Después de que Haydee saliera de la habitación empecé a recoger un par de documentos que quería tratar con Ghassan sobre la restauración de Arrakis. Pasados unos momentos, alguien tocó a la puerta y se mantuvo a la espera de una respuesta mía.
Poco después la puerta se abrió, dejándome ver a Frederth. Ésta cerró la puerta tras de sí y luego me miró, tenía el ceño ligeramente fruncido seguramente estaba enfadada.
-Disculpe señor.-Dijo.- Pero es que Azim, el jefe de la brigada de jinetes, dijo que le visitaría. Sin embargo, no ha aparecido y aparentemente no se encuentra en la ciudad.
- Quizás se encuentre en el refugio de los Fremen ahora mismo pensábamos ir hacia allí.
-¿Ir hacia allí, señor?
- Si así es, Haydee tiene una misión importante que cumplir y no voy a dejar que baya sola. Además tengo que tratar unos asuntos con su líder.
-Hm... De acuerdo... ¿Cuanto tiempo piensan quedarse?
- ¿Como que cuanto tiempo pensamos quedarnos?, tu también vendrás con nosotros.
-¿Yo?-me miró incrédula, luego asintió.- pues entonces...¿Cuanto tiempo nos quedaremos?¿Cuando piensa partir?...¿Sabe el líder Ghassan algo de nuestra visita?
- El tiempo es indefinido, partiremos al anochecer para que así no puedan ver que salinos y por supuesto esta salida no tiene que salir de las paredes de palacio.
-Lo mejor es que... Solo las personas de confianza conozcan la noticia. Ni siquiera los guardias deberían saberlo...-Permaneció un momento pensativa.
- Pero necesitaremos a un doble.
-Eso sería algo muy peligroso...
- Pues entonces daré la orden de que no se me moleste para nada hasta nuevo aviso, que tengo mucho trabajo que hacer y permaneceré encerrado en mi habitación
-Eso es más acertado según mi opinión. Si lo desea puedo prepararlo todo para poder salir cuanto antes.
- Perfecto, avísanos cuando todo este listo.
-De acuerdo. Con permiso.-tras un poco, se marchó de la habitación.
Después de que Frederth se fuera me di un poco de prisa por acabar de preparar los informes y de dejar bien clara la orden de que no se me molestará para nada. Cuando ya pasaron unas cuantas horas volvieron a llamar a la puerta y era Frederth con unos trajes de soldado y con ya todo listo para nuestra escapada
-Ya está.--Indicó.- Ahora solo queda salir... Sin que nadie nos vea. Será difícil pero lo conseguiremos.
- Vestido de soldado no creo que me pueda reconocer nadie, ha sido una muy buena idea.
-Gracias.-luego me tendió uno de los trajes.- Debemos salir dentro de diez minutos, cuando se haga el cambio de ronda. La señorita Haydee también debe llevar uno.
- Muy bien esperaré aquí entonces hasta que ella esté lista
Frederth salió de la habitación para llevare aquel traje a Haydee. Justo nueve minutos más tarde tocaron a mi puerta de nuevo, yo ya estaba vestido igual que uno de los tantos soldados que trabajaban para mi seguridad. Al otro lado de la puerta estaban Frederth y Haydee, ésta última irreconocible por aquel uniforme que llevaba. Ambas me miraron incrédulas, al parecer, yo también estaba muy distinto. Poco después, justo cuando se cumplieron los diez minutos que Frederth indicó, salimos hacia la nave que nos llevaría. Por el camino, nadie fue capaz de reconocernos precisamente porque no había absolutamente ningún soldado.
-...Ese tal Azim tenía razón...-gruñó Frederth mientras andábamos, en voz muy baja.
Ya en la nave de camino al refugio miraba pensativo por la ventana intentando hacerme la idea del futuro hijo de Haydee con Will aquel que considero como a mi propio hermano. Entonces entro Haydee por la puerta y se sentó a mi lado, se le veía un poco nerviosa.
- ¿Estas bien?
-Sí... bueno, no, -sonrió levemente- estoy... inquieta.
- ¿Sobre tu misión?
-Sobre todo -sacudió la cabeza- han pasado tantas cosas en tan poco tiempo...
- Pero no estás sola, ya te dije que te apoyaría todo el tiempo.
