domingo, diciembre 3

En fin, el hecho de estar sobre un gusano dirigiendome a una de las futuras máquinas de especia me producía cierta nostalgia. Pero esta vez no iba a destrozar la máquina, esta vez iba a crear un... ¿futuro método de seguridad? Una simple excusa, antes de que Ishir llegase yo ya planeaba ir pero los motivos no me estaban claros ni a mi mismo. Estaba completamente confuso, no por lo que sea lo que me haya pasado, sino por los escasos recuerdos que tenía. Además, no podía dejar que mi estado me limitase... Al fin de al cabo... Ya estoy muerto.
Estabamos muy cerca de la máquina, cuando Ishir comenzó a gritarme desde su gusano. No le entendía bien, pero decía cosas como: "Ahora que lo pienso, eres idiota, debiste haberte quedado (...) estás hecho un adefesio, no puedes ni manejar a ese gusano"... Yo simplemente le mandaba callar, mientras pensaba que cuando me bajase de aquel gusano le patearía la cabeza. Cuando estuvimos a la distancia correcta, bajamos de los gusanos y estos volvieron a la arena. Luego comenzamos a caminar, mientras continuabamos caminando. A lo lejos vi a Shalya, se acercaba, pero se sujetaba a Ghassan, era como si le doliese algo. Por otra parte, más lejos aún, muy al fondo, podía verse a otros fremen distrayendo a los gusanos para que estos no molestasen para la extracción.
-Oh mira... el Lider Ghassan.-Ironizó Ishir con una sonrisita, luego me miró.- ¿Y esa no es tu hermana? Oh... Que bonito...
-Si quieres seguir con vida, cállate.-espeté, sin mirarle si quiera.

Mi hermana se paró enfrente mío, me miró, no podría describir su mirada, parecía que no se alegrara de verme, bajó la cabeza y se miró los pies.
-Hermano...
-Shalya, ¿qué te ha pasado?-pregunté, en efecto, aparentaba dolerle la pierna pues ésta la tenía más flexionada que la otra.
-Nada.-No me miraba, seguía con la vista fija en el suelo.
-Shalya...-refunfuñé, al mirar de reojo a Ghassan lo vi mirandome... ¿serio?¿autoritario? ... Mis ojos volvieron a Ishir, que tenía una sonrisa irónica en el rostro.
-¿Si?-su voz era algo temblorosa, ¿miedo? No, Shalya no era así. ¿Dolor?
-Dimelo.-indiqué mientras mis ojos volvieron a ella.- ¿Estuviste distrayendo a los gusanos y te alcanzaron?
-No creo que ése sea el tema a tratar...-murmuró Ghassan mirándo a mi hermana de reojo.
-Anda, pero si habl....-intentó decir Ishir, al que interrumpí de un codazo.

De repente Shalya le hizo un gesto a Ghassan como para que la dejara hablar, lo miró un momento y luego me miró a mi con el ceño fruncido. Se hizo un silencio incómodo. Ghassan miraba a Ishir con desprecio, éste a él con una mueca burlona...Y Shalya seguía mirándose a sus pies...Mientras yo la observaba preocupado.
-¿¿¡¡SE PUEDE SABER QUE HACES AQUÍ AZIM!!??-gritó de pronto mi hermana rompiendo el silencio.

Ghassan se tocó la oreja más próxima a mi hermana, haciendo una mueca.
-Está claro que viene a vigilarnos.

Ishir en ese momento explotó a reir, intentó controlarse por lo que nos dió la espalda. Yo por mi parte me quedé helado, mirando a mi hermana con la ceja levantada. Suspiré, volví a darle un codazo a Ishir que lo dejó sin aire y respondí, como si lo que fuese a decir era obvio:
-Trabajar.

Ghassan miró a Ishir, enarcando una ceja con además molesto. Luego miró a Shalya y respondió imitando mi tono de voz.
-¿En qué, jinete? ¿Probador de camillas?¿De vendas? No necesitamos más heridos. Aunque tu amigo nos sirve de cebo para gusanos...
-vengo para...-intenté responder, Ishir me respondió, ahora estaba serio.
-No tiene porqué explicarte a tí a que ha venido.--espetó Ishir.
-cállate.-le ordené, él obedeció.

