Acababa de llegar a casa después de mucho tiempo fuera, trabajar para la brigada de jinetes de gusanos no era moco de pavo, pasaba mucho tiempo fuera de casa, claro, era lo que yo había elegido, entregarle mi vida a la brigada, renunciar a ver a mi familia tanto como antes y obedecer las ordenes de Él...
Sorprendentemente, cuando los Corrino decidieron encomendarle la recolección de especia a los Atreides, mi jefe me dijo que me daba unos días libres para que me fuese a mi refugio, situado al Noreste y así viera a mi familia, supuse que él también querría ver a su familia, si tenía.
A decir verdad, nunca le había oído hablar de su familia, siempre iba acompañado de ese tipo tan... simple, Ishir. Realmente esos dos me daban un poco igual, uno era mi jefe así que tenía que... ¿respetarle? Tengo una norma, yo no respeto si no me respetan, lo siento Azim... y en cuanto a Ishir... no era más que el perrito faldero de mi jefe...
¿Qué hago pensando en ellos? Estoy a punto de ver a mi hermana Lysha y a mis padres, no debería estar pensando en esos dos.
Mi hermana tenía unos 17 años, era una cabeza loca, más que yo incluso, le encantaban los gusanos y decía que quería seguir mis pasos, a mí eso me preocupaba, este trabajo era peligroso y no me parecía adecuado para ella, aunque ella acabaría haciendo lo que quisiera, como siempre, sobretodo si mi padre se lo consentía.
Jeje me asomaba una sonrisita en el rostro al pensar en ellos, los quiero tanto...
Al llegar al refugio se me acerco Zahled, uno de los mejores amigos que había tenido nunca, era un chico muy risueño, moreno y alto, se acercó a mí con los ojos resecos, mirándome fijamente, cuando le devolví la mirada agachó la cabeza.
Mierda...
-Zahled... ¿Qué pasa?-pregunté después de darle un abrazo en el que noté que me apretaba con fuerza.
-Dizliz... Te juro que he hecho todo lo posible, de verdad...-la voz de Zahled temblaba y me cogía las manos con fuerza.
-Cuéntame Zahled amigo mío...-dije acariciándole el rostro para que se tranquilizara.
-Harkkonen...
-¿Qué? Pero se supone que...-no me salían las palabras.- ¿Dónde esta Lysha? ¿Y mis padres?-pregunté apresuradamente.
El rostro de Zahled se ensombreció.
-Dizliz...-Dijo despacio-Nos atacaron, luchamos con fuerza pero...
No puede ser...
-Será mejor que vengas conmigo...-dijo Zahled cogiéndome del brazo.
Me llevó hasta mi tienda, cuando vi lo que había caí de rodillas, no podía creer lo que estaba viendo. Ahí estaban, los cuerpos inertes de mis padres y de mi hermana.
Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos sin parar, los había perdido, toda mi familia estaba...
-Dizliz... lo siento muchísimo.-Dijo Zahled con los ojos llenos de lágrimas, luego me abrazó con fuerza.
La rabia me invadía, los Harkkonen seguían en Dune, y además... Habían matado a mis padres, y... a Lysha... A mi pobre hermana pequeña. Saqué de mi bolsillo un brazalete de Arrakeen que traía para Lysha, ya no tenía sentido dárselo.
De repente mi rabia se centró en otra persona, estaba segura de que mi jefe sabía que los Harkkonen aún estaban en Dune, y sin embargo no me había dicho nada.
-¡¡Maldito Azim!!-grité de golpe, Zahled se sobresaltó.
Me levanté de golpe y me dirigí a la salida del desierto, ya no había nada que me retuviera allí.
-¿Pero a donde vas Dizliz?-preguntó mi querido amigo siguiéndome.
-Voy a buscar a mi jefe, si los Harkkonen siguen en Arrakis, me necesitarán en la brigada, además, tengo que decirle un par de cosas a ese imbécil.-contesté caminando con firmeza.