Me abrazó con fuerza.
-Yo sólo quiero tener hijos tuyos...
- Y yo quiero que seas feliz, y si me pidieras que fuese a hablar con ellas para decirles que se olviden de ello yo lo haría.
-No puedo negarme, ya te lo he dicho...
- Pues entonces tendremos que superarlo juntos y luego tendremos a nuestro hijo. - dije agarrandola de la mano.
Ella sonrió y apoyó la cabeza en mi hombro.
-Te quiero tanto... -susurró.
Y no quedamos un rato así hasta que llegamos al refugio
Finalmente ya llegamos al refugió y enseguida se presentaron un montón de soldados para recibirnos, entre ellos se encontraba Will algo sorprendido al ver la nave.
-Que yo recuerde no he pedido refuerzos -nos miro- Así que porque venís? -pregunto con ironía.
-Pues es porque...-Intentó explicar Frederth, pero la interrumpí.
- Nos aburríamos y decidimos pasarnos por aquí a saludar
-Algún motivo tendréis -esperaba respuestas, tan frío como siempre-
- Acaso tengo que tener algún motivo para ir a algún lugar- respondí con un tono de superioridad
-Si no lo tuvieras demostraría que tienes algún problema -seguía frío, era cierto que Will casi nunca se cabreaba con sus hombres-
- ¿Y si así fuera que ocurriría? dije con retintineo
-Pues te pediría hora para el psicólogo
- Bueno ya esta bien de jugar, dile de una vez que eres tu Brian y explícale a que hemos venido. - dijo Haydee un poco salida de sus casillas
- Así que eras tu Brian. Ya me parecía raro que un soldado me respondiera así... casi me sacas de mis casillas, entonces tu eres... -miro a Frederth-
-Sí, soy Frederth.-respondió ella, luego asintió con la cabeza.
- No estaba jugando solamente estaba comprobando lo bueno que eran nuestros disfraces y como era el carácter de Will ante sus hombres.
- Pero que hacéis aquí, es peligroso -parecía algo confuso-
- Hay una serie de motivos que nos han hecho venir hasta aquí. Uno de ellos le perjudica a Haydee y los otros a mí.
-Bien mejor entremos no?
- Si será lo mejor, cuanto menos gente sepa que somos nosotros será mucho más seguro
- Tranquilo los Fremen están en el refugio no creo que hayan seguido a nuestros hombres
Seguimos a Will y entramos en donde se encontraba nuestra pequeña base, allí nos quitamos los trajes y empezamos a hablar con calma de todo lo ocurrido.
-Aquí estaremos tranquilos
- Muy bien, entonces empecemos. Hemos venido al refugió porque han ocurrido un par de sucesos que me obligan a tener que hablar urgentemente con el líder del refugio.
- Bien aré que le llamen de inmediato
- Por lo que implica a Haydee, eso tendríais que hablarlo primero vosotros en privado en otra sala. Luego ya te explicaré todo lo demás
-¿A Haydee? ¿Que ocurre? -pregunto algo extrañado.
- Mejor lo hablamos en otra sala - dijo Haydee levantándose
-Pues con vuestro permiso -la siguió.
Al poco que Will se fue junto a Haydee a otra sala para hablar sobre el tema entro Ghassan por la puerta.
-¿Desde cuando se me llama como si fuese un siervo?-fue lo primero que espetó al entrar.
- Buenas noches - dije con un tono algo frío. No era mi intención molestarle pero han surgido una serie de causas que me han obligado a venir
-Ver más naves Atreides cruzar hacia el refugio...parecía toda una invasión. ¿Qué te obliga a salir de tu palacio, oh Duque?-preguntó.
- Pues no se si estarás informado de lo que ocurren con las otras casas, pero por lo visto en la de los Corrino se ha celebrado una boda y ha surgido un nuevo emperador el cual ha mandado una nota no muy agradable pidiendo un porcentaje de la especia de un 250%. Bueno el 50% lo incrementé yo pero en aquel momento estaba bastante furioso. Y si no cumplimos con ello seré decapitado y entenderás que no es algo que me apetezca.
-Oh...¡Oh!...ya veo...y...entonces...entonces...¿Y?-me espetó el Fremen; sus palabras estaban cargadas de ironía.