Shalya se acercó más a mi.
-Estas herido, yo misma te vi esas heridas ayer y NO estan curadas.-su tono era frío y serio.

Las heridas ya no importan... No importa mi estado de salud.
Sonreí ligeramente mientras la miraba, se preocupaba. Pero no debía preocuparse por mi, ya no. De todas formas, las heridas no dolían tanto como antes. Coloqué mi mano sobre su hombro e intenté que me mirase. Cuando lo conseguí, continuaba con aquel gesto de preocupación mezclado con furia.
-estoy bien, puedo asegurartelo.-Dije.- Me sano con rapidez.

Shalya hizo un gesto para que la soltara.
-Eres un irresponsable.-Contestó tan fría como antes.-¿Quieres que mamá se lleve otro disgusto? No me creo que seas tan egoista...
-No te quiero trabajando aquí. Es un asunto que sólo me corresponde a mí y a los míos-la apoyó Ghassan, fulminándome con la mirada-.La Brigada de Jinetes no tiene nada que ver.
-Tú que diablos sabes.-espetó Ishir.

Yo quedé mirando a Shalya, siempre que alguien a quien yo quería me hablaba de aquella manera yo sonreía. Esta vez también lo hice, suspiré aliviado... Ishir me miró incrédulo, justo en ese instante mi pose se volvió extremadamente seria y miré a Ghassan mientras respondía:
-Tengo asuntos aquí. Me da igual si me quieres aquí o no. Estoy bien.
-Fuera-repitió Ghassan. Era un tono gélido.
-No.-negué, colocandome firme.
-¿Después de lo que has hecho no has tenido suficiente?-espetó Ishir, le miré de reojo. Yo no sabía a que se refería. Al darse cuenta de lo que había dicho apretó los dientes.

Shalya se quedó callada, me miraba serie y de vez en cuando echaba una ojeada a Ghassan, pero seguia en silencio.
-¿Por qué habla tanto esta rata de ciudad?-Ghassan se dirigía a mí, como si el otro no existiera.
-¿Rata de ciudad?-espetó Ishir, fue hacia Ghassan, por ello le tomé con fuerza por el brazo y lo inmovilicé.-¡Azim!
-Comportate.-le ordené.
-Oye este asunto no te concierne, ¿por que no te vas a ayudar a los que estan con los gusanos?-Habló al fin Shalya dirigiéndose a Ishir e intentando sonar amable.
-Porque no he venido a eso.-respondió, en ese momento lo empujé hacia aquella dirección.- Vé, será lo mejor. Luego hablamos.
-... Pero...-intentó decir Ishir, luego me miró de reojo y asintió mientras andaba hacia donde se encontraban los demás.
-Es muy nervioso.-Indiqué, mientras sonreía amistosamente.
-Lo mataré si vuelve a hablarme así-susurró Ghassan, luego me miró e hizo como si se sorprendiera de verme-¿Todavía aquí?
-¿en serio que lo matarás?-pregunté
-Depende de muchas cosas-respondió encongiéndose de hombros.
-Tú no deberias estar aquí Azim...-dijo me hermana sin mirarme.
-Diablos, os estoy diciendo que estoy bien.-Respondí malamente sin querer.- ... Disculpa. Estoy bien Shalya...

Ghassan suspiró.
-Si rechazas mi orden una vez más, tendré que suponer que me estás desafiando. Vete ahora por donde has venido, Azim.
-No puedo obedecerte.-Le indiqué. Yo no trabajaba para él, pero eso era lo que nadie sabía.
-Ya veo-murmuró Ghassan-Discúlpame, entonces-lo dijo con un tono sorprendentemente triste.
Buscó entre sus ropas y sacó una daga. De pronto, había palidecido.
-Acabas de retarme.
-Ghassan.-dijo Shalya
-¿de verdad quieres hacer esto?-pregunté, no muy convencido.
-Acabas de obligarme a ello. Lo siento-repitió.
-Ghassan por favor...
-hmp...-refunfuñé, resignado.
-¿No vas a hacer nada?-dijo dirigiéndose a mi.-Me dijiste que era tu mejor amigo...-parecía que el enfado se le habia pasado-