-Te acompaño.
-Ni hablar.
Sabía cual era el refugio de mi jefe, el refugio del noroeste, comenzaría a buscar por ahí, si más no, alguien me diría donde se encontraba...
Subí en un gusano y me dirigí hacia allí tan rápido como pudo el gusano, le di mucha caña.
Al llegar, vi el refugio demasiado... poblado. Habían soldados Atreides por todas partes.
Caminaba por el refugio cuando de una tienda salió un tipo... raro.
Tenia le pelo negro, corto, llevaba ropas de mercenario y un parche en un ojo. Comenzó a mirarme de forma extraña y se acercó a mí apresuradamente.
-Alto guapita, ¿o es que no sabe donde está? La tendré que arrestar por sospechosa, tendrá acompañarme a mi tienda.
-¿Cómo?-pregunté atónita.- ¿Sospechosa de que? Si acabo de llegar.
-Por ser demasiado atractiva, esto es una base llena de soldados. Si la tengo suelta por aquí mis hombres no se concentraran.
-Vaya me halaga usted señor...
-Soy Rick Tayser, capitán del comando especial de la casa Atreides, pero puedes llamarme Rick - dijo con una sonrisa maliciosa mientras miraba mis curvas.
-Yo soy Dizliz, Miembro de la brigada de jinetes de gusanos, encantada.-Dije ofreciéndole mi mano.
-¿Entonces tu no eres una Harkonnen? ¿Y dime que hace una jinete de eso por aquí?
-Harkkonen...-Los mismos que acaban de matar a toda mi familia... no gracias, agaché la cabeza.-No, estoy buscando a mi jefe, este es su refugio.
- A pues ni idea yo acabo de llegar, para salvar a una pequeñaja. Pero si quieres que nos tomemos un descanso, tengo bebida en mi tienda.
-Me encantaría.-Dije sonriendo.-Pero no tengo tiempo, he de encontrar cuanto antes a mi jefe.
-Pues sigue buscando, tu te lo pierdes - dijo en un tono pasota.
-¡Ey Rick.-grité mientras se alejaba.
-Que te lo has pensado mejor.
-No pero... En cuanto le dé su merecido a mi jefe volveré para que me invites eh.-dije quiñándole un ojo.
-Si quieres puedo mandar a uno de mis chicos a que le den su merecido - dijo con una sonrisa picarona.
-No gracias, tampoco quiero matarle, solo darle un par de ostias.-dije riéndome.-pero tenemos una cita pendiente eh! Nos vemos pronto guapo.-dije girándome y diciéndole adiós con la mano.
- De acuerdo preciosa, y si no vienes ya iré yo en tu búsqueda.
Comencé a caminar por el refugio de nuevo, de repente vi a un soldado atreide apoyado en una pared, tenia cara de cansado y me resultaba extrañamente familiar, pensé que sería bueno preguntarle por el jefe.
-Perdona...-dije acercándome a él.
-¿En que puedo ayudarla señorita? - dijo en tono muy galan.
-Bueno... estoy buscando a una persona, un chico de mi edad aproximada mente, de pelo naranja, alto, es el jefe de la brigada de jinetes de gusanos, se llama Azim. ¿No le habrá visto por casualidad?
- Si que lo he visto, pero ahora esta fuera buscando a su hermana. Pero ya mandé a un grupo de soldados para que le ayuden. Pronto ya estarán de vuelta.
-¿Su hermana? ¿Azim tiene una hermana?-dije sorprendida.-Ay disculpe le estaba tuteando y ni siquiera me he presentado. Soy Dizliz, de la brigada de jinetes de gusanos.-Dije ofreciéndole mi mano.
- Yo soy Brian el duque de Atreides, pero aquí me puedes tratar como a otro soldado.
¿Cómo ha dicho?
