Dije que iba a hablar con el Duque.
Mentí.
Lancé una rápida mirada al refugio, que ahora resultaba más llamativo a mi vista. Antes, con Shalya, ni siquiera me había detenido a observar.
Todo seguía igual -¿y qué esperaba? Tan sólo había pasado un día- por suerte. No obstante había más adultos por las calles, algunos de ellos heridos de levedad; vendas, brazos en cabestrillo, cosas así.
-¡Líder Ghassan!-una mujer se me acercó, con los ojos abiertos por la sorpresa-¡Ha vuelto!
¿En serio?
-Por un momento creímos...-continuó-que había huído tras el ataque Harkonnen.
La fulminé con la mirada.
-Pero pronto deshechamos esa idea-siguió, como si nada-.Cuando le vimos partir con el jinete, Azim...
Gracias por la confianza...
Hice una mueca.
La mujer esperó expectante unos instantes, seguramente por una explicación. Al cabo de un rato sus ojos se llenaron de decepción...y también de disgusto.
-Ya ha terminado la extracción-dije. No era una pregunta-¿Sobró algo de la especia?
La fremen negó con la cabeza.
-Quizás incluso falten algunos gramos...o kilos para el cargamento Atreides. Lo hemos conseguido de milagro.
-Continuad con la extracción.
La mujer me miró, sorprendida.
-Usad una sola máquina, alguna que dejen olvidada. Pero debemos empezar de una vez.
La señora asintió y se alejó.
Ya estaba hecho. Podía ser un pequeño intento de sublevación o llegar a ser una revolución.
Comencé el pequeño mecanismo que cambiaría nuestras vidas o las hundiría por completo.
¿Es esto traición a los Atreides?¿O simple competencia?
Tropecé con un guardia. Realizó un saludo marcial.
-Expulsa a los Atreides.
-¿¡Señor!?-exclamó. Había pillado al curtido fremen desprevenido. No pude evitar una sonrisa cínica.
-No a patadas, ni mucho menos. Pero deben irse. Ya se ha cumplido el plazo, y no quiero que sean nuestras cabezas las que se lleve el Emperador, como adorno junto a la del Duque si es que el cargamento se retrasa unas horas.
El guerrero asintió, de la misma forma rígida que la mujer anterior, y salió corriendo calle abajo.
Volví a mi tienda. Dudé unos segundos frente a la cortina antes de entrar. Desde que ella...me besó, me costaba mucho mantener la calma a su lado.
Y ahora debe quedarse conmigo por...¿cuánto?
Entré en la tienda murmurando un saludo.
La ví sentada en un rincon mirando una foto... no lo podía creer ¿habia estado cotilleando?
-¡¡TÚ!!-grité al tiempo que me abalanzaba para arrancarle la foto de las manos, enrojeciendo de vergüenza-¡Te dije que no tocaras nada!
Fotos, esas instantáneas extrañas...Tan sólo tenía unas pocas y eran de...
-Pero... Pero...-dijo mirándome tristemente.
-¡Devuélvemela!-apenas me compadecí de ella, bajando un poco el tono de voz-¡Mujer...indiscreta!
-¿Porque te averguenza? Si de pequeño eras tan... tan...-su mirada se iluminó-¡¡TAN MONO!!
Abrí mucho los ojos por la sorpresa.
-¡Chst!-ordené, ruborizado hasta las cejas-.Tú...¿no se supone que deberías...estar descansando?-seguía intentando capturar la fotografía, sin éxito.
-Estoy descansando, ¿o que crees, que bailo la danza del vientre estando sentada?
-Ya, supongo que cotillear la vida ajena es algo natural para ti, no te supone esfuerzo-protesté. Al fin había logrado hacerme con la imagen. Suspiré.
-¡¡Oye!!-protestó.-Solo sentía un poco de curiosidad...
-Cómo no-rezongué, y me dirigí al armario para dejar la foto bien escondida.
Quizás abrí la puerta con demasiada fuerza...
Palidecí al ver el montón de cosas tambaleándose peligrosamente.
Shalya fué lo suficientemente precavida para gatear hasta meterse debajo de la cama, pero a mí me cayeron todas encima, oí las carcajadas de Shalya a mi espalda.
-No tiene la más mínima gracia-gruñí desde el suelo, adolorido.
Bueno, ahora sí. Mi pasado desparramado por el suelo...
Shalya salió de debajo de la cama y cogió algo que había a mi lado, un pañuelo, un pañuelo bordado junto con una foto donde salían tres personas... salía... ella.