-¿El último ataque en las maquinas puede impedir que la extracción pueda llegar a ese valor?
-¿No deberías preguntarle eso a tus contables?
- Tu fuiste quien me dijo que erais capaces de doblar o incluso triplicar el porcentaje de la extracción de la especia. Y también vine para hablar sobre las mejoras que me pedisteis para Arrakis y el refugio.
Al oír eso último, Ghassan pareció más interesado.
-Sí, lo dije. Pero no te has mostrado interesado por la extracción así que...
- Pero ahora si, y por eso he venido. He estado bastante ocupado estudiando todo lo que nos habíais pedido, entenderás que para poder centrarme al máximo en ese tema tuve que dejar a parte los otros temas.
-Un líder que antepone los Fremen a su propia cabeza...Admirable.
- Ya te dije que yo me preocupo por mi pueblo, y yo soy un hombre de palabra
-Tu pueblo-gruñó el Fremen-.Ridícula idea. De todas formas, te aconsejo que empieces cuanto antes la extracción. Uno o dos de mis Fremen junto a tus empleados, y les guiarán a las zonas de mayor volumen de sustancia.
- Muy bien así lo haré.
- Señor tendría que preguntarle si sabe algo del paradero de Azim - dijo Frederth acercándose hacía mi y susurrando en el oído.
- Ah si es verdad ya lo olvidaba, gracias Frederth. Otro tema que me ha traído era por si sabía donde se podría encontrar el capitán de los jinetes montados Azim.
-Me temo que no está en condiciones de atender a nadie ahora mismo.
-¿ Le ocurrió algo?, es que esta mañana se tenía que presentar en palacio para entregarme una información del posible paradero de los Harkonnen.
-Está herido-confirmó Ghassan.
- Bueno pues mientras el se recupera estaré por aquí ya que hay un motivo más por el que esté aquí y hasta que no acabe no me volveré a palacio.
El Fremen de nombre Ghassan soltó una carcajada seca.
-¿Qué?
- Pues lo que has escuchado, bueno ahora ya podemos hablar de las mejoras.
-¿Quién te crees que eres, Duque Atreides? No puedes autoinvitarte a mi refugio-hizo hincapié en el "mi"-.Por muchas mejoras que vayas a hacer. ¿O acaso yo paseo por tu palacio cuando me place?
- Puedo quedarme en la base donde se encuentran mis soldados, en ningún momento te he pedido que prepares nada para mí. Puedes considerarme mientras esté aquí como otro soldado si te apetece, pero no me pienso mover hasta que acabe todo lo que me ha traído hasta aquí.
-¿Base? No, lo lamento. Se quedarán los soldados que vinieron con el oficial Will. El resto, que se vuelvan por donde vinieron. No puedo admitir tantos hombres por aquí cerca.
- Pues entonces haré que tres de esos soldados se vuelvan a ir y nos quedaremos nosotros 3 en su lugar, de ese modo quedara todo igual a antes de mi llegada.
-No sé como piensas administrar la especia si te quedas aquí de vacaciones-se llevó una mano a la sien-.Déjame aclararte una cosa antes: Aquí no hay habitación de invitados, piscina, jardines o cualquier otra cosa, carecemos de alfombras rojas y...no esperes que nadie te trate lo más mínimamente bien-ahora sonrió cínicamente-¡Bienvenido al refugio Fremen!
-¿De cuánto era el plazo para entregar el cargamento de especia?
- Pues de una semana.
-Al quinto día, te echaré del refugio. Que pierdas tu cabeza no significa que debamos perderla todos aquí por ocultarte.
- Eso no sucederá, pero lo veo justo. No puedo meteros en mis problemas.
-Bien. Y ahora, ¿cuáles son esos asuntos tan importantes?
- La restauración de Arrakis y del refugio, ya te lo dije antes. Pero si te parece bien ya lo hablaremos mañana con más calma que ya es un poco tarde.
-Está bien. Llamaré a un criado para que te escolte al cuarto de invitados. Ah no, espera. Que no hay criado. Ni cuarto de invitados. Las tiendas de los soldados del oficial están por allá-señaló hacia el oeste.
*OUT* La casa atreides se mueve ya tamos invadiendo el territorio fremen jeje, que se preparen los harkonnen *OUT*
Kyo volvió al desierto a las 7:55 p. m.
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