Me llevé la mano a la cabeza, tenía razón. No iba a pelear con él de todas formas. Miré a Ghassan de reojo y luego comencé a caminar hacia la máquina de extracción mientras me cruzaba de brazos y miraba al frente con los ojos entrecerrados. Se cruzó en mi camino, no sé como. Sentí el frío de la hoja apoyada en mi cuello.
-No soy tan lento como antes, idiota...
-Ghassan por favor para.-Dijo shalya poniéndose entere medio de los dos.
-Supuse que habrías mejorando en algo.-respondí, aún con los brazos cruzados. No iba a luchar.
-Aparta-le pidió a mi hermana-.No pienso dejar pasar a este...espía de los Atreides.
-Ghassan...-mi hermana le cogió la mano con la que sujetaba la daga.-Sabes que no puedes pedirme esto...
-¡No ves como entra y sale cuando la place! ¡Sus...tertulias con Brian Atreides! ¡¡Se ha vendido!!-gritó el otro en respuesta.
-Pero es mi hermano-Respondió Shalya con voz temblorosa.
-¡¡¡Y TU QUE DIABLOS SABES!!!-Le grité a Ghassan sin darme cuenta, me llevé la mano a la cabeza.- ¡¡¡YO SOLO... SOLO...!! ...

Me estaba yendo de la lengua. Pero todo lo que hice, todo lo que padecí era por ellos y ahora... Sabía que me merecía todo aquello. Debía aceptarlo con resignación, pues era mi castigo. Y siempre que me hablaban mal sonreía... porque me aliviaba... pero que me dijeran vendido... Eso no.
-Probablemente...-a Ghasan le temblaba la voz-...probablemente antes serviste a los Harkonnen y ahora que nos están te pasas a los Atreides...siempre en el bando ganador...Azim.
-¡¡Ghassan!!-gritó Shalya instintivamente.
-.... tú...-susurré, no podía dar crédito.- tú nunca creiste en mi palabra... claro...
-Calmaos por favor...-dijo Shalya que aun tenia cogida la mano temblorosa de Ghassan.
-Te vendes al que más dinero te ofrezca, como una...-a Ghassan se le quebró la voz-¿Qué les das? ¿Planos?¿Mapas?¿La ubicación de nuestros refugios?
-Basta.-Ordené.- Si piensas eso de mi nuestra conversación ha terminado.

Le esquivé tanto a él como a mi hermana y comencé a caminar hacia la maquina de extración de especia. Comenzaba a dolerme la cabeza, comenzaba a sentirme airado pero suspiré... No tenía elección, yo en mi juventud había tratado igual a mi padre. Yo también estaba en el mismo grado de ignorancia que Ghassan ahora, pero yo nunca lo traté de traidor... Aún así, debía mantenerme firme. Supongo que este es el llamado "interés" del castigo... Siempre recibes más de lo que das. Pero Shalya tenía razón, a pesar de todo, yo era tan idiota como para continuar pensando que él era mi amigo.
-Suelta, Shalya. No voy a dejarlo pasar-al parecer mi antiguo amigo forcejeaba con mi hermana por el cuchillo.
-No Ghassan, por favor...-insistía ella.

Continuaba pensando en mi padre, el porqué de mi caracter. De porqué he llegado hasta donde estaba. Mantuve la cabeza gacha mientras continuaba caminando, tenía ganas de girarme y disponerme a luchar con Ghassan aunque al final no fuera capaz de herirle y que me acabase cortando el cuello, eso arreglaría mucho las cosas. Pero aún tenía cosas pendientes, no podía dejar que ...
Me detuve en seco y me llevé la mano derecha a la cabeza, lo veía todo borroso. De pronto perdí el equilibrio y caí hacia delante, me sentía igual que las primeras veces cuando empezaron las crisis.
-¡¡Azim!!-oí a mi hermana que gritaba y también oía sus pasos en la arena acercándose apresuradamente. Luego vi su figura apoyando mi cabeza en sus piernas.-¡¡Azim!! ¿Que te ocurre?
-...No es...-intenté decir, pero ahora comenzaban a escocerme los ojos. Como siempre...

