Nuestra llegada a Arrakis y al castillo había sido más bien algo tediosa.
Los Harkonnen nos odiaban, eso nos quedaba claro desde el primer momento en el que cruzamos la puerta. Altair nos había preparado una pequeña bienvenida, que me parecía más hipocresía que otra cosa.
Pero había algo que me preocupaba, una especie de "aura" maligna estaba por toda la casa, y me advertía que debería llevar cuidado. Miré a Will y a Frederth repetidas veces y me di cuenta de que estaban atentos a cualquier signo sospechoso.
Al caer la noche todos nos fuimos a nuestras habitaciones y nos instalamos lo mejor que pudimos; luego fui un segundo a la habitación del duque para cerciorarme de que estaba bien y para darle un beso de buenas noches.
-Tenga cuidado ¿de acuerdo? -Le dije tras besarle- Por favor.
-Claro que sí -me susurró abrazándome- verás como todo sale bien, no te preocupes.
¿Que no me preocupara? Una imagen pasó por delante de mis ojos al salir de su habitación, era yo... acostándome con él. Bien, de acuerdo, no era nada nuevo, nada preocupante. Eso decía que íbamos a sobrevivir hasta la noche siguiente. Me metí en la habitación bastante contenta y cerré la puerta a mis espaldas.
Al cabo de un rato, oí voces. Y no sólo la del duque; voces femeninas. Y de pronto, silencio. Esperé un minuto. Dos. Comencé a ponerme nerviosa y me decidí a salir.
No había nadie.
Entré a trompicones a la habitación del duque y ahí estaba: sentado en la cama, con los ojos abiertos.
-¡Mi señor! ?Exclamé, acercándome a él- ¿Le pasa algo? ¡Mi señor!
Le zarandeé y comprobé que estaba frío, y que no se movía.
-¡No! ?Grité- ¡No! ¡No! ?Le abracé, intentando trasmitirle calor- Por favor... resista...
Al final me di por vencida y desistí.
Justo cuando me separaba de él, entró Brian, seguido de Will y Frederth.
-¿Qué ha pasado aquí? ¡Padre! ?Gritó, cuando divisó a su rígida figura paterna.
-Cuando entré ya estaba así ?respondí- si me disculpáis ?hice una ligera reverencia y me retiré a mis aposentos. Necesitaba descansar.
A la mañana siguiente, pensé que todo había sido un sueño, pero no era así. El duque había muerto. Era un hecho. No había dudas. ¿De viejo? No lo creía así. ¿Entonces?
Brian, mi nuevo señor, estaba furioso. Buscaba a un culpable y no iba a parar hasta encontrarlo. ¿Y yo? Bueno, yo... estaba triste, sí, lo admito. Estaba muy deprimida. Pero no iba a dejar que nadie lo notara. Ante todo frialdad. Así me respetaban. Aunque doliera.
Salí de mi habitación tras haberme cambiado la ropa del entierro ?aún así me vestí de negro- y noté una especie de hostilidad en el ambiente que me inquietó. De pronto, me mandaron llamar a la sala del trono, y me dirigí hacia allí tranquilamente ¿habrían encontrado un culpable? Eso esperaba.
Entré y allí estaba Brian, ocupando ahora su lugar: en el trono donde antes estaba su padre, y con ambos guardaespaldas uno a cada lado.
-¿Me llamabais? ?Pregunté tras hacer una reverencia.
-Haydee, tenemos la sospecha de que has sido tú la causante de la muerte de Padre ?Respondió Brian levantándose de su asiento y acercándose a mí. Notaba a Will y Frederth aproximarse lentamente.
-¿Qué? ?No podía creer que me culparan de su muerte- No lo diréis en serio.
-Cuidado con lo que haces ahora, Haydee, ?me dijo- estás condenada a muerte por alta traición y asesinato, será mejor que no te resistas
-Yo no he sido, mi señor ?dije, impasible, aunque aquella acusación me produjo un leve pinchazo en el corazón ¿cómo podían dudar de mi lealtad? ¡Me iban a matar sin pruebas!- os lo juro.
-No jures en vano. Siempre has ido detrás de su dinero y su poder ¿verdad?
-No.
-Siempre te has aprovechado de él, esperando que muriera.
-No.
-Y este era el mejor momento ¿verdad? Podríamos culpar a los Harkonnen y tú te quedarías totalmente al margen, sin que te descubrieran.
-No.
-¿¡Cómo te atreves a vestirte de luto, asesina!? ¡Confiesa, maldita puta!
-¡No! ?Grité, incapaz de contenerme- ¡No he sido yo! Ojalá... ¡¡¡Ojalá hubieras muerto tú, y no tu padre!!!
Después de aquello, todo ocurrió muy deprisa, vi la cara de Brian enfurecerse y su mano ir abierta hacia mí a toda velocidad. Cuando abrí los ojos, estaba tendida en el suelo, me ardía la mejilla derecha y me dolía el brazo con el que había amortiguado un poco la caída. Will y Frederth estaban cogiendo cada uno de un brazo al nuevo duque para que no se abalanzara sobre mí.
-¿¡CÓMO TE ATREVES!? ?Gritaba, una y otra vez.
Yo me incorporé un poco, mirando al suelo. De pronto comencé a notar un leve picor en la nariz y noté unas lágrimas aflorando de mis ojos. No pude reprimirlas más. Tenía demasiadas acumuladas. Lloré. Muy fuerte, muy alto, sin parar, mientras apretaba los puños. Brian poco a poco se fue calmando y le soltaron. Los tres se quedaron callados, mirándome. Sabía que nunca me habían visto así. Sólo el antiguo duque lo había hecho. Nadie más.
-Yo... ?conseguí decir entre sollozo y sollozo- yo le quería... no... no me podéis culpar... no... por favor... ?me arrastré un poco y me agarré a las ropas de Brian, suplicándole- yo le quería... por favor...
-Llevadla a sus aposentos ?dijo este, incómodo.
-Duerme con vos ?dijo Will- por seguridad ¿lo recordáis?
-De acuerdo... llevadla a nuestra habitación.
Frederth me cogió y me logró separar de Brian, levantándome y llevándome casi en brazos. Me dejó sobre la cama, donde lloré sin parar hasta quedarme dormida.
NOTA// Mi primer post yo sola xD es un poco triste pero es que es verdad ;__; imagináos que os condenan a muerte injustamente y encima por haber matado al hombre que amas//
Neptune volvió al desierto a las 6:34 p. m.
~ Protagonistas ~








~ Contacto/Participar ~
¡Envía un
email!
~ Créditos ~
-
dafont.com
-
celestial-star.net
-
design-sensation
- Y a todos los que probaron, recomendaron, aconsejaron, observaron o
tuvieron que enviar sus fichas más de una vez por culpa de la webmisstress...Es
decir, a la totalidad de los participantes de este rpg,
¡Gracias!
~ Protagonistas ~




~ Tag Board ~