No se muy bien cuanto tiempo hubo pasado desde que estaba en mi cuarto, no me dejaban moverme. Mi madre solía hacer guardia en la puerta y cuando oía cualquier sonido de que me estaba poniendo en pie, entraba como alma que lleva el diablo y me gritaba que me recostase. Así que tuve que estar con los ojos fijos en el techo todo el tiempo, intentando recordar lo que realmente me había pasado pero eso solo hacía que me doliese cada vez más la cabeza. De pronto oí voces y unos pasos que avanzaban por el pasillo, luego se detuvieron frente mi puerta y oí unos golpes en la puerta.
-Pase.-indiqué, extrañado. Si fuese mi madre, Shalya e incluso Ruto y Ghassan, no hubieran tocado a la puerta.
- Con permiso - dijo un soldado de atreides
Entró y quedó quieto en el umbral de la puerta, me levanté de la cama y permanecí mirandole fijamente. Me sonaba su voz pero... No era capaz de reconocerlo. Así que estuve durante un rato intentando recordar de que lo conocía, pero como no había manera pregunté:
-¿Qué deseas?
- Venía a ver como estabas, como no apareciste por palació me preocupe.
-¿Por palacio?-Quedé extrañado, continuaba sin saber quien era.
- Ah ya entiendo con las ropas de soldado no me has reconocido, bueno soy Brian de Atreides
-¡Duque!-dije sin querer.- claro...
El duque...
vestido de soldado.
Permanecí con los ojos muy abiertos, bien mirado, tampoco había tanta diferencia pero por algun motivo no fui capaz de reconocerlo. Aún así, que fuera el Duque me desconcertó aún más. ¿Por qué estaba allí? No podía ser por mi "desplante", pero no sabía que decirle... No era capaz de recordar nada de lo que había hecho aquel día.
De pronto mi madre apareció por la puerta, alarmada. Me miró, luego al Duque y sus ojos regresaron a mi de nuevo.
-¿Qué has dicho, Azim?-preguntó.
-El Duque.-respondí, señalando a Brian.
-Pe... pero eso...-susurró mi madre.
Tuve que acercarme a ella rápidamente y de pronto perdió las fuerzas, por eso la sujeté y la llevé hasta mi cama. Luego la recosté. ¿A qué venía aquella reacción? A lo mejor era la sorpresa de tener al Duque allí y de que no había descansado por mi culpa. Mi madre cerró los ojos lentamente y yo me herguí, mirando a Brian Atreides de reojo.
- Vaya, siento que haya ocurrido eso, sabía que no era buena idea el venir pero tu hermana me insistió a que fuera.
-No se preocupe.-indiqué, mientras de daba la vuelta para quedar mirando hacia él.- Lo que pasa es que mi madre no ha descansado mucho estos días. Aún así, ¿qué le trae por este refugio?
- Bueno surgieron un par de cosas que se tenían que solucionar aquí en el refugio y además tenia que hablar con Ghasan sobre la extracción de especia y sobre las mejoras en todo dune
-Supongo que Ghassan no ha sido demasiado amable. Pido disculpas.
- Bueno antes me cruce con el y depues de estar combersando con el un rato se despidio sonriendome
-Hm...-Susurré, Ghassan sonriendo... ¿qué diablos estará tramando?.-¿Por qué ha venido a visitarme, Duque?
- A sí perdona ya se me olvidaba. Pues venia a parte de ver si estabas mejor acabar de hablar contigo sobre lo de dune y el posible escondite de los Harkonnen
-Lamento decirle que no soy capaz de recordar lo que me ha ocurrido.-Respondí.- Así que no se que hice cuando me hirieron de esta manera.
- Lo importante es que estas a salvo, y ahora ya sabemos que ellos siguen en algun lugar de dune. Así que tendremos que reforzar las defensas para la extracción
-Sí... si los harkonnen tuvieran una estrategia, lo más seguro es que intentarían atacar las máquinas con mayor capacidad estractora de especia. Pero como son también impulsivos, podrían atacar a cualquier máquina. No son nada fáciles de predecir.-Expliqué. Pero sí que eran predecibles a la hora de crear sistemas de seguridad. Como los Atreides...
- Bueno Ghassan ya se encarga de la máquina principal
-¿Ghassan?
- Sí, él se ofreció para ir
-¿¡Que hizo qué!?
- Dijo que mandar a mis soldados solos al desierto que era un suicidio que mejor les acompañaban para llevarles con los gusanos
-Y ahora me dirá que la guía fue Shalya... ¿verdad?
-Me aventuré a preguntar. Siempre que algo va mal, puede ir peor...
- Pues ella me dijo después de acompañarme que si que se iría con el
-Iré hasta allí.-indiqué, mientras comenzaba a caminar hacia la puerta.- Intentaré ayudar.
- Todavía no estas recuperado del todo mejor descansa
-Estoy bien-respondí.- Mejor que nunca
- Insisto descansa un par de días más y luego haré que te acompaña Frederth
-No es necesario. Agradezco su preocupación pero debo ir. Conozco esas máquinas, les seré de ayuda.
