique con una sonrisa
Enseguida salimos de la habitación y nos dirigimos hacía el exterior donde una enorme nave estaba estacionando
Pronto un hombre quizá de mi edad salió de la nave, era más bajo que Azim y calvo.
-Ishir, este es el Duque Atreides.-informó Azim, el otro hombre le miró de reojo y luego hizo un gesto de respeto.- Descarga la especia.
-... bien.-Dijo el tal Ishir, luego se giro hacia la nave de nuevo.
Eso no era ningún sueño, Azim había conseguido no se como la especia que hacía falta para completar el pedido. Ya no me iban a matar ahora podría hacer todo lo que tenía pensado para ayudar al pueblo fremen y podría salvarles de los Harkonnen.
*OUT* Bueno pues al fin logre ponerme y postear que ya me tocaba. Ahora ya puedo respirar tranquilo ya que no me van a cortar el cuello. *OUT*
Kyo volvió al desierto a las 11:41 p. m.
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