¿Justo eso?¿Ese recuerdo?
Gemí disgustado mientras me sacaba todo el amasijo de cosas de encima.
-Dame eso, Shalya-murmuré con voz temblorosa-.Es en serio.
Ella se quedó mirando lo que tenía en las manos y luego me lo tendió.
Lo tomé rápidamente, después miré la expresión en su cara...Y en ese momento me di cuenta. Ella no podía saber nada...era muy niña por aquel entonces.
-Disculpa la brusquedad-dije.
-No... no pasa nada.. es culpa mía...-dijo mientras se levantaba y se dirigía a la salida.
-Eran la familia de Ruto-murmuré mirando la foto con melancolía. Luego me fije en Shalya, alejándose-¿A dónde vas?
-A mi no tienes que darme explicaciones Ghassan...-hizo una pausa y agachó la cabeza.-No soy tu novia... Además, creo que te resulta incómodo que esté aquí, así que voy a ir a ver a mi madre.
Shalya se giró y se me quedó mirando.
-¿De que forma?
-Herida. Por eso te quedaste aquí, ¿no?
-No importa... Despues de todo... ya ha visto a mi hermano muchas veces.
La mire inexpresivo, ¿tan mal anfitrión había sido? De repente, pasó una idea por mi cabeza, como una revelación.
-Lo que ocurre-dije entrecerrando los ojos-.Es que quieres huir antes que ordenar este desastre, que, por cierto, ¡es culpa tuya!
Shalya me miró con los ojos abiertos y luego estalló a reír.
-¡¡Me has pillado!!
Sonreí débilmente.
-Ayúdame-pedí.
Ella se acercó y comenzó a recoger las cosas del suelo.
-Deberás ordenar mejor ese armario, jugar a buscar hueco trae como conseqüencia este tipo de accidentes-comentó mientras lo colocaba todo rápidamente y de manera extraordinaria.-¿ves? así ya no se te caerá.
-Hmm...-murmuré pensativo, mirando el Nuevo Orden en el armario. Parecía estable...y duradero-.Gracias.
Me di cuenta de que aún tenía la foto y el pañuelo en la mano.
-De nada...-dijo mirando tambien el pañuelo y la foto.
-Shalya...-comencé, con la vista fija en la imagen-.Supongo que habrás oído varios rumores sobre mí.
-Ya te he dicho que no tienes que darme explicaciones-interrumpió.
La miré.
-Si alguna vez escuchas algo y quieres saber, prefiero que me lo preguntes a mí-deslicé la foto bajo una caja. El pañuelo...dudé entre guardármelo o lanzarlo en el armario. Al final hice lo primero.
-Aunque no te lo creas... paso de los cotilleos.-dijo mientras caminaba a la salida.-Bueno lo dicho... me marcho.
-Tu hermano me matará-dije poniendo los ojos en blanco-.Se suponía que no podías visitar a tu madre...aún.
-¿Eh?-exclamé sorprendido. Volví a enrojecer-¿Qué insinúas, jinete? ¡No son excusas, es lo que me pidió Azim!
Shalya volvió a reír.
-No seas tonto, solo bromeaba, pero creo que es mejor que mi madre sepa lo que ha pasado, yo responderé ante mi hermano, en serio, no es por tí.
-No es por ti... sino por mí-murmuré, luego me quedé de piedra-¿¡Quieres dejar de usar esas frasecitas!?
-¿Que frasecitas?-dijo mirándome con curiosidad.
-Olvídalo-sacudí la cabeza-.Es lo mejor para ambos-carraspeé-.Quiero decir...¡largo!
-¿Es lo mejor para los dos? ¡Hablas como si nos estuvieramos divorciendo!
-No, ¡¡eras tú!! Yo sólo te seguí el juego.
-¿Que juego? Pero si yo solo dije que... Arg olvídalo.-Dijo saliendo de la tienda-
Tan pronto como abandonó la tienda, empecé a reir, divertido, como no lo había hecho en mucho tiempo. Entonces, en uno de los balanceos, el pañuelo cayó al suelo. Dejé de reir al instante.
//Out// Post, post! Querria haber posteado contigo, Kike, pero igualmente estabas liado ;_;. Bueno, aqui los fremen con su plan de sublevacion XD y sus problemas sentimentales. Mil gracias a Maron por rolear *-* TK! //Out//
Kaubop volvió al desierto a las 11:22 p. m.
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