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El olor de la muerte.. es tan agradable..
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-Rena –dijo madre- recuerda bien este perfume.. pues será el más agradable y preciado que llegaras a encontrar a lo largo de tu vida –alzó la vista al cielo y, cerrando los ojos, dijo casi en un susurro- ha llegado la hora
-¿La hora? –pregunté desconcertada
-La hora, pequeña diablilla.. noto las tensiones por parte de la Madre Superiora.. creen necesaria mi desaparición –empezó a reírse- estúpidas brujas.. creen estar por encima de cualquier otra potencia en todo el Universo conocido y no son más que unas.. simples y estúpidas marionetas del destino que ellas mismas se han ido tejiendo
-Entonces..
***
“Entonces..” esa fue la última palabra que dirigí a madre. Antes de que pudiera proseguir la frase noté un golpe que me inmovilizaba impidiéndome el habla. Seguidamente ella misma me entregaba a alguien después de besarme.. por primera vez
Después de aquello, lo único que supe de ella es que desapareció misteriosamente.. o mejor dicho, murió misteriosamente.. ¿o no tanto?
Antes de que sucediera, lo único que me dejó claro fue.. “adiós” “teme antes a las Bene Gesserit como aliadas que como enemigas” y.. “sirve a la baronesa hasta agotar tu última gota de sangre”
Y esa misma es la razón de mi existencia
Madre, todavía no se qué ocurrió exactamente contigo, lo único que tengo claro es que serviré a la causa Harkonnen hasta que consigamos hacernos con el poder que nos pertenece, hasta conseguir sobreponernos de la vergüenza sufrida al ser destituidos a favor de los estúpidos Atreides.. hasta que destruya con ellos todos los temores que tengo del pasado.. tú incluida
-Ugh
Mm?- Hay perdona, querido.. me había olvidado totalmente de ti –agarré con más fuerza la cuerda que tiraba del cuello de una ratita que había caído en mis manos- disculpaba, tenía la cabeza.. en otros asuntos
- … -
- Oh pobre.. ¿ya te has cansado de halagar a los Harkonnen? Está bien, no te preocupes, creo que ya hemos terminado –dejé caer la cuerda mientras hablaba
- … -
- Bueno, creo que.. en breve tengo otras cosas algo más interesantes que hacer.. si no me equivoco –sonreí- el plazo que quedó establecido con la Casa Corrino ha expirado.. ha llegado el momento de prepararnos para el ataque frontal a las ratas Atreides
- ¡¿Cómo?! No pretenderás decir que.. –tragó saliva- la casa imperial y vosotros habéis establecido una alianza.. –pudo al fin articular después de estar sometiéndose a un gran esfuerzo para recuperar la respiración
-No te preocupes, querido.. no te defraudaremos.. haremos que las ratas como tú sufráis lo merecido.. ahora.. debo irme. Mi señora me espera –dije girándome sobre mí misma y dirigiéndome hacia la puerta
- Buenas noches –y la cabeza del fremen cayó limpia sobre el suelo-
Hay que admitir que.. adoro el aroma de la muerte.. el dulce olor de la sangre.
