Nos dirigíamos a Dune...
El hecho de que ahora los Harkonnen fuesen alejados de ese trabajo que realizaban y ahora pusieran nos pusieran a los Atreides como sustitutos no me gustaba nada... Pues eso supondría venganza por parte de nuestros enemigos naturales, los Harkonnen... Aún así... Eran órdenes y si el duque lo aceptaba, yo tenía que callar y trabajar para él. Al igual que todos, supongo...
Me encontraba en la misma nave en la que estaba el duque con su hijo, dentro de la habitación estaban ellos dos y un tal Will, hombre de confianza del Duque. Yo estaba haciendo guardia en la puerta, mientras que la concubina Haydee estaba en otro cuarto aparte.
Hacía muy poco que había comenznado a trabajar como guardaespaldas del hijo del Duque, Brian Atreides, y por ahora mi trabajo no se había presentado tan dificil como yo esperaba. No obstante, mudarse ahora a Dune y estar tan cerca de los ataques vengativos de los Harkonnens serviría para provar mi habilidad.
-Frederth... No vayas.-Me dijo mi tutor legal de cuando era una niña, James Sword.
-¿Desde cuando crees que puedes darme ordenes?-espeté.
Desde que yo tenía uso de razón había vivido con él, había sido James quien me había instruido como guardaespaldas e incluso se puede decir que mi forma de ser actual es gracias a él. Aún así, jamás aceptaba la ayuda de nadie aunque se tratara de él. Ahora tenía un nuevo trabajo, por lo tanto debía continuar con él hasta que mis superiores decidieran prescindir de mi.
-Frederth, no sabes lo que te espera en Dune.-me advirtió, mientras yo estaba de espaldas a él jugueteando con una de las tantas armas que él poseia. Aquella era mi favorita.
Me giré con rapidez, sus ojos grises ya cansados continuaban fijos en mi con gran determinación. Su cabello blanquecino estaba alborotado y caía sobre sus ojos... Mientras que su rostro también reflejaba el cansancio... Era bastante mayor.
-James, hazme el favor de no preocuparte por mi. Me has enseñado que un guardaespaldas lucha hasta el final. Se que los Harkonnen no se irán de Dune tan facilmente e intentarán matar al Duque y a "mi protegido". Aún así, no pienso echarme atrás.
-Frederth...
-Vive tu vejez de una vez. Haz como si nunca me hubieras visto.
Tenía la cabeza apoyada en la pared mientras miraba de forma perdida hacia el muro que estaba justo delante de mi. Habían pasando ya unas horas, y aún continuaban en aquella habitación. Poco después, la puerta se abrió. Will y el Duque se despidieron entre ellos y luego de mi, al parecer aquel al que debía proteger se quedó en aquella habitación así que me quedé en el humbral.
Brian estaba sentado mirando por la ventana, se le veia algo inquieto. Cuando di unos pasos hacía alente el se percató de mi presencía y me invitó a sentarme a su lado:
- Ah Frederth así que eres tu, sientate aquí a mi lado no te quedes de pie el vieje va a ser muy largo
-De acuerdo, señor.-Asentí levemente y luego me acerqué. Luego comencé a mirar por la ventana mientras continuaba con una mueca tranquila en el rostro.
- Frederth, ¿que opinás de nuestro traslado hacía Dune?
-Yo no tengo opinión sobre eso, señor. Debo simplemente cumplir con mi trabajo que es protegerle a usted. Simplemente estoy de acuerdo con lo que vuestro padre y usted decidan.
- Ya, eso ya lo se. pero yo quiero saber cual es tu punto de vista. No es necesarió que me vengas con tantas formalidades. Yo no soy tan estirado como mi padre y los demas gobernantes
-Bueno... Realmente... Creo que debemos estar muy alerta al ir a Dune. Los Harkonnen no se rendirán ni se marcharán tan facilmente. El hecho de ir a Dune... es ... una gran oportunidad pero si no se tiene cuidado podría llegar a ser un suicidio.-Al darme cuenta de todo lo que había dicho levanté la cabeza con sobre salto.- ...
- Tranquila, no pasa nada no me has dicho nada que ya no haya escuchado. Antes de salir tuve una pequeña charla con Haydee y me dijo algo muy parecido. Y yo tampoco lo veo muy claro. Por eso te pediría que, hasta que no estemos en Dune instalados y que la cosa este en calma, velaras también por mi padre.
-Pero señor, mi trabajo es defenderlo a usted. Claro que velaré por vuestro padre pero... mi objetivo principal es usted.
- Lo sé, por eso pienso estar todo el rato a su lado, así podrás velar por los dos
-Me parece bien entonces.-luego asentí con la cabeza.
- Ah y no te preocupes, serás recompensada por tu trabajo extra.
Asentí de nuevo. Aún así había algo que no me convencía... Dune, Harkonnen, la actitud de la emperatriz... Sus ojos en la retransmisión poseían algo extraño. No sabía muy bien qué, pero mi trabajo no era investigar esas cosas. Sin embargo, yo siempre había sido algo curiosa en ese aspecto... Actualmente mi trabajo era lo más importante, nunca había permitido la muerte de ninguno de mis protegidos y no iba a ocurrir igual en esta ocasión...
*Out*: GOMEN... no sabia k poner... xDU...*s da autoescobazos* u_o
Maddy volvió al desierto a las 2:01 p. m.
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