-¿El...? AH! DISCULPE-dije haciendo un gesto para escupir.
- No tranquila no importa, no…-demasiado tarde, ya habia escupido, me di cuenta de que alguinos fremen se me quedaban mirando, me dí cuenta de que obviamente ellos no sabian que era el duque, carraspeé y dije con decisión:
-¿Lo ves Berny? Eso es lo que hacemos los fremen para mostrar respeto.-y sonreí falsamente disimulando hasta que dejaron de mirarme.-Uf... cuanto lo siento duque... Menuda impresión se habrá llevado de mí...-comenté avergonzada.
- No te averguences mujer, la culpa fué mía por haberte dicho quien era tan tranquilamente.
-Si me permite el atrevimiento... No es nada como le imaginaba.
-No eres la primera persona que me lo dice, pero no quiero que la gente me vea como un tirano yo quiero ser uno más de ellos.
-Eso es admirable...-dije sonriendo.-Oiga y volviendo al tema de Azim... Su hermana... ¿Esta bien? Es que tal y como lo ha dicho... Incluso usted parece preocupado.
-La secuestraron los Harkonnen, se inflitraron en el refugió sin que nadie pudiera hacer nada. Pero eso no volverá a suceder he hecho llamar al equipo de asalto y las cosas van a cambiar.
-No puedo creerlo... Azim... Tiene que estar destrozado, y yo que iba a echarle la bronca...-dije agachando la cabeza.
- Deve de estar muy orgulloso teniendo a una compañera preocupándose por el.
-Bueno esto es un pequeño secretito, en realidad nos llevamos muy mal pero es que yo tambien tengo...- en ese momento me vinieron a la cabeza los cuerpos inertes de mi familia.-Quiero decir... tenía una hermana.-dije intentando sonreír.
- Ahora soy yo el entrometido, fue por culpa de los Harkonnens verdad.
-Sí...-dije agachando la cabeza, casi no podía contener las lágrimas.-Atacaron mi refugio, situado al Noreste, esta misma mañana me dieron la noticia.-las lágrimas empezaron a caer.-Disculpe...
- Vaya lo siento. Pero eso no volverá a ocurrir, voy a acabar con los Harkonnen y voy a hacer de Dune un lugar donde se pueda vivir en paz.
Me sequé las lágrimas y le miré sonriendo.
-Es usted un gran duque.
-Solo cumplo con mis obligaciones.
-Bueno, yo tengo que marcharme a la ciudad, ha sido un verdadero placer conocerle.-dije con un tono amable.-Ah y muchas gracias por la información de Azim.
- Espero que le encuentres pronto, y que nos volvamos a ver. Ha sido muy agradable hablar contigo.
-Lo mismo digo, hasta pronto.-dije ya alejándome.
Vaya, parece que en el refugio de Azim había gente muy agradable. Azim... vaya no tenía ni idea de que tenía una hermana y mucho menos de que la hubieran secuestrado, tenía que estar pasándolo fatal...
Creo que me reservaré la bronca para otro día...
Salí del refugio y me subí en un gusano para dirigirme a Arrakeen, mientras viajaba en el gusano, pensaba Azim, tener a su hermana secuestrada era terrible, y yo queriendo echarle la bronca... No podía ser tan egoísta, cada uno tenía sus problemas... ahora me sentía culpable...
No hacia ni dos horas que había visto por última vez a mi hermana y a mis padres... Ya les estaba echando de menos, sobretodo a Lysha... no paraba de recordar momentos vividos junto a ella, momentos que ya nunca iban a volver...Cuando llegué a la ciudad vi una figura solitaria caminado cabizbaja, sin duda, era él, mi jefe...
*OUT*Primer post de Dizliz, espero que os guste el personaje y tambien el post. Ah y muchiiiissimas gracias kike por ayudarme con tus dos Pj's tk! *OUT*
Dizliz volvió al desierto a las 12:17 a. m.
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