- Bueno pues almenos llevate a un par de soldados contigo
-No hace falta. Puedo ir yo solo.
Conseguí que el Duque atreides se marchara y me dispuse a buscar algo de ropa, cuando mi madre se despertó. Se incorporó con rapidez y miró a su alrededor, como buscando algo... ¿Al duque quizá?
-¿Qué ocurre?-pregunté, aunque le estaba dando la espalda sabía perfectamente lo que estaba haciendo.
-Esto... yo... ¿Me desmayé delante del duque?-dijo.
-Sí...
-Que vergüenza.... como fui capaz...
-Es un hombre como otro cualquiera.-respondí mientras me giraba, luego fruncí el ceño.- Además, llevabas sin descansar desde que regresé herido. Es normal que acabaras desmayandote.
-Aún así...-Pero de pronto aparentó darse cuenta de que estaba en pié y dió un respingo.- ¿¡Qué haces levantado!?
Luego se colocó en pie y se dirigió hacia mi, me tomó por el brazo apretando un poco... Esperando quizá que gruñera de dolor o algo. No obstante, aunque me dolía algo era capaz de controlarme así que la miré y sonreí.
-Estoy bien, madre.-respondí.
-¿A dónde vas?-preguntó.
-Voy a la máquina de estracción de especia principal.
-¿Ahora? ¿En este estado?
-Estoy perfectamente.
-Pero...
-Mi trabajo es mi trabajo. Debo ver como van las cosas por allí.
-Azim...
-No voy a cambiar de opinión.
Mi madre agachó la cabeza y salió del cuarto. No me gustaba hablarle de aquella forma tan dura, pero me quedaba muy poco tiempo de vida, o al menos eso me indicaba los ataques que me daban últimamente, sentía que mi cuerpo decía: basta. Pero tenía que aguantar un poco más... Me quité las vendas, viendo por fin como había quedado mi piel. Completamente destrozada, aunque aparentaba estar volviendo a su estado actual. Luego me volvía vendar yo mismo las heridas y me cambié de ropa. Tras eso salí por el pasillo, mientras cargaba con mi martilleador.
Ya afuera, oí de pronto unos pasos bastante acelerados tras de mí y cuando me giré, alguien chocó contra mí y ambos caímos al suelo.
-¡Ey!-protesté.- Esto... ¿estás bien?
No, verdaderamente aquella mujer no parecía estar bien. Iba ataviada de forma muy elegante, tenía los cabellos muy largos y muy negros, y sus oscuros ojos azules estaban empañados en lágrimas. Por no decir que temblaba de forma muy preocupante.
-Sí, sí -me dijo con un hilo de voz.
-¿Está segura?-pregunté mientras me ponía en pie y la ayudaba a levantarse. Seguramente era alguien que había acompañado al Duque hasta aquí.
-Sí... eh... ¿tenéis un pañuelo? Por favor...
-Eh... hum...-susurré, mientras buscaba entre mis ropas. Al final encontré uno y se lo tendí.- Tome. Pues la verdad es que no se le ve nada bien... Si puedo ayudarla en algo...
-Gracias -se secó ligeramente las lágrimas- sólo... decidme si habéis visto al duque...
-Sí. Hace un rato salió de mi casa.-respondí, luego levanté la ceja.- Si lo desea puedo ayudarla a buscarle.
No se muy bien porqué, pero desde crío siempre he tenido la necesidad de ayudar a las personas. Eso me ha supuesto, en muchas ocasiones, un grave problema. Pero aún así, tenía que ayudarla porque me iba sin prestarle ayuda al final me sentiría culpable. "eres igual de idiota que tu padre... Morirás por la traición de uno de los tuyos." Recordé de pronto, era la voz de un viejo conocido. "Porque eres tan idiota que confias en todos... Si hoy sobrevivies no resistirás demasiado con vida..."
-Si no es demasiada molestia... -dijo la chica- perdonad, pero no recuerdo vuestro nombre...
-Mi nombre es Azim.-respondí, con una sonrisa.- ¿Y usted?
-Haydee -dijo ella, devolviéndome la sonrisa, algo sorprendida.
Comenzamos a andar, ella aparentaba más tranquila pero de vez en cuando temblaba ligeramente y sus ojos continuaban llenos de lágrimas. No sabía que decirle, que hacer, es por eso por lo que prefería callar y no meter la pata. Pregunté a varios fremen por un Atreides con la descripción de Brian Atreides, nadie fue capaz de decirme por donde iban. Porque para muchos, los soldados Atreides que allí se encontraban eran "todos iguales". Suspiré, no se encontraba ni en la zona Atreides ni en el resto del refugio. Pero tenía que estar por alguna parte.
-No importa -dijo al cabo de un rato- idos, ya lo seguiré buscando yo sola... no quiero importunaros...
-No.-negué mientras me cruzaba de brazos.- He dicho que voy a ayudaros y no me marcharé sin hacerlo, Haydee....-luego comencé a reirme ligeramente.- vaya, me ha salido demasiado formal...
Me hacía gracia oirme hablar de forma "seria"... Y aunque no debía reirme, el hecho de poder estar de pie me hacía estar de muy buen humor así que me carcajeé por lo bajo.