La silueta de Ghassan también apareció, aunque un poco más alejada. No podía ver qué expresión tenía...más que nada porque todo se tornaba borroso. Noté como un líquido comenzaba a brotar de mis ojos, pero no era agua... Shalya ahogó un grito de sorpresa y yo intenté calmarme,concentrarme para que aquello pasase rápido. Ya estaba acostumbrado, pero no lo estaba al hecho de que me pasase delante de Shalya, ella no tenía ni idea de lo que realmente pasaba y no iba a saberlo nunca.
-Azim, sangre...-susurró ella, mientras intentaba secarme el liquido de mis ojos.
-oh...-susurré.
-Azim... ¿Que te ocurre? ¡¡Dime que te ocurre!!-gritaba mi hermana desesperada mientras me secaba cn un pañuelo la sangre
-No es nada.-Respondí, con voz calmada. Al estar acostumbrado a aquello, pues no le daba importancia. A lo que sí que le daba importancia era a la preocupación de mi hermana.

Entonces sentí como me levantaban, unas manos muchas más huesudas y ni la mitad de cuidadosas que las de mi hermana. Petenecían a Ghassan.
-Que lo vea el curandero-susurró.
-Espera te ayudo.-Dijo mi hermana con voz temblorosa y noté como me llevaban entre los dos, luego me dejaron sobre la arena.

**********

Para cuando mi vista comenzó a volver a ser normal, vi a un anciano mirandome con pavor. Tras él, estaban Shalya y Ghassan. Entrecerré los ojos, mientras miraba al ... ¿curandero? Se giró para hablar con Ghassan, pero en ese momento lo tomé por el brazo y halé de él.
-No creo que sea conveniente que diga lo que me ocurre.-le susurré, los otros no me escucharon.
-Pero...-susurró el hombre.- ¿Qué es lo que te han hecho?
-Nada, es eso lo que tiene que decir.-indiqué, luego le solté con una sonrisa.
-¡¡Dime que tiene mi hermano!!-gritó Shalya con un tono muy cabreado.
-Tan anciano y tan ignorante como un adolescente-siseó Ghassan casi a la vez.
-No tiene nada.-indicó el hombre, parecía nervioso y agitado.- Todo está normal.. quizá simplemente esté agotado.

Sonreí y miré al techo, escuchando aún...
-¿¿Nada??-en ese momento pude ver que Shalya cogiia al hombre de su ropa.-¡Le estan sangrando los ojos!
-Shalya dejalo en paz.-indiqué, cuando creí que la cosa se estaba poniendo fea.- Quizá simplemente sea... el calor...

Respuesta idiota, creada en el momento más idiota.
-Idiota...-habló el que faltaba.
-Gracias.-ironicé.

Shalya me miró de reojo y se acercó a mí.
-Tu sabes lo que te pasa.-Dijo con una voz gélida.
-Yo no soy médico.-Respondí.- ¿Qué voy a saber?-luego señalé al curandero.- Pero si él dice que no es nada, no lo es.

El hombre me miró, nervioso... Le costaba mentir. Ghassan le ponía nervioso y Shalya... Le aterraba.
-No te creo...
-¿Y cuando te he mentido yo?-pregunté, aunque la verdad no debía de haberlo dicho.

Ghassan miró al hombre.
-Está bien, anciano...quizás los años te juegan malas pasadas. Ya no te necesitamos. A la vuelta me ayudarás a elegir a otro curandero.
-pero...-protestó.
-Márchese...-susurró Shalya furiosa.
El muy pronto excurandero me miró significativamente, luego se marchó con paso lento y me quedé con aquellos dos que la verdad me miraba como si estuvieran apunto de arrancarme la cabeza. Debí de haberme camuflado y hacerme pasar por otro, diablos, no lo pensé a tiempo...
-Tengo asuntos pendientes-espetó Ghassan de pronto, y se dirigó a la salida de la tienda.
-Espera Ghassan...
-Adiós.-Respondí, diciendo adiós con la mano.
Mi hermana me miró sorprendida, luego bajó la cabeza y susurró:
-...Te acompaño...

Sonreí y con amabilidad de dije a mi hermana:
-Hasta luego, cuidate esa pierna.

Tengo habilidad para desquiciar a la gente, incluido a los mios. Cuando comenzaron a salir, entró Ishir como un tornado y quedó delante de mi, luego me dió un golpe en la cabeza.
-¡INUTIL!-Le grité.
-¡Otra vez "eso"!-Exclamó.- ¡Dime de una puñetera vez que es lo que pasa!
-Nada...-refunfuñé.
-Es por lo de..
-...
-Azim, ¿los efectos secundarios de la operación están aparenciendo?
Desde hace mucho tiempo.
Pero si se lo admitía me iba a tratar como un convaleciente... Miré hacia la salida de la tienda, luego me puse en pie y tras ver que no había nadie me giré para mirar a Ishir. Éste estaba cruzado de brazos..
-Sí, es eso.-respondí, al fin.
-Pe...-Ishir palideció, me miraba incrédulo.- Pero eso significa que tú...
-Te prohido decirselo a nadie.-Indiqué.- Y te lo digo muy en serio.
-Pero.. ¿Tu familia no lo sabe?
-No, ni pueden saberlo... NO quiero preocuparles.
-¡¿Pero qué harás cuando mueras "de repente"?!
-¡Aún no es seguro! Por ahora solo tengo "crisis", que muera es otra historia... Aunque la más provable, aún no tiene porque´pasar y cuando eso suceda tú te encargarás de buscar alguna excusa. Aunque quien sabe, a lo mejor me matan antes.
Se mantuvo en silencio, yo volví a mirar otra vez por la salida de la tienda y luego mis ojos se dirigieron a Ishir.
-¿Y bien? ¿Qué sabes?-pregunté.
-Esta máquina no tiene sistema de seguridad. Están demasiado ocupados con los gusanos para pensar en los Harkonnen.
-Si hubiera un ataque...
-Muertos todos.
-Me pondré con el sistema ahora mismo. Habrá que hacer que se lleve a cabo... por cierto... ¿qué sabes sobre la respuesta de los demás lideres de refugio a mi petición?
Se quedó callado, mirando al suelo.
Ya he dicho que Ishir es famoso por traeme malas noticias, pero en aquel momento aparentaban ser MUY malas... Fruncí el ceño y esperé a que él mismo me lo dijera. No fue capaz, por ello tuve que apremiarle:
-Vamos, dimelo.
-... no te va a gustar, no creo que sea el momento para...
-Dimelo.
-... Han dicho todos... NO.
-¿T... todos...?
-Se han enterado de que el lider de tu refugio te ha denegado su ayuda. Es por ello, por lo que creen que estás siendo algo exagerado con la situación. Piensan que si el lider de tu refugio no te concede su ayuda es porque el tema no es tan grave.
-pero eso...
-... Eso han dicho. Pensaba decirtelo en la ciudad.. pero...
-Vete.
-¿eh?
-Vete a mirar las instalaciones sin que te vean...
-¿Azim?
Mi mirada estaba fija en el suelo, sentía algo extraño. Era parecido a la decepción, irá, cansancio, desesperación... No se muy bien que era...
-Estas ofuscado.-Dijo Ishir, como si hubiera descubierto algo importante.
-Vete.-repetí.
Se fue. Tenía razón, estaba ofuscado pero eso era un problema. Cuando me enfadaba conseguía encontrar una solución a las cosas pero cuando me ofuscaba... me quedaba en blanco y no le veía solución a nada. Por eso, me recosté y quedé mirando al techo fijamente.
Mierda...
Out: Gracias a las señoritas Kaori y Maron y a vosotros por leer el quijote 2 xDD




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