-¿Qué os hace tanta gracia? -Preguntó Haydee, riendo ligeramente.
Es que...-comencé a decir, mientras intentaba dejar de reir.- Cada vez que me oigo hablando de forma "formal"... acabo riendome aunque estoy acostumbrado... No puedo evitar que me haga gracia.
-Vaya... -al parecer, le contagié la risa, y ella acabó riendo también.
Azim... eres un payaso.
Aún así, me alegré de que, fuese lo que fuese lo que la atormentaba anteriormente, ahora estaba más risueña. Así que comenzamos a andar de nuevo, mientras buscabamos al Duque. Ahora Haydee mantenía una sonrisa, no se muy bien porqué pero volví a recordar las palabras de Ilysse: "Estoy embarazada... No quiero tenerlo" Agaché la cabeza mientras mantenía la mirada turbia. Sin duda debía buscarla, hablar con ella. Aunque si ya había tomado esa decisión yo solo era un cero a la izquierda.
-¿En qué pensais? -Preguntó la chica al cabo de un rato.
-En que... si a veces, aunque no estes de acuerdo, debes o no respetar las decisiones de los demás.-dije sin querer, pero justo después de haberlo hecho levanté la cabeza.- Quiero decir...
-Vaya... parece ser que estamos más o menos en igual situación -Haydee suspiró pesadamente y se pasó, distraídamente, una mano por el vientre.
-Ah, pero tú...-susurré, mientras la miraba.
-¿Sí?
-Nada.-respondí.- Pero ¿sabes? No vuelvas a permitir que la tristeza se haga con tu estado de animo.
-Lo intentaré, gracias, Azim -la chica volvió a sonreir.
-Me alegro.-
-¿Haydee?-oímos de pronto, al mirar hacia esta persona vimos al Duque.
-¡Brian! -Exclamó esta, echando a correr hacia él para abrazarle- Ya estoy embarazada... -le susurró- lo siento...
Lo sabía. Pero no era capaz de interpretar el "lo siento". Pero así es la vida, no es asunto mio... El Duque le dijo algo en voz muy baja, que no pude oir o más bien no quise. No eran asuntos que yo debía conocer. Poco después me marché y les dejé hablando, por un momento me había olvidado de lo que yo iba a hacer antes de encontrarme con ella.
Al llegar a la salida del refugio, estaba comenzando a anochecer. Permanecí mirando hacia el horizonte por un momento y cuando me dispuse a colocar el martilleador en el suelo noté un golpe seco en la cabeza, como una coleja. Me giré con rapidez y allí vi a Ishir, con los brazos cruzados:
-¿¡Pero que diablos haces!?-espeté.
-¡Qué diablos haces tú!-me gritó.- ¡Te vas en una misión y no apareces! ¡¡¡CREÍA QUE TE HABIAN CAPTURADO, IDIOTA!!!
-¡Estúpido, para tu información no se que me ocurrió!-exclamé.-¡¡Ni siquiera supe a que tipo de misión fui!! No recuerdo nada. De repente aparecí aquí, malherido.
-Pero Azim...
-Creo que seré capaz de recuperar la memoria pronto..
-¿Crees que puede ser que los Harkonnen te capturaran y te torturasen?
-Problablemente...
-otra vez...
-¡De eso ya hace mucho tiempo! ¡Deja de recordar estupideces!
-¡No fue una estupidez!
-Mira, no tengo tiempo. Debo ir a la máquina de estracción de especial principal. Si no te importa.
-¿Para ir a ver qué hace el lider Ghassan y los que han salido de aquí hace un rato?
-No voy a preguntarte porqué lo sabes, porque era lo más probable. Pero no iba a ir por eso.
-Aún así, tras tú volver a la ciudad espués de la "misión"... planeaba decirte que buscaras un sistema de seguridad para esa máquina de estracción. Sería lamentable que la destrozaran. Y sabes que los sistemas de seguridad de hoy en día son patéticos.
-Sí, planearé algo. Ahora ya puedes regresar a la ciudad.
-¿Regresar?-preguntó, con una sonrisa confiazada. Luego negó con la cabeza.- Yo me quedo aquí, para cuidar del "jefe" y que no acaben arrancandole la cabeza esta vez.
-No necesito guardaespaldas...
-¿Quieres que te demuestre que sí?
-... No tengo ganas de pelearme con tigo ahora, está bien, vienes. Pero no incordies a nadie.
-¿Yo...?-preguntó de forma irónica.
Sin más, pronto activé el martilleador y cada uno nos dispusimos a ir hacia la máquina de estracción principal sobre unos gusanos. Era verdad que el sistema de seguridad era pésimo, por eso debía buscar alguna manera para evitar que los harkonnen pudieran incluso acercarse. Al fin de al cabo, antes era yo uno de los que antes se dedicaban a acabar con aquellas máquinas.
Out: Gomen, pero no sabia que poner. Gracias al duque por su ayuda y a la señorita Haydee xDD weEEE!! vamos Ishir, lleguemos hasta el horizonte!!
Lau volvió al desierto a las 6:36 p